Capitulo 8

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Las luces del salón bajaron su intensidad, al fondo se podía ver la silueta de una mujer alta y delgada, con el cabello semicogido, la Luces se prendieron de nuevo, todos se quedaron impactados al ver aquella mujer tan hermosa que llevaba un vestido rojo y largo con un gran escote en el pecho, lo cual dejaba a la vista parte de sus grandes atributos, el vestido llevaba mangas largas, un diseño exclusivo.

Ella sonreía coquetamente, por extraño que parezca  nadie la había reconocido, se acercó a Antonio.

Antonio: Por fin llegaste, señores ella es...

Bárbara: un gran amiga, no tengo nada más que decir, así que vamos a disfrutar de la cena.

Antonio se acercó a Bárbara y en voz baja le preguntó por qué no había querido revelar su nombre, ella simplemente le dijo que no era el momento.

La cena fue muy tranquila, Bárbara no dejaba de sonreír de solo pensar que nadie había reconocido, pero era lógico todos la creían muerta, por un momento se sintió observada , su mirada siguió aquel instinto, era Eduardo quien la observaba detenidamente, ella le sonrió y le guiño el ojo, a lo que él le respondió sonriendo.

Era increíble que nadie sospechara quien era ella en verdad, pero analizaba, que había grandes cambios, en primer lugar su color de cabello, ahora era más claro, su maquillaje, su estilo y su manera de hablar, de ser fuerte ahora tenia un tono dulce, por el momento no era buena idea revelar su identidad, el mismo tiempo le diría cuando.

Bárbara: ya vengo, le dijo a Antonio, él asintió.

Bárbara quería observar el lugar, la noche era hermosa, serena, pero por un momento recordó todo el daño que había hecho y se sintió afligida, sus lágrimas empezaron a descender ,pronto sintió la presencia de alguien tocó su hombro.

Esta usted bien? le dijo.

Bárbara Dio media vuelta, si gracias, aquel personaje era nada más y nada menos que Eduardo juarez, quién la miraba impactado con su belleza, como todo un caballero le paso su pañuelo para que ella secara las lágrimas.

Eduardo: puedo ayudarla en algo?

Bárbara: estoy bien, Gracias.

Eduardo: bueno, literalmente si estuviera bien no estaría alejada de todos y llorando.

Bárbara sonrió...
Bárbara;  me sentí algo conmovida, la reunión de esta noche es muy especial y bueno estoy muy feliz.

Eduardo la miró a los ojos...

Eduardo: pero esas lágrimas no son de felicidad sino de tristeza.

Bárbara: veo que usted es muy intuitivo señor...

Eduardo juarez,.. le respondió apretando suave su mano.

Eduardo: y usted es?

Bárbara: no importa quien sea, sólo soy una mujer que ha vuelto a nacer.

Cerca se escuchó una voz...

Eduardooo!!! Donde estás?

Eduardo volteo..

Aquí estoy, dijo

Era Santiago

Santiago: que haces aquí tan solo?

Eduardo: no estoy solo Santiago, me acompaña (señalando) ... a donde se fue?

Santiago: quién?

Eduardo: es que estaba platicando con la mujer que vino con Antonio.

Santiago: aquella bella mujer misteriosa de la que no sabemos su identidas?

Eduardo: si. Hace un minuto estaba aquí conmigo

Santiago: mejor vamos a adentro, Fer  anda preguntando por ti, no te preocupes que no le diré nada.

Bárbara había logrado esconderse, decidió regresar y buscar a Antonio, no se sentía muy bien.

En el salón...

Bárbara: Antonio, ya me voy.

Antonio: como crees que te dejaré sola, me despido de los Elizalde y me voy contigo.

Bárbara: no! quédate, has preguntas e investiga como va el asunto de la empresa, si ya estamos adentro es indispensable saber cada detalle.

Antonio: esta bien, dile al chofer que te lleve no quiero que andes sola a estas horas.

Bárbara Regreso a la casa, cuando ya se había puesto la pijama se topo con el pañuelo que Eduardo le había pasado.

"Que sensación tan extraña sentí esta noche, por que me inquieta tanto Eduardo Juárez?, si para mi siempre había sido un indio ladino?, aunque debo reconocer que es un hombre muy guapo" pensaba mientras acariciaba el pañuelo.

Ya de regreso en la Hacienda de los Elizalde

Eduardo no podía dormir, aquella mujer misteriosa con la que había cruzado un par de palabras lo había inquietado mucho, sentía la necesidad de volver a verla.

Seguramente frecuentará lactos.. pensó.

MAÑANA ES PARA SIEMPRE II, El regreso de Bárbara.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora