Capítulo 13

8.6K 445 6
                                    

Fernando y yo quedamos muy cerca. Nuestras narices se rozan y yo me voy a separar, pero él me besa. Un beso muy tierno y especial, se siente bien, le doy paso a su lengua y comienzan a danzar juntas. Nos separamos por falta de oxígeno.

Ese fue el mejor beso que me han dado en la vida.

—¿Qué fue eso? —lo miro sonrojada.

—Un beso —responde burlón y ambos reímos —¿nos vamos? —pregunta y yo asiento.

Nos dirigimos a su auto, me abre la puerta y arrancamos. Duramos como media hora y llegamos al cine. Entramos y compramos los boletos, nos vemos "Bajo la misma estrella". Esa película me hizo llorar y me di cuenta que Fernando también lo hizo y se veía tierno llorando por una película.

—Así que sentimental, eh —me burlo, cuando salimos del cine.

—Tenía una pestaña en el ojo —se encoge de hombros.

—Ajá si, como no —rio a carcajadas.

—No te rías y no le digas a nadie —se pone frente a mí.

—¿Por qué? Si te veías muy tierno, llorando por una película —me rio de nuevo.

Él solo se me queda viendo con una sonrisa tierna en sus labios.

—Aby, ¿te puedo hacer una pregunta? —dejo de reír.

—Claro dime, ¿qué pasa? —lo miro atenta.

—¿Quieres ser mi novia? —me quedo helada.

No sé que responder, ¿será que me doy una oportunidad con Fernando?

—Fernando yo.... —me interrumpe.

—Piénsalo sí, me gustaría demostrarte que todos los hombres no son como el bastardo de tu ex  —dice con tristeza en sus ojos.

Así que decido darme una oportunidad. Después de todo este chico me atrae y es un buen hombre.

—Fernando yo no necesito pensarlo. Sí, si quiero ser tu novia —digo y él sonríe, me alza dándome vueltas —Nando, bájame, acuérdate del bebé —hace lo que le pido.

—Mi amor lo siento —me besa —perdóname, bebé —se agacha y besa mi vientre, yo sonrío por lo lindo que se ve.

—Fernando, ¿nos podemos quedar a comer una pizza? —pregunto tiernamente.

—Lo que a mi novia se le antoje —le doy un beso.

Vamos a un restaurante de comidas rápidas cerca y pedimos, dos porciones de pizza, con un jugo hit de mora. Platicamos, y me río demasiado creo que me duele la barriga por eso. Con esta tarde me doy cuenta que Fernando es todo lo contrario a Leonardo. Y me gusta que lo sea.
Nos vamos de allí y él me lleva a la casa.

—Bueno preciosa, sana y salva en tu casa —dice sonriendo.

—Gracias Nando. Esta fue una tarde muy entretenida, gracias—lo beso.

—De nada, cariño. Que duermas bien, adiós. Bye bebé —besa mi mejilla y acaricia mi vientre.

Entro a mi casa.

—Aby, ¿y esa cara de idiota? —dice Azael y Lucas ríe, yo lo miro mal.

—Así te veías tú, después de las citas con Laura —me defiende Lucas y yo rio.

Azael le tira una almohada.

—¿Y mis padres? —pregunto quitándome las botas.

—Llamaron y dijeron que se demoraban, ¿por qué? ¿tienes hambre? —pregunto yendo a la cocina.

—No, Fernando me llevó a comer —me acomodo en el sillón.

—¿Tu novio? —pregunta Lucas, dejando su tarea a un lado.

—Sí, mi novio —digo sonriendo, por lo bonito que suena.

—¿Ya son novios? —pregunta Azael sorprendido.

—Sí —respondo.

—Espero que te haga feliz, sino, se las verá conmigo —dice volteando los patacones y yo ruedo los ojos.

Después que Azael y Lucas comen, vemos una película pero esta vez de miedo. Azael y Lucas están cagados del miedo, yo sólo me rio por todo lo que hacen. A la chica de la película le tocan el timbre y la matan, mis hermanos y yo nos abrazamos. En eso tocan el timbre y nosotros casi salimos corriendo del susto.
Son mamá y papá.

—Mamá, nos asustaron —dice Lucas tocándose el pecho.

—Sigue viendo esas películas, después no vayas a molestar a nuestro cuarto, porque no te abro, me oíste —lo regaña mi mamá.

—Mami no seas mala —dice y mi mamá lo miro mal.

—Tú mamá tiene razón Lucas, la última vez que te viste una película así, no dormiste en un mes —dice papá y yo rio al recordar la cara de Lucas.

—No te rías Aby —dice asustado y yo dejo de reír.

Cada uno se va a dormir. Me baño y me pongo mi pijama de osito, que consiste en un pantalón largo mostaza y una blusa blanca con un oso grande en el medio. Me cepillo el cabello y me voy a acostar. En eso tocan la puerta, la abro y me encuentro con una escena muy linda, Lucas con su osito de peluche.

—¿Puedo dormir contigo? —pregunta con su carita de perrito regañado y no me puedo negar.

—Está bien, entra Lucas —digo y se acuesta en mi cama.

Me acuesto al lado de él y lo abrazo.

—Hasta mañana, Aby —cierra sus ojitos.

—Hasta mañana, pecas —cierro mis ojos.

Un Pedacito De Mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora