Nica esperó sentada en el suelo, aburrida. Haberse caído de la rama en la que estaban era algo vergonzoso hasta para ella. Su personalidad se tornaba vergonzosa y callada cuando andaba con personas con las que no había cogido confianza todavía, y Chus era uno de ellos.
Pensó por un momento cuál sería el fin de aquella prueba. ¿Cuándo acababa, cómo se finalizaba? Le dio vueltas al tema durante varios minutos, sin llegar a una conclusión.
De pronto, una cuchilla voló directa hacia ella, rozando levemente su oreja, haciéndole así un pequeño corte.
Sorprendida, decidió evadirse del suelo de una rápida voltereta, hasta estar en pie. Estaba asustada, pero debía mantener la calma. Un puñal de unos quince centímetros estaba clavado en la madera del árbol, y fue el arma con la que esperaban eliminarla.
Miró a todos lados, por aquel soleado lugar, y no pudo ver nada ni a nadie que hubiera sido el culpable de aquel ataque.
- ¡Da la cara!- gritó ella, angustiada porque no quería recibir otro ataque como ese de nuevo; más bien, quería saber quién era para así saber sobre su atacante.
Unos pasos se escucharon por la cercanía, hasta aparecerse a unos pasos de ella. Era una figura alta y esbelta, con una gran cicatriz en su pecho descubierto, y una capa negra, a juego con sus pantalones rojos. Por algún motivo, no podía ver su cara. Era siniestro, y un aura de color morado se desprendía de él.
Nica alucinó al ver eso.
- ¿Qui- Quién eres?- preguntó desarmada, frente a la "cosa" que había intentado matarla hacía unos instantes. Tenía cuerpo de hombre, eso pudo distinguirlo, pero había algo extraño en él.
- Les prometí que haría cualquier cosa para que ganaran- dijo él, mientras se sonaba los nudillos.
"¿Les prometí? ¿A quiénes?" se preguntó ella, mientras pensaba, absorta en sus pensamientos, que seguramente alguien estuviera haciendo trampas para así ganar el torneo. Se sintió sola, viendo que tal vez los demás la estuvieran traicionando, y no podría confiar en nadie más que en sí misma.
- ¿Quiénes son "ellos"?- preguntó, enfadada. Odiaba que alguien estuviera jugando sucio.
- Tus amigos te están traicionando, y se ve que no pareces darte cuenta de ello; pero no te preocupes, que tan solo tienes que desconectarte del juego, y abandonar el torneo.
Nica recordó a sus acompañantes. Tenía la oportunidad de hablar con ellos, de hacer pruebas junto a sus... ¿Amigos? Que hicieran trampa no significaba que dejaran de ser amigos, por lo que no quería dejar el torneo. Esta oportunidad se presentaría solo una vez en la vida. Estar con ellos la hacía feliz.
- ¡Nunca!- gritó ella, confiada a no ceder ante nada.
- Tú lo has querido...- dijo el siniestro personaje, mientras se abalanzaba ante ella, para así agarrarla del cuello.
Ella comenzó a sentir un gran dolor en la garganta, mientras se revolvía para deshacerse de él, pero era incapaz. Le faltaba el aire, no podía respirar. El dolor comenzó a recorrer su cuerpo, mientras gritaba como podía del dolor. De pronto, recordó la hoja que se había clavado en el tronco cuando intentó herirla, para advertirle sobre su ataque. Estiró el brazo como pudo, y débilmente, agarró entre sus dedos, el pequeño arma.
Hizo un corte en dirección a la pierna de él, consiguiendo dar en el blanco.
Tras eso, cayó al suelo de golpe, tosiendo. Su atacante estaba farfullando de dolor, observando su herida. No era muy profunda, pero sí lo suficiente como para que escociera. Al cabo de unos segundos, el corte desapareció, haciendo que sanara.
"¿Pero cómo?" se preguntó ella, mientras observaba la rápida cura de su herida.
- Esto solo ha sido una advertencia. Volveremos a vernos...- dijo él, yéndose tal y como había llegado.
Algo cansada, cerró los ojos, angustiada. No podía siquiera pensar, ni moverse, tan solo quedarse allí, inerte.
- ¿Nica? ¡¿Nica?!- escuchó que alguien gritaba a lo lejos. Sería Chus, pero había llegado demasiado tarde. Cayó en un profundo sueño.
(Minutos antes, en la copa del árbol)
Chus observó cómo Nica había aterrizado, y se encontraba bien.
"Bien, me toca seguir a mí solo" pensó, decidido a continuar hasta el final. Al entrar en la copa del gran árbol, pudo ver cómo una brillante esfera de color verde relucía intensamente, sobre un pedestal de raíces.
- ¿Es esto lo que debemos conseguir?- preguntó él, mientras la observaba con detenimiento.
Al agarrarla, la esfera cambió de verde oscuro a un tono más claro. Era hermosa.
- Vale, volvamos con Nica- dijo él, mientras se la echaba al bolsillo. Solía hablar solo, por lo que planeaba las cosas así, con calma.
De pronto, sintió como algo lo tiraba al suelo, y lo tumbaba bruscamente en él. Miró rápidamente a ambos lados, pero no pudo ver a nadie. Intentó moverse, pero no podía; era incapaz.
Pudo ver como la esfera verde que acaba de recoger flotaba por el aire, colocándose delante de él. Se posó en el suelo, y tras unos segundos, estalló en varios pequeños trozos verdes.
- ¡No!- gritó, viendo cómo destruían el objeto que habían venido a buscar. Seguía sin poder moverse, pero escuchó algo en su oído.
- Todo sea por él...
¿Qué significaba eso? No pudo saberlo, pero sus cadenas desaparecieron, volviendo así a ser libre.
Se levantó del suelo, y corriendo, miró por todos lados a la persona que le había susurrado aquello. Estaba blanco como el papel. ¿Esto era parte de la prueba? Era posible, pero le había inquietado.
De pronto, recordó que Nica estaba aún abajo, y que tal vez le hubiera pasado algo similar. Bajó rápidamente por las ramas, chocando contra varias hojas por el camino, y tropezando más de una vez, pero no quería que le pasara nada. Descendió hasta unos tres metros del suelo, y de ahí saltó.
Sintió dolor por la caída, pero decidió pasar, rodeando el tronco en busca de su compañera.
La pudo ver apoyada en el tronco, mientras respiraba con dificultad. No tenía buena cara, y se notaba que estaba cansada. No supo qué era lo que le había pasado, pero corrió junto a ella.
- ¿Nica?- gritó para llamar su atención pero ella no reaccionaba- ¿¡Nica?!
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Que comience el combate.
FantasyUna tarde, ocho amigos se reúnen para divertirse junto a la WiiU. Deciden jugar a Super Smash Bros, y ocurre algo increíble. Los marcadores estarán igualados. Por una serie de cosas, acaban participando en un torneo Smash, que les creará varias emoc...