Que comience el combate.

Capítulo 22: En el punto de mira

Una sombra recorrió el aire silenciosa y, cuidadosa, se fue acercando al vehículo de Taty. Se disponía a pinchar cada una de sus ruedas, cuando... 

- ¡Cuidado, Sergio!- se escuchó gritar a Samus Zero a sus espaldas.

Tras ellos, una gran cantidad de caramelo líquido los perseguía. Era espeso y lento, pero acechaba con alcanzarlos, y enredarlos entre su dulce capa. 

- ¡Ahí va, si nos pisa los talones!- gritó Pit Sombrío, mientras señalaba tras de ellos a aquel peligro. 

- Uhm, qué rico, yo quiero un poco :3 - dijo Taty, mientras hacía ruidos raros con la lengua, en gesto de tener hambre, o algo así.  

- ¡Déjate de bromas!- gritó Pit Sombrío, algo cansado de las bromas de la chica- ¡O te das prisa, o vamos a ser el plato más dulce esta noche!

- No puedo acelerar más TwT- dijo ella, mientras avanzaba en su moto, a toda velocidad, pero no la suficiente para superar al caramelo que los seguía. 

El ángel suspiró, y cerrando los ojos, llegó a una conclusión. 

- Vale, voy a detener a esa cosa- dijo al final- Tú sigue en la carretera, no te distraigas. 

Tras eso, Taty se quedó sola en la moto. 

- ¿Pit Sombrío?- preguntó, pero sin respuesta.

Él se encontraba volando, gracias al don del vuelo. Levitaba de un lugar a otro, mientras hacía aparecer su preciado arco. 

- Está bien, vamos allá. 

Tras eso, varias flechas recorrieron el aire, dando en el caramelo. Este tenía vida, y parecía estar frenando por los proyectiles del ángel. 

- ¿Se podía salir del vehículo?- preguntó Sergio, mientras veía al caramelo y a Taty cada vez más cerca de él. 

- Según creo, solo los acompañantes- respondió Samus. 

Sergio, nervioso porque Taty iba a adelantarlo, y su "amigo" no había intervenido, dio una orden ilógica. 

- Samus, ¡derríbala!

- ¿A Taty? No creo que... - respondió ella, confundida. 

- Haz lo que digo; podría ser una molestia si no nos la quitamos de encima ahora. 

Ella, tras unos segundos, asintió. Abrió la puerta del coche, por el lado donde se encontraba ella, y comenzó a disparar pequeños disparos paralizantes, en dirección a Taty. Si uno de ellos la alcanzaba, podría acabar muy mal. 

- ¡Malditos tramposos!- gritó Taty, esquivando cada uno de sus ataques, aunque muchos pasaban muy cerca. 

- ¡Taty, tú puedes!- gritó desde el aire Pit Sombrío, disparando aún al caramelo. 

- ¡Sí!- Taty aceleró aún más, poniéndose a la altura del coche de Sergio. Ambos se miraron, y ella, sonriente, le lanzó un beso, mientras guiñaba el ojo derecho. 

Esquivando un último proyectil de Samus, activó su ataque especial: Brinco inverso. 

Como si nada, la moto dio una gran voltereta en el aire, por la propulsión de una de sus ruedas. Dio varias vueltas verticales, y con gran habilidad, aterrizó sobre el coche de Sergio, hundiendo con la moto el techo del mismo. Sergio perdió los mandos, introduciéndose así, de lleno en el caramelo, a unos diez metros por detrás de ellos. Taty, por su parte, saltó del techo, y continuó en la carrerra, en cabeza.