CAPÍTULO 2

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TODAVÍA NO TERMINA...

Ryder subió a el mercedes que los esperaba en la acera. El chofer uniformado cerró la puerta y rodeó el auto para ocupar su lugar. El rubio miró a su hermano que casi bufaba a su lado.

- ¿Qué demonios fue eso?

- No es nada - respondió apenas moviendo los labios.

- ¿Nada?, si no interrumpo la situación no iba a nada bueno -. Le miró burlón -, estabas a punto de arremeter en contra del asustado tipo.

- ¡Ya te lo he dicho, no es de tu incumbencia!

El tono se su voz fue bajo pero había un dejó de peligro. Ryder conocía muy bien a su hermano para insistir y ver hasta que grado pedía el control o dejarle en paz y no hablar con él el resto del camino hasta el restaurante.

Se decidió a no compartir el auto con un asesino despiadado. Miró a su hermano y asintió mirando por la ventanilla la vida cotidiana de los texanos mientras ataba su corbata.

*

Panther agradeció el silencio de su hermano, estaba que hervía por dentro ¿Cómo se atrevía a ir hasta su oficina? No quería ningún asunto con el, ya se lo había dicho miles de veces y el idiota no entendía. Gruñó muy bajo apretando las manos en puños. El maldito día no dejaba de ir cada vez peor.

El auto llegó pronto a su destino, Panther abrió la puerta antes de que alguien más lo hiciera, miró el elegante local y cerró su chaqueta caminando hasta su hermano que lo esperaba para entrar juntos en busca del patriarca de la familia King.

Una bella dama los acompañó hasta la mesa, Frank ya estaba ahí; a ninguno de los hermanos les sorprendió, su padre era un hombre al que le gustaba llegar temprano para así sorprender a sus posibles clientes o a sus rivales de cualquier posible mala jugada en su contra. Incluso a sus hijos.

El hombre alto, con su cabello cano un poco largo y una barba abundante, parecía un hombre amable con el aspecto de un maestro universitario. Sin embargo ambos hermanos sabían que nada más lejos de la verdad. La barba bien cuidada ocultaba una barbilla fuerte que mostraba el carácter arrojado y dominante que compartía con el resto de su prole. Sus ojos azules los miraron y se levantó de su silla, mostrando una gran sonrisa y sus blancos dientes algo disparejos.

- ¡Vaya con esos hijos mios! - Exclamó con un vozarrón que interrumpió las charlas de los demás comensales -, ¡Cada vez los veo más grandes! ¡Mis chicos grandes!

Panther evitó el abrazo de oso de su padre y fue directamente a su silla. Ryder buscó a su hermano con la mirada mientras era apretado por un Frank King emocionado y le dirigió una mirada que habría podido matarlo, él sólo levantó los hombros dándole a entender que alguno de ellos tenia que sacrificarse al recibir ese abrazo.

La gente les miraba divertidos y cuando al fin Ryder se logro zafar del abrazo volvieron a sus respectivos asuntos.

- ¡Joder!

Frank llamó a el mesero levantando su fuerte brazo y después miró a sus herederos con evidente satisfacción.

- Me alegra que estén aquí ambos - dijo tomando la mano de cada uno de ellos con las suyas -, que todavía estén dispuestos a pasar un fin de semana con este viejo que se ha perdido de una buena temporada en la ciudad.

- No te has perdido de nada padre - dijo Ryder soltándose -, la vida en la ciudad es la misma todos los días.

- ¡Vaya, pero que aburridos hijo tengo! - los miró con el ceño fruncido -, si siguen así me voy a perder la oportunidad de tener algún día nietos.

SAGA KING'SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora