Una repisa con varios objetos encima, una cortina de tela desgastada y una alfombra rojo oscuro que cubría el área bajo la mesa en la que nos atendió la única vez que estuvimos ahí.
El "consultorio" de Brent no había cambiado nada desde que fuimos.
―¿Y qué se supone que hallaremos aquí? ―preguntó Matt, agachándose cuando se topó con una telaraña.
―Algo... ―murmuré―. Algo debe haber aquí. Yo lo sé.
Me giré hacia Matt, quien solo asintió, como si no creyera en mi seguridad pero de igual me apoyaba.
―Es lo único que se me ocurrió ―dije a modo de excusa.
Matt no respondió, pero asintió a su vez.
―Chicos ―escuché la voz de Jacob―. Vengan a ver.
Cruzamos la cortina de tela desgastada. Estaba todo tan oscuro, que de no ser por las velas aún encendidas no sabría dónde pisar.
Al principio creímos que los cazadores habían estado ahí y habían encendido las velas para atormentarnos de algún modo. Pero no. Las velas parecían tener una clase de truco o hechizo; no se apagaban por más que las soplábamos. Tampoco quemaban, era como una ilusión. Pero mientras iluminaran, para mí estaban bien.
―¿Qué pasa? ―le preguntó Matt.
La pregunta quedó en el aire cuando nos fijamos en aquello que llamaba tanto la atención de Jacob.
En las paredes había dibujos. Eran seres, como nosotros, pero estos tenían alas. Enormes alas, con plumas que sobresalían en sus contornos. Parecían tener un resplandor alrededor de estas. Las caras de estos seres reflejaban una clase de temor, y a diferencia de lo que serían ángeles montando el vuelo, estos estaban de cabeza, como si cayeran.
Me acerqué a una de las paredes y pasé mis dedos por uno de los dibujos. Había una lágrima en su ojo. Era una mujer.
―Wow ―exclamó Matt.
Tragué saliva.
Miré por encima de mi hombro a Jacob, que revisaba unos papeles guardados en una caja de cartón.
Miré por última vez la mujer con alas en la pared y luego me encaminé hacia Jacob, preguntando qué había encontrado y tomando unos de los papeles.
Eran expedientes.
Varios nombres iban y venían entre mis manos.
Todos tenían dirección, teléfonos, nombres de familiares y amigos. Era como un registro de vida, pero este estaba creado sobre...
―Son actas de defunción ―dijo Jacob.
―¿Qué?
―Sí ―afirmó.
―¿Estás seguro? ―pregunté.
Él me miró.
―Me dieron una... tuya ―añadió esta última palabra como si pesara.
―Lo siento ―las palabras abandonaron mi boca antes de que las analizara.
―Sí... era como... esa ―dijo. Miré la hoja en mis manos.
―Está bien ―le dije―. No tenemos que seguir con el tema.
―No ―me detuvo―. La que me dieron era como esa.
Su brazo pasó frente a mí, metiéndose en la caja y tomando un registro.
Vi mi foto en la parte superior derecha. Estaban mis nombres y teléfonos. Los nombres de mis... colegas. Estaba el nombre de Jacob y las fechas en las que nos conocimos y cuando me mudé con él.
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Destino Condenado [AOC #2]
Paranormal[Secuela de Amor O Castigo] Encontrarse con los cazadores, y salir vivos de ello, debería considerarse un milagro... Sin embargo, la pelea no ha terminado aún. El sacrificio debe hacerse para poder recibir la recompensa. CREDITOS DE PORTADA: @la...