Capítulo 28

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Fernando Miller

Aby se ve muy cansada, aún así, la ánimo para que siga pujando. Mi Aby es toda una guerrera, no sabe cuanto la amo.

—Es una linda niña —escucho decir al doctor y lo miro.

En sus manos tiene a mi hija, mi bebé, me la entrega y cuando se la voy a mostrar a Aby la veo inconsciente, la niña sigue llorando en mis brazos y comienzo a mecerla.

—Ya nena, no llores mi amor, papá esta aquí —ella deja de llorar y comienza a mover la cabeza, buscando mi voz.

Siento una corriente por todo mi cuerpo. Mi bebé reconoció mi voz, me siento muy feliz.

—Doctor, nos tenemos que llevar a la niña —me dice una enfermera y se la entrego, pero antes beso su cabeza y la de Abigail, antes que se las lleven.

Luego de eso me quito el atuendo y voy a sala de espera, está toda la familia de Abigail y mi hermana, al verme corren hacia mí.

—¿Ya nació?¿cómo está mi hija? —pregunta la mamá de Aby.

—Sí, es una niña hermosa. Usted oficialmente ya es abuela. Después de tener a la niña Aby se desmayó; debe estar cansada y más por el accidente que tuvo, ahora la están revisando para ver si todo está bien y no se hizo daño. Si está bien, muy pronto la bajan a piso y la puedan ver. A la niña la pueden ver en él pabellón de neonatos, o cuando se la lleven a su madre —explico y a mi suegra le brillan los ojo y una lágrima baja por su mejilla, le sonrío.

Mi suegra camina hacía su esposo y se abrazan, Emma se me acerca y me sonríe.

—¡Ya soy tía! —dice alegre y abraza a su novio.

—Y yo tío —dice Lucas y me guiña un ojo.

Yo le sonrío y le susurro un "la cuidas" y él asiente. Me voy y me indican donde está la habitación de Aby, me dirijo a ella. Al parecer no tiene fracturas y se encuentra bien, le pusieron una bendita en la frente y tiene aspecto de cansancio. Pobrecita, debe ser duro traer un bebé al mundo y más después de tener un accidente. Beso su frente y se mueve, pero no se despierta, decido darle una sorpresa.

Abigail Johnson

Siento que alguien besa mi frente pero no abro los ojos, estoy demasiado cansada para ver quién es. Siento que duermo como una hora más, todavía estoy cansada pero ya no tanto, así que abro los ojos y todo el cuarto donde me encuentro está lleno de flores y globos.

—¡Felicidades, nueva mamá! —gritan todos y yo sonrío.

Está toda mi familia, Fernando se acerca a mí, me da un beso casto.

—Felicidades amor, ¿Quieres ver a victoria? —pregunta y yo asiento.

Como no voy querer ver a mi hija. Acaricia mi mejilla, me sonríe y se va. Todos se acercan a felicitarme.

—No me lo creo aún. Mi hija, mi bebé, ya es mamá —dice mamá y derrama una lágrima yo se la limpio, sonrío y nos abrazamos.

Siento la puerta abrirse y me separo de mamá. Miro hacia la puerta y veo a mi bebé en los brazos de Fernando, su papá. Se acerca y me la da. Al sentirla me entra una felicidad tan grande que una lágrima resbala por mi mejilla.

—Hola mi amor, soy tu mamá corazón. No sabes cuanto te quiero y cuanto esperé este momento —le acaricio su pequeño rostro y sonríe en medio de su sueño.

Beso su frente y se remueve en mis brazos, pero no despierta, tiene el sueño pesado como... Leonardo.

—Está muy linda, ¿puedo cargarla? —pregunta Laura y se la entrego —Es tan liviana —dice y mi hermano la mira con un brillo especial.

Yo sonrío, y mi hija comienza a llorar.

—¿Qué le hiciste a mi sobrina Laura? —pregunta Lucas y Laura me la entrega, luego lo miro mal.

Lucas ríe y Emma lo golpea, yo me rio de su cara. Comienzo a mecer a mi hija en mis brazos y se calma lentamente, lleva su diminuta mano a su boquita —Tiene hambre —pienso.

—Tiene hambre, debes alimentarla —me dice Nando adivinando mis pensamientos.

Asiento con la cabeza, le doy de comer a mi bebé, por primera vez; Nando nos saca una foto. Luego todos se van, una enfermera se lleva a mi hija y me ordena que descanse; eso hago y me quedo dormida.

Fernando Miller

Salgo del cuarto de Aby, y me dirijo a mi consultorio. Al entrar me llevo una gran sorpresa...

Un Pedacito De Mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora