Despierto y toco el lado donde está Victoria, al no sentir nada, abro los ojos de golpe, y Fernando la tiene en sus brazos hablándole, sonrío por lo tierno que se ve.
—Aby mi amor, por fin despiertas —se acerca a mí.
—¿Qué hora es? —pregunto y me acomodo en la cama.
—Son las 9:00 P.M. —dice despreocupado y yo abro los ojos como platos.
—No creo que haya dormido tanto —respondo, me pongo en pies y me siento en un sillón al lado de Fernando —¿qué hace despierta Vicky a esta hora? —pregunto mirándola.
—No tiene sueño, además, tiene hambre, ¿tú no tienes hambre? —pregunta y me pasa a Victoria.
—No, yo no tengo hambre, voy a dormir a Victoria, ya vengo —me dirijo al cuarto de la niña.
Le doy de comer, le saco los gases. Le cambio el pañal y la limpio con pañitos húmedos. Le pongo su pijamita de Mickey Mouse, la duermo y la dejo en su cuna. Enciendo el monitor para bebés y beso la frente de mi niña.
Voy a mi cuarto y Fernando está en la cama sin camisa y con una sonrisa pícara. Le sonrío de la misma forma.
—¿A dónde vas? —pregunta cuando ve que no voy hacia él.
—A bañarme —él camina hacía mí y me besa.
Enrollo mis manos en su cuello y él en mi cintura.
—Mejor, nos metemos en la cama —dice cuando nos separarnos.
—Estoy de acuerdo —comienza a besar mi cuello y sube a mis labios.
Caminamos a la cama y cuando va a subir mi blusa se detiene.
—¿Qué pasa? —pregunto confundida.
—No podemos hacer esto, tú acabas de parir. Si lo hacemos te puedo lastimar —me dice.
—Pero no te puedo dejar así —miro su entrepierna y siento el calor en mis mejillas.
Lo miro y está rojo, sonrío.
—Esto se soluciona, si ya esperamos lo mucho, esperemos lo poco. Te amo —lo beso.
—Yo te amo más —besa mi frente y se separa de mí.
—Descansa —dice y camina al baño.
Me rio cuando él no me ve, es tan bello. Por eso lo amo.
* * *
Me levanto por el olor a comida, me siento en la cama y veo que Fernando ya no está a mi lado.
—Buenos días amor —dice Fernando entrando con una bandeja de comida, llega a mi lado y me besa.
—Buenos días, ¿y Victoria? —pregunto.
Fernando deja la bandeja de comida en la cama y yo tomo un poco de jugo de naranja.
—Está con Domitila —respondo, yo asiento y empiezo a comer.
En la bandeja hay huevos con tocino y el jugo de naranja que ya está por la mitad.
—Hoy voy a comprar el vestido de novia, Laura me va a acompañar, pero tengo una pregunta, ¿Victoria si puede salir? —pregunto luego de tragar.
—Aby, ni tú, ni victoria pueden salir. Tú tienes que reposar, acabas de tener un hijo y Victoria está muy pequeñita —me advierte con seriedad y lo miro.
—Ya lo sé Nando, entonces me toca visitar páginas y escoger un vestido con la ayuda de Laura por Internet. Para que me lo traigan a domicilio —digo y me pongo en pies.
—Es lo mejor para ti y mi hija, no quiero que nada les pase por querer hacer todo al tiempo. Tenemos un mes todavía para casarnos —me abraza.
—Está bien —respondo y él sonríe.
Lo beso, tocan la puerta.
—Adelante —dice Nado separándose de mí.
—Buenos días señora —dice Domitila quién trae a mi hija en sus brazos.
—Buenos días Domitila —camino hacía ella y tomo a mi hija, ella sale del cuarto —Buenos días mi amor, ¿tienes hambre?... A comer —me siento en la cama a darle pecho y la veo succionar con desespero.
—Ya me tengo que ir o llegaré tarde, adiós, cuídense —dice Fernando y me besa, luego besa a Victoria en la frente, la cual está concentrada succionando mi pecho.
Cuando Victoria termina de comer, me doy un baño y me pongo un jean, una camisa blanca y unos vans, luego le comento a Laura que me ayude a elegir un vestido de novia. Ella llega y nos ponemos a ver en una página que entrega a domicilio el mismo día. Elegimos uno y a las horas lo traen.
—Es perfecto —digo y Laura asiente.
—Sí y ya quítatelo, lo vas a ensuciar —dice Laura, quién trata de dormir a Victoria porque está un poco inquieta —además, tu hija no se queda quieta —la mece en sus brazos y Victoria comienza a llorar.
—Ya mi amor, ya voy. Laura cálmala un momento mientras me quito el vestido —voy al baño y me quito el vestido, me pongo mi ropa anterior.
Salgo del baño y tomo a mi hija quién se calma apenas la tomo en mis brazos y la acuesto en mi pecho. Le pagamos a la señora que trajo el pedido y Laura se lleva el vestido para que Fernando no lo vea.
Después que Laura se va, me acuesto en la cama con Victoria que se queda dormida y yo imito su acción.
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Un Pedacito De Mí
RomanceAbigail Johnson, es una chica de 19 años, segura de sí misma, inteligente y muy bonita, que se deja llevar por un momento de pasión y termina acostándose con su novio, Quedando embarazada. Ella decide contarle, pero él le pide que aborte. ¿Podrá Abi...