CAPÍTULO 21

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QUISIERA DEJAR...

Se estaba volviendo insoportable la semana. Ryder se mostraba incapaz de permitir que una nueva secretaria-asistente hiciera bien su trabajo. Rechazaba a cada una de las mujeres que Samara entrevistaba para el puesto. Samara estaba cansada de ver a las eficientes mujeres desfilar todos los días. Trabajaba como nunca antes lo había hecho, incluso llegó a maldecir a la pobre de Lena Kuztnova mientras ponía en orden los presupuestos para que Ryder los revisara. Pasó por décima vez su mano por su ya mallugado cabello rubio, casi bufó cuando tuvo que borrar por quinta vez una cifra que estaba mal.

- ¿problemas?

Samara levantó la mirada y casi asesinó con ella a Panther King.

- ¿Sabes que en este momento te odio tanto que quisiera matarte y bailar sobre tu cadáver?

- No soy yo al que debes asesinar - le recordó cruzando los fuertes brazos sobre su ancho pecho -, si mi hermano mayor no fuera tan... Idiota, tal vez ya estuvieras en tu santuario.

- A él lo odio tanto que lo desmembraría con un abrecartas sin filo y sin nada que calmara su dolor - gruñó oprimiendo al fin la tecla que imprimiría el reporte que le había llevado toda la mañana.

- ¡Ouch! - exclamó mientras se encogía de hombros.

- ¿Qué demonios pasa? - Ryder salió de la oficina mirándolos con el ceño fruncido -, ¿No tienes trabajo? Estas haciendo perder el tiempo a Samara y necesitó esos malditos presupuestos. ¡Estamos atrasados!

- No me mires a mí - Panther levantó las manos inocentemente -, alguien ha boicoteado cualquier oportunidad de encontrar una eficiente empleada desde principios de semana. En este momento no tengo a mi muy querida asistente y hago lo que puedo.

- Intenta hacer más de lo que puedes hacer - le indicó acercándose a Samara -. ¿Los presupuestos?

- En un momento están listos Ryder - se levantó tomando las hojas que salían de la impresora.

- ¿Aún sigues aquí? - miró a su hermano manteniendo el mismo aspecto severo y malhumorado.

- Bueno, mi hora de comida empieza en... - miró su reloj siguiendo las manecillas con mucha paciencia -, a ver, cinco...cuatro...tres...

- ¡Mierda! - Maldijo en voz alta y casi le arrebató los papeles a la rubia cuando se los tendió aguantando una sonrisa por la actitud de su jefe.

Ryder entró a su oficina y volvió a maldecir de que la puerta fuera de cristal y se cerrara suavemente sin azotarse y así señalar lo furioso que estaba.

- Te invitó a comer para recompensarte por lo que has hecho estos días.

- No - respondió con ese mismo tono seco y furioso -, en estos momentos no deseo ver a ningún King porque temo que mis deseos se cumplan y no quiero convertirme en una asesina de la familia King. Seria demasiado para mí - se levantó llevando un recipiente de plástico en donde comúnmente llevaba su comida -. No me gusta tener a la prensa sobre mí, además mis hijos se morirían de vergüenza y no por haberme convertido en una asesina de los King, sino por verme en la prensa y televisión, dicen que aumenta unos kilos y ¡Dios, que me ha costado bajar unos cuantos! - miró a su jefe que se aguantaba una carcajada -, a ellos no les gustaría que les dijeran sus amigos que me veo gorda en televisión.

Panther no se aguantó y rió a carcajada abierta. Sámara salió de la dirección general con una leve sonrisa.

Entendía perfectamente a la pobre de Samara, Ryder estaba completamente cerrado y estaba convirtiendo todo eso de la nueva empleada en algo muy difícil. Gracias a Dios que esa semana había empezado Win a trabajar para la constructora, el nuevo departamento de diseño había sido su idea y a él le había parecido genial, así que la mayor parte de su tiempo libre, si es que quedaban algunas horas en el día pasaba a su oficina para ver si estaba bien o si necesitaba algo, el resto del tiempo trabajaba como un esclavo ¡Maldición estaba siendo una horrible semana!

SAGA KING'SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora