Cuando salgo de la empresa me encuentro a Fernando recostado en su Audi negro. Voy hacía él, enredo mis manos en su cuello, él en mi cintura y le doy un apasionado beso en los labios.
-Uy, pero que cariñosa -dice sonriendo cuando nos dejamos de besar.
-¿Te gusta más la Abigail seria? porque si quieres... -me besa.
-Me gusta más esta, en realidad, me gustan las dos. Pero, me encanta cuando te pones así; ¿nos vamos? -pregunta y yo asiento.
Me subo en el asiento de copiloto y él, en el del conductor.
-Te parece si vamos primero a almorzar, tengo mucha hambre y se me antojan unas tortillas, que ni te digo -hago una mueca y él se ríe, luego enciende el auto.
-Claro que sí -dice y pone en marcha el auto.
Llegamos a un restaurante, pido unas tortillas con un vaso de jugo y Fernando pide un café nada más. Terminamos de comer y pagamos, luego nos dirigimos al hospital. Al llegar vamos a la sala de espera, para esperar a que me llamen.
-Mi amor estás fría y sudando, ¿te sientes bien? -pregunta Fernando con preocupación.
-Sí solo que, estoy un poco nerviosa -respondo y él toma mi mano.
A lo lejos se escucha un mensaje, que dice: "Abigail Johnson, acercarse a ginecología" y mis nervios aumentan.
-Todo va a estar bien, vamos -asiento y él besa mi mejilla.
Nos dirigimos a ginecología y entramos, la doctora nos recibe con una cálida sonrisa.
-Siéntense por favor -hacemos lo que dice -viene a revisión ¿cierto? - pregunta mirando unos papeles.
-Sí -respondo algo nerviosa, siempre me pasa esto cada vez que vengo al ginecólogo.
-Bueno, recuéstese en la camilla y deje al descubierto su vientre, por favor.
Me alzo la blusa dejando ver mi no tan grande pancita y me acuesto en la camilla, ella se sienta a mi lado. Me echa un gel muy frío en la parte baja de mi vientre, mi mano está entrelazada con la de Fernando.
-Se ve claramente el sexo de su bebé -dice la doctora.
-Díganos que va a ser -dice ansioso Fernando y yo le sonrío.
-Es una niña -se me escapa una lágrima.
Miro a Fernando y tiene los ojos cristalizados.
-Una niña, mi pequeña -otra lágrima se me escapa.
La llamó pequeña, su pequeña, no lo puedo creer.
-Pues, eso es todo, la niña está perfectamente bien. Los felicito, ya puede retirar el gel -me entrega una servilleta.
-Gracias, ¿es todo? -pregunto poniéndome de pie con ayuda de Fernando.
-Sí, nos vemos dentro de un mes, tomen -nos entrega la foto de nuestra hija.
Pagamos y salimos del hospital para ir a ver a Lucas. En el camino vamos hablando de la bebé. Hablamos de todo lo que hay que comprar; biberones, pañalera, cuna, y sobre todo hay que buscar un nombre. De tanto hablar llegamos más rápido de lo que pensé. Vamos a la sala de espera y ahí está mi madre, que no se mueve de aquí por nada del mundo.
-Hola mamá, ¿cómo estás?¿cómo está Lucas? -pregunto abrazándola, Nando hace lo mismo.
-Igual, no hay avances -responde triste y se me cristalizan los ojos.
-Voy a verlo -le doy un beso a Fernando y me voy al cuarto de Lucas.
Llego al cuarto del hospital y lo veo postrado en esa cama. Se me encoje él corazón.
-Hola pequeñín, tengo muchas cosas que contarte. Ya me mudé y adivina, vas a tener una sobrinita, me lo dijeron hoy. Lucas, despierta ¿si?; no sabes la falta que me haces, como me gustaría que estuvieras bien -una lágrima se desliza por mi mejilla y cae en la mano de Lucas.
Siento que su mano se mueve dentro de la mía y alzo la vista, Lucas está despierto. Me levanto y tapo mi boca con mis manos.
-Lucas... Lucas, hermanito -lo abrazo.
Me separo de él y voy por el doctor.
-¡Un doctor por favor! -grito.
Los doctores empiezan a entrar y me sacan del cuarto.
-¿Qué pasó Aby? -pregunta mi mamá preocupada cuando me ve salir de la habitación llorando.
-Lucas... Lucas, despertó mamá -ella corre a abrazarme.
-No lo puedo creer -se separa de mí -llamaré a tu papá, ahora vengo -dice y se va.
Enseguida viene Fernando y me abraza fuerte.
-Te dije que Lucas iba a despertar.
-Sí, ya sé.
-Abigail, ¿quisieras ir hoy a una cena conmigo? -se separa de mí.
-Claro que sí Fernando, ¿a qué hora pasas por mí? -pregunto.
-A eso de las 7:00 P.M. ¿Te parece? -asiento.
En el transcurso de la tarde llega mi padre, Azael y Laura. El doctor dice que Lucas está bien, pero no lo podemos ver por hoy, porque le están haciendo análisis y necesita descansar. Fernando me lleva a mi casa y comienzo a arreglarme para ir a cenar con él.
Me quito el uniforme y voy a ducharme. Salgo y busco en mi armario que ponerme; saco un vestido rojo pegado al cuerpo con un lazo negro arriba de mi vientre, un chaleco que me llega arriba de mi vientre y unas baletas negras. Me hago un tomate y dejo mechones caer, me maquillo (polvo, rímel, sombra, delineador, labial rojo), y tomo mi bolso de mano, meto mis llaves, la cartera y el celular, en eso tocan el timbre y abro la puerta.
-Wow, te ves hermosa -me da un beso.
-Gracias -salimos.
Caminamos al estacionamiento, entramos en el auto de Fernando y él arranca.
Llegamos a un restaurante y subimos a la azotea. Hay una mesa para dos y unas velas, que alumbran, además de la luna. Nos sentamos y comenzamos a comer; meto un bocado de comida a mi boca y siento algo duró, lo saco de mi boca y veo un... Anillo. Abro mis ojos como platos y Fernando se pone de pie, sonríe.
-¿Esto es lo que yo creo? -pregunto y me quita el anillo.
-Abigail, eres una mujer muy hermosa que llegó a mi vida en un momento no muy bueno para mí, pero llegaste a cambiarla por completo. Cuando estoy contigo me olvido de todo, y tengo que decirte que te amo y también amo a tu hija como si fuera mía; Abigail Johnson ¿Quiere ser mi esposa? -no lo puedo creer.
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Esta es mas o menos la cara que puso Aby.
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Un Pedacito De Mí
Roman d'amourAbigail Johnson, es una chica de 19 años, segura de sí misma, inteligente y muy bonita, que se deja llevar por un momento de pasión y termina acostándose con su novio, Quedando embarazada. Ella decide contarle, pero él le pide que aborte. ¿Podrá Abi...