Me levanto por los rayos de sol en mi cara, y al abrir los ojos me encuentro con los lindos y penetrantes ojos cafés de mi novio, que al verme despierta me da un cálido beso en los labios.
—Que lindo es despertar así —digo separándome.
—Ojalá pudiera despertar así todos los días —me mira directamente a los ojos.
—¿Qué hora es? —pregunto estirándome en la cama.
—Son las diez y media —dice tranquilo sentándose en la cama.
—¡¿Que?! —pregunto exaltada —Por que no me levantaste antes —me pongo de pie.
—Es que te veías tan calmada durmiendo, que se me olvido que tenías que ir hoy a la empresa —dice ya de pie.
—Y tú tenías que ir a la universidad —saco la ropa de mi armario.
—Sí, pero no tenia ganas de ir, quería quedarme toda la tarde contigo —me abraza por detrás y yo me volteo, quedamos frente a frente.
—Puedes ir conmigo a la empresa de Bruno —sugiero dándole un beso.
—No, pero puedo recogerte —dice y me separo de él.
—Está bien, me voy a bañar —me dirijo al baño.
Me doy una ducha de 10 minutos, y salgo del baño. Cuando salgo Fernando ya se ha ido, me dejó una nota que dice "Preciosa, me tuve que ir, por que tenía que llevar una hoja de vida a un hospital, desayunas bien, te recojo a la 1:00 P.M. Un beso. Te quiero" . Dejo la nota por alguna parte del cuarto y empiezo a cambiarme. Me pongo una camisa clásica mangas largas de cuadros rojos, un jean azul y unas zapatillas negras, seco mi cabello y lo dejo suelto, me maquillo, tome mi bolso y bajo las escaleras. Tomo las llaves y salgo de la casa.
Tomo un taxi y llego más o menos veinte minutos después. Miro el reloj de mi muñeca y son las 11:30 A.M. Así que voy a una cafetería cerca de la empresa y pido dos donas y un zumo de naranja. Cuando termino de comer le pago al mesero y me dirijo a la empresa. Al llegar, voy donde la secretaría.
—Buenos días señorita, ¿se encuentra el señor Bruno Hernández? —le pregunto a la secretaria.
—Sí señorita, ¿tiene cita con el? —pregunta y yo asiento —su nombre por favor —dice marcando un numero.
—Abigail Johnson —ella asiente.
Empieza a hablar por teléfono, luego me mira.
—La espera en cinco minutos en su oficina, es aquí en frente —le sonrío.
—Gracias —ella me sonríe.
Me dirijo a la oficina y toco antes de entrar.
—¿Puedo pasar? —pregunto con la puerta entre abierta.
—Claro nena, pasa, mira no Más lo grande y bonita que estás —dice abrazándome.
—Gracias Bruno —me separo de él.
—Siéntate y cuéntame ¿qué te trae por aquí? ¿Por qué te urge tanto encontrar trabajo? —pregunta sentándose en su silla y yo lo imito.
—Pues, necesito trabajar, por que me quiero independizar y necesito comprar unas cosas para mi hijo, y no quiero pedirles a... —me interrumpe.
—¿Estás embarazada? —pregunta asombrado y yo asiento —felicidades Aby, y claro que te doy trabajo. Sé que eres muy responsable y puntual, ¿te parece ser mi asistente? —pregunta y yo le sonrío.
—Claro, yo trabajo en lo que me pongas Bruno, gracias —me sonríe.
—No te preocupes, es como un favor que le debía a tu papá, empiezas el lunes —asiento.
—Claro, el lunes me tienes aquí a primera hora —nos despedimos.
Salgo de la empresa y en la puerta eme encuentro a Fernando recostado, con los brazos cruzados en su auto. Al verme camina hacía mí y me da un beso.
—¿Cómo te fue mi amor? —pregunta cuando nos separamos.
—Bien, el lunes comienzo como asistente de Bruno, y a ti ¿cómo te fue? —enredo mis brazos alrededor de su cuello.
—Muy bien, también empiezo el lunes, pero como practicante, ¿ya almorzaste? —pregunta dándome otro beso.
—No, ya me está dando hambre de nuevo —digo y acaricio mi vientre.
—¿Te parece si vamos a almorzar? —asiento.
—Está bien, pero después vamos a ver a Lucas, ¿si? —asiente.
—Está bien, vamos —dice y me abre la puerta, entro y la cierro, luego se sube él y arranca.
Llegamos a un restaurante cercano y pido un arroz con pollo y un jugo de fresa, Fernando pide lo mismo pero con una copa de vino, yo también quería vino, pero no puedo tomar alcohol. Comemos y platicamos muy animados.
Una hora después, nos dirigimos al hospital. Mamá nos dice que Lucas está respondiendo bien a los medicamentos, pero aún no se despierta. El doctor dice que es posible que Lucas se demore en despertar.
Cuando dijo eso me sentí muy mal. No quiero que mi hermanito se muera.
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Un Pedacito De Mí
RomanceAbigail Johnson, es una chica de 19 años, segura de sí misma, inteligente y muy bonita, que se deja llevar por un momento de pasión y termina acostándose con su novio, Quedando embarazada. Ella decide contarle, pero él le pide que aborte. ¿Podrá Abi...