CAPITULO 13

8.6K 1K 20
                                    

LO QUE IMPORTA ES PORQUE LO HACEMOS.

Lena llegó como siempre a la oficina, esta vez había decidido dejar suelto su cabello y sólo lo había recogido con unas horquillas manteniéndolo fuera de su rostro. Llevaba uno de sus tantas blusas de suave tejido en color blanco y una falda similar a las que usaba del diario, sólo que esta tenia una abertura a un lado decorada al inicio con un botón grande de un tono más oscuro al gris de la falda.

La noche anterior, ya casi cuando iba a entrar a la cama recibió un mensaje de Panther King para recordarle la cita que tenían al terminar el horario de trabajo. Lena lo leyó y su nerviosa curiosidad la mantuvo despierta por un largo rato. No sabia como debía comportarse con jóvenes, sabia que no podían ser diferentes a los que encontraba en la calle y que estudiaba curiosa su comportamiento. Cualquiera podía pasar y mirarla prestando demasiada atención y pensar en lo extraña que era, pero para ella no había otra manera de entender lo que nunca había vivido por esforzarse en ser la mejor bailarina y que su padre se sintiera orgulloso.

Acomodó la pequeña maleta en el rincón. Llevaba uno de sus vestidos para mostrárselos y así, quizá pudiera romper con el nerviosismo, tanto de ella como el de los jóvenes que iban a el estudio de baile de Panther King.

Recogió las notas de las nuevas citas recién entregadas por la recepcionista. Su jefe había llegado temprano,sólo esperaba que no estuviera acompañado. Arregló la agenda para el día y buscó la grabadora antes de ir a tocar la puerta del director general de Construcciones King.

- Pasé.

La orden sonó como un gruñido. Lena abrió la puerta y entró manteniendo la calma. Se acercó a el escritorio de Ryder King y le tendió la tableta.

- Las citas están listas, si quiere que haga algún cambio...

Los ojos bicolor de Ryder la miraron. Las cejas rubias se elevaron un poco antes de volver a su lugar habitual. La observó apenas antes de tomar la tableta y continuar revisando las facturas que se mantenían en montones sobre el escritorio.

- Ya la revisaré - dijo sin volverla a mirar -, por ahora busque los presupuestos de las dos ultimas obras, la de Jones y la de Rivers. Hay que incluir las facturas.

- Si señor

Lena dio media vuelta y fue hasta la puerta. Ryder apartó la mirada de los papeles frente a él y barrió con sus ojos la figura femenina. Nuevamente los recuerdos empezaron a hacer mella en él. Le estaba siendo imposible imaginar a Lena al lado de su hermano, ni siquiera quería pensar en aquel otro hombre que tomó sus manos en aquel restaurante. Frunció el ceño, ¿Qué demonios seguía pasando con él? Lena era sólo su secretaria, lo había sido por dos años sin ningún problema, todo se había revuelto el viernes hacia una semana cuando la miró bailar como un ángel, etérea, completamente envuelta en su papel.

O quizá fue antes, en la oficina cuando se dedicó a estudiarla por primera vez, cuando algo en ella empezó a llamar su atención. Tal vez sus ropas, su peinado serio y formal, su profesionalismo. Lo único que sabia ahora mismo era que su mundo estaba patas arriba, que algo en él había cambiado y que estaba actuando de una manera que era desconocida para él.

Ese día era viernes, el día en que su hermano saldría con ella. Una punzada recorrió su pecho hasta llegar a su estómago y convertirse en un dolor que buscaba la manera de salir, el mismo sentimiento que lo obligaba a buscar como deshacerse de él. Arrojó la fractura que sostenía en su mano sin prestarle atención., deseaba desahogarse de alguna manera. Se recargó en el respaldo de su silla y suspiró profundamente. Miró los antiguos planos del edificio enmarcados y protegidos con cristal, en ese momento el orgullo de su padre o la emoción de haber sido él quien lo descubrió bajo un montón de escombros no era lo que sentía, al contrario, sus ojos sólo veían lineas gruesas y burdas, letras en español describiendo cada estancia, cada habitación. Números y medidas.

SAGA KING'SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora