Capítulo 20: Seguimiento

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La luz inundó de arriba a abajo el lugar, brindando una visión más nítida de todo lo que había a su alrededor. 

Bentius, el extraño que hacía unos segundos la había inmovilizado, se mostraba ante ella. 

Tendría entre veinte y veinticinco años, ropa normal, con una capa blanca colgando por su espalda, y mirada analizadora. Su pelo era de un color blanco brillante, corto y con un poco de flequillo, que hacía elegante al joven chico. Dentro de lo que cabía, era guapo (:3) Parecía un niño pese a su altura y voz, lo que extrañó a Nica. Parecía asustado, y aunque se hacía el duro delante de ella, intentando disimular su miedo que tenía a la chica, podía verse su temor, en sus ojos, en su respiración... 

- ¿Cómo has llegado hasta aquí?- preguntó serio, mirándola de arriba a abajo. Su mirada la analizaba incesante, intentando buscar algo extraño en ella. 

No podía decir que se lo había dicho el comentarista, porque si no se llevaría una buena bronca. Lo mejor era callárselo, e inventarse una excusa mejor. 

- Me apetecía explorar un poco el sector zero, así, por la cara- respondió ella, intentando parecer lo más segura posible, pero no había acertado mucho con la excusa- Es que me fascina Metroid. 

- Mientes...- le reprochó el extraño joven- Pude ver tu ceremonia de elección de acompañantes, y que yo sepa, no elegiste a Samus Aran. 

Era cierto, pues Nica no había jugado ni probado un solo Metroid, y la había pillado. Nerviosa por intentar convencerlo, miró al suelo, pensativa. 

- Esto... A Samus ya la había escogido Sergio- varias gotas de sudor recorrieron su frente- No pude... Escogerla yo. 

Sin tragarse la excusa, Bentius prosiguió metiendo presión.

- Aún quedaba Samus con traje; además, escogiste Barco Pirata como tu base, en vez de Pirosfera, por ejemplo- una vez más, dio de lleno en la cuestión. 

Nica elevó la mirada, y frunciendo el ceño, se dirigió a él. 

- Vale, puede que no haya venido por coincidencia, pero... ¡Eres muy molesto, con tanta preguntita! 

La reacción de la chica impactó a Bentius, como la vista de una puesta de sol en invierno. 

- Tan solo... Yo...- al chico no le salían las palabras. 

Nica recordó que Chus se encontraba en peligro, y debía ayudarlo. Los monitores eran la oportunidad de dar con el causante de todo, y ese chico no estorbaría en su investigación. 

- ¡Intento ayudar a un gran amigo, así que apártate, y déjame mirar por esas pantallas de una vez!- la chica empujó a un lado al joven, queriendo así llegar hasta los monitores que había al fondo de la sala, que hacían un seguimiento constante sobre los jugadores. Nica se estaba hartando de tanta tontería. 

Bentius puso su mano entre ella y su destino, parándola en seco. 

- Ningún jugador tiene permitida la vista de esas pantallas, así que abandona esa idea. 

Nica lo miró de reojo, enfadada. 

- ¡Pero mira, si es Samus Aran la de allí!- gritó, señalando el gran pasillo por el que había venido. 

- ¿Qué? ¿Dónde?- el chico miró rápidamente a donde ella indicaba, para comprobar si realmente era ella. 

Cuando quiso darse cuenta, Nica ya estaba observando detenidamente los monitores. Encima de cada una de las siete pantallas había un nombre, refiriéndose a cada uno de los jugadores que estaban en ese momento en el torneo. 

Que comience el combate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora