Un Pedacito De Mí

Epílogo

6 Años después

Ya han pasado seis años desde el nacimiento de mis hijos. Ahora los mellizos tienen 6 años y victoria 7, están muy grandes y hermosos. Por otra parte, Fernando y yo estámos mejor que antes.

Lucas tiene 18 años y se hizo novio oficial de Emma, la hermana de Fernando; son tan tiernos, aunque ellos no lo admitan. Azael y Laura están más viejos y tuvieron otro hijo, una niña que se llama Milissa y tiene 4 años; Andrés, su hermano mayor tiene 6 años. Mis hijos y ellos se llevan de maravilla, parecen hermanos, bueno cuando no pelean.

—Mamá —Allison me saca de mis pensamientos.

—Dime, mi amor —la miro sonriendo.

—¿Cuando nos vamos para dónde la abuela? —pregunta cruzada de brazos.

—Ahora que me termine de arreglar —le respondo.

—No te demores mamá, quiero jugar con Meli y con Andres —hace puchero y sonrío.

—Está bien, mi amor —digo y sale corriendo.

Mi hija es muy bella y no lo digo porque sea mi hija. Tiene el cabello castaño claro, ojos azules, piel blanca y labios rosados. Por otra parte Taylor tiene el cabello castaño oscuro, ojos azules y labios rosa.

—Mamá, no sé que ropa ponerme para ir donde mi abuela —dice Victoria triste entrando al cuarto.

—Ven vamos, te ayudo —llegamos a su cuarto y nos ponemos de acuerdo en que se pondrá una braga de Jean y unos vans.

Le hago una trenza francesa y vamos a la sala, Fernando está con los mellizos jugando a perseguirse, es una escena muy bonita.

—¿Ya nos vamos? —pregunto y ellos voltean a vernos.

—¡Sí mamá! —dicen mis hijos a unísono.

—Voy por el auto —avisa Fernando.

—Yo te acompaño papá —dice Taylor.

—Vamos campeón —salen de la casa, yo agarro a las niñas y los seguimos.

Montamos a los niños en la parte trasera del auto, les ponemos el seguro y nos montamos nosotros, yo de copiloto y Fernando en el  asiento del conductor.

Arranca y en menos de una hora llegamos a la casa de mis padres, los cuales prepararon una parrillada.

—¡Abuela! —gritan mis hijos cuando ven a mi mamá.

—Mis amores —mi mamá y les da un beso y un abrazo a cada uno.

—¿Dónde están Andrés y Meli abuela? —pregunta Victoria.

—Están en el jardín, esperándolos —responde mi mamá y ellos corren al jardín.

—Hola mamá —la saludo.

Le doy un beso y un abrazo, Fernando hace lo mismo.

—Entren —dice y le hacemos caso.

Saludamos a todos en el jardín y luego nos ponemos a hablar, a los pocos minutos llega Lucía; una vieja amiga que tiene tres hijos, dos niños y una niña, el niño mayor tiene 8 años, el segundo tiene 6 años, la niña tiene 3 años, y es amiga de Melissa. Nos saludan y sus hijos se van a jugar con los nuestros, ya tenemos una hora hablando y riéndonos, en eso llega Victoria corriendo.

—Mami, mami, mira lo que me regaló Juan —dice mi niña sonriendo alegre.

—Está muy bonita mi reina —digo mirando la flor que tiene mi hija en sus manos.

—Me dijo que me la daba con mucho cariño, ¿me la tienes mami? —pregunta inocente.

—Claro mi amor, vez a jugar —ella sale corriendo a jugar con sus amigos.

—Veo que tu hijo es muy coqueto —dice Fernando celoso y yo me rio de él.

—Son unos niños Fernando —responde Lucía riendo también y Laura se nos une.

—Sí, pero parece que cuando sean grandes van a ser novios —habla Azael y Fernando lo mira mal.

—Bueno ya, dejen de pelear, parecen niños. Lavense las manos y vengan a comer, también lavenle las manos a los niños —ordena mi mamá y asentimos.

Cada uno coge a sus hijos y les lava las manos. Nos sentamos en el comedor.

—¿Cómo les va en la escuela, niños? —pregunta mi mamá.

—Bien abuela —dicen los mellizos al mismo tiempo, se miran y ríen.

—A mí me va bien, señora —responde Juan  y Victoria lo mira, se le iluminan los ojitos.

—Dime abuela, claro, si tu mami no se molesta —el niño la mira pidiendo permiso y ella asiente.

—Está bien, abuela —dice y mi mamá le sonríe.

—¡A la piscina! —grita Azael y todos nos miramos entre sí.

Nos ponemos de pie y nos tiramos al agua, comenzamos a jugar con los niños y así pasamos nuestra tarde en familia.