Que comience el combate.

Capítulo 17: Tumbas y peligros

Silvi comenzó a correr, presa del pánico. Las ruinas en las que se encontraba se estaban desmoronando, y del techo se desprendían varios cachos de piedra, que impactaban bruscamente contra el suelo. Si alguna de ellas la alcanzaba, podría despedirse de seguir en pie en la prueba. El pasillo era largo, y más bien, daba la impresión de ser interminable. Por más que avanzaba, por aquel asfixiante lugar, no daba con una salida.

Saltaba de un lado para otro, esquivando los obstáculos que intentaban frenarla hacia su destino, que era avanzar por aquel recóndito lugar. Con el artilugio que había conseguido hacía unos minutos, que era lo más parecido a un gancho, en mano, y con la pequeña esfera amarilla, en el bolsillo, huía de allí, asustada.

Tras unos instantes de incesantes emociones negativas, pudo ver una luz al final del túnel.

"¿Acaso estoy muerta?" se preguntó Silvi, mientras escuchaba a sus espaldas, como el techo se precipitaba, cerrando el lugar poco a poco.

Llegó con éxito a la luz, cayendo contra el suelo súbitamente. Estaba cansada, y jadeante, respiraba con dificultad, mientras veía que se había salvado. La sala en la que se encontraba ahora era cuadrada, con varias antorchas que iluminaban el lugar. Era extraño, pues olía a humedad y a polvo, pero no podía quejarse, ya que prefería ese lugar que aquel del cual había salido.

Al salir de esa sala, pudo ver unas escaleras, que tenían forma rectangular, y que iban ascendiendo hacia algún lugar. Como no había otra, comenzó a subirlas, esperando dar con algo o alguien, como Taty.

Recordó el momento en el que se habían separado; si el gancho no hubiera aparecido en sus manos en aquel momento, habría acabado, seguramente, en el fondo de las ruinas.

Las escaleras comenzaron a temblar, y con ellas pudo escuchar varios gritos provenientes de arriba. Más que gritos, parecían... Risas eufóricas.

Los temblores eran, por momentos, mayores, y con ellos los alaridos. Al mirar arriba, pudo ver cómo Taty bajaba rápida, y felizmente los escalones, huyendo de una gran roca circular, que se disponía a chafarla. Estaba gritando de la felicidad más que del peligro que corría en esos momentos.

- ¿Ta... ty?- dijo Silvi por lo bajo, mientras boquiabierta, miraba la gran escena que se mostraba ante sus ojos.

- ¡Holaaa, Silviii! ^(OwO)^ - dijo Taty, mientras bajaba las escaleras, corriendo. En su huida, se tropezó, y cayó a las escaleras, rodando.

- Dios mío...- dijo Silvi, mientras daba media vuelta, para ir escaleras abajo, y huir de la gran bola y Taty, en parte.

- ¡Yupiiiii! :D - dijo Taty, mientras caía escalón a escalón, descendiendo rápidamente, rodando.

- ¡Maldita suerte la mía! TwT - exclamó Silvi.

(Unos minutos atrás, cerca de la entrada a la pirámide)

- Uhm... :3 Aquí no hay momias :'3 - dijo Taty, triste. Ella quería verlas, pero no aparecían por ningún lado.

Tras mirar por todos lados, con la linterna, iluminando cada rincón de la estancia, pudo ver un cofre, en una esquina.

Taty fue a abrirlo, sin pensarlo por un momento (>OwO)>

Al hacerlo, pudo ver un aura blanca de su interior :3

Un boo salió de él, y nervioso, se puso a hacerle señales a ella. Se dio cuenta que era el fantasmita sastre, aquel que se alojaba en la mansión de Luigi, su base, y se dedicaba a hacer trajes especiales.

- Boo, cuánto tiempoo TwT - dijo Taty, mientras quería abrazarlo, pero no lo hizo, ya que él tenía una cara de terror indescriptible.

Movía sus manos de un lado a otro, intentando alertarla de peligro.

- No, no entiendo :3

Algo rodeó su cara, tapándole los ojos y la boca, mientras la arrastraba hacia atrás. No sabía qué estaba pasando, pero supuso y quiso que fuera una momia OwO

Su farolillo desapareció de sus manos, y pudo escuhar en su oído unas susurrantes palabras.
- Perdedora...
Taty solo pudo sonreir :3
Cuando lo que fuera la soltó, miró a todos lados en la oscuridad, buscando algo desesperadamente.
- ¿Eso era una momia parlante? OWO
El boo, que brillaba en la oscuridad, la miró asustado, pero al cabo de unos segundos, algo le hizo desaparecer.
- ¿Dónde estás, momia parlanteee? ewe - preguntó Taty, al aire, en esos momentos.
Algo tocó su pie, mientras se encendían las antorchas de la sala.
En el suelo había un muñeco, envuelto en vendas blancas, que agarraba su pie.
- ¡Una momia! ^(OwO)^ ¿Y tu nombre es? :3 - dijo Taty, felizmente.
El muñeco permaneció inmóvil, sin mediar palabra.
- Uhm... :3 Creo que hay algo que estoy haciendo mal :3
Y así era, porque detrás de ella, una gran bola de roca avanzaba hacia su posición.
- Ups :3
Tras eso, agarró a la momia en brazos, y comenzó a correr hacia unas escaleras que habían al fondo de la sala, riendo.
Parecía estar en una película.

(Momentos después...)

Tras llegar al fondo, se apartaron de la trayectoria de la bola, la cual cayó por un agujero, y se reincorporaron.

-Oli :3 - dijo Taty, saludando a Silvi.
- Oli :3
- Espera... - dijo Silvi- Yo no he dicho ese segundo "Oli"
Ambas miraron a la momia que Taty sujetaba en brazos, y vieron que su cara era un OwO.
A fin de cuentas, sí hablaba.
- Con que sí hablabas, jodía... >:3 - dijo Taty, regañando.
La momia sonrió, y se esfumó.
- Vaya... - dijo Silvi, algo sorprendida-Eso ha sido demasiado raro owo
- Meh :3 - dijo Taty, mientras aparecían en la sala anterior al comienzo de la prueba.
- ¡Habéis sido las segundas en clasificaros!- dijo el comentarista.
Taty miró a sus manos, y vio como la momia había desaparecido.
- ¿Dónde está? TwT
- Si te refieres a la momia, tenía que matarte en la prueba, para así descalificaros a ambas.
Silvi no se pudo creer eso. Si era así, ¿por qué no había acabado con Taty?
- Le caería bien :3 - dijo Taty, mientras sonreía- No soy de tener enemigos :D

- Ahm... Mejor :> - respondió Silvi, antes de reír- ¿Nos tomamos un helado? OwO
- Oh, valee ÔwÔ Yo lo quiero de carameloo *w*
- Lo que no sé es donde vamos a comprarlos :>
- Comentarista, ¿a que nos das un helado? :3
- Sí, así por la cara :D - añadió Silvi.
- Ok, venid y os los doy.
- ¡Vamos, vamos!

(>OwO)> (>ÔwÔ)>