―¿Van a explicarme qué está pasando? ―preguntó Anna, con lágrimas secas en las mejillas―. ¿Y qué eran esas cosas? Dios... Botas...
Botas era su gato. Jacob y yo nos pegamos un buen susto con el grito que Anna emitió luego de lo que pasó.
Habíamos llegado a casa de Brent y nos quedamos en la estancia, para no molestar a Irene. Esperaba que Matt saliera a vernos, pero no había nadie.
―Esas... ―Jacob estaba sentado frente a ella, tratando de calmarla, porque, aunque ya no lloraba, sus manos seguían temblando―. Esas cosas no son de aquí.
Anna negó con la cabeza.
―No tiene sentido...
―Son espectros.
Los tres dirigimos la mirada a Irene, que venía saliendo del pasillo. Anna dio un respingo y se puso de pie. Jacob la imitó.
―Son cosas demoniacas que pueden matarte con un dedo.
La mirada de Irene estaba clavada en la de Anna. Jacob hizo un movimiento de acercamiento, haciendo que Irene retrocediera un paso, apunto de meterse por el pasillo otra vez.
―Estamos tratando de descubrir cómo detenerlos ―dijo Jacob, tocando el hombro de Anna.
Irene soltó una risita.
La curiosidad me invadía cada vez que actuaba así. Sabía que los cazadores le habían hecho algo que no nos estaba contando.
―¿Dónde está Matt? ―pregunté.
―Salió ―contestó Irene, y se fue por el pasillo.
La seguí hasta la habitación y la encontré acostada en la cama, dormida.
―¿Irene?
―¿Qué?
Al parecer solo estaba con los ojos cerrados.
Se sentó en el borde de la cama y me hizo una invitación para que me sentara a su lado. Fui.
―¿Qué pasa? ―pregunté―. ¿Por qué estás actuando raro?
No respondió. Por el contrario, pareció no haberme escuchado.
―¿Qué pasa con Neil?
Me miró, amenazadoramente como nunca lo había hecho.
―¿Qué hay con él? ―dijo con frialdad.
Temí en responder, así que solo dije: ―No has hablado de él...
Irene pareció relajarse un poco y se recostó de nuevo, dejándome a mí sentada.
―Ya no es mi problema ―dijo.
―¿De qué hablas?
―Ya no es mi problema ―repitió.
Ambas nos quedamos en silencio por un par de minutos y entonces ella habló.
―Neil es un niño ―dijo―. Los cazadores me secuestraron y estando ahí me enteré que el niño no podía quedarse desprotegido... Así que tiene otro guardián.
―¿Ellos dijeron eso? ―pregunté con desentendimiento.
―Sí. Y me lo mostraron. Además, me dijeron que por más que lo buscara no podría encontrarlo.
―Eso es... imposible. ―De pronto me sentí insegura de lo que decía―. Debe haber una...
―No hay solución ―replicó―. Ya está.
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Destino Condenado [AOC #2]
Paranormal[Secuela de Amor O Castigo] Encontrarse con los cazadores, y salir vivos de ello, debería considerarse un milagro... Sin embargo, la pelea no ha terminado aún. El sacrificio debe hacerse para poder recibir la recompensa. CREDITOS DE PORTADA: @la...