Un Pedacito De Mí

Capítulo 35

Leonardo Salazar

Luego de que me saquen de la casa de Abigail, me voy a mi departamento y comienzo a arreglar mi plan para poder estar con mi hija. Busco a la ex de Fernando y la cito en dos horas en la cafetería que está a la vuelta de mi departamento.

—Tú eres Leo, ¿cierto? —pregunta en cuanto me ve.

—Sí y tú Camila —ella asiente.

Se sienta frente a mí y ordenamos. Cinco minutos después nos traen los cafés.

—Y entonces, ¿cuál es el plan? —pregunta luego de tomar un sorbo de su café.

—El plan es el siguiente... —me acerco a ella y le susurro el plan al oído —Entonces, ¿cuento contigo? —pregunto y me incorporo en la silla.

—Dalo por echo —me sonríe maliciosamente, y yo le de devuelvo la sonrisa de la misma forma.

Abigail Jhonson

Luego de que sacan a Leo de la casa, Fernando toma a Victoria y la abraza.

—Shhh, ya hija, no llores, todo está bien —le susurra al oído y comienza a acunarla en sus brazos.

Mi hija se aferra al cuello de su padre y su llanto comienza a cesar poco a poco.

—Fernando, no puedes perder el control así cada vez que veas a Leonardo —lo regaña mi hermano.

—Es que ese idiota hace que me hierva la sangre y pierda el auto control —dice Fernando y le entrega la niña a Domitila, la cual se durmió en los brazos de su padre.

—Mi hermano tiene razón, lo que hiciste estuvo mal. Hay otras formas de arreglar las cosas, mira como se puso tu hija —lo miro mal.

—Lo siento —me mira con arrepentimiento.

—Voy por el botiquín, ya regreso —corto el contacto visual y subo las escaleras.

Llego al cuarto de mi hija quien duerme plácidamente en su cama-cuna. Le apago el foco y salgo, me dirijo al baño y tomo las cosas necesarias para curar a Fernando; alcohol, isodine y curitas. Bajo y están sentados hablando, al estar cerca de ellos me arrodillo frente a Fernando y comienzo a curarlo echándole alcohol.

—Ahhh eso arde —se queja y hace una mueca.

—Eso te pasa por andarte peleando —mi hermano se ríe negando con la cabeza.

—Bueno yo me voy —dice Azael y se despide.

—Me saludas a mis padres, a Lucas, a Laura y le das un beso grande a Andrés de mi parte —él asiente.

Camina a mi, besa mi frente, toma la mano de Fernando y después sale.

—Aby, perdón por comportarme así —se disculpa Fernando y me abraza.

—Está bien Fernando, no te preocupes —lo beso.

Después termino de curarlo; Victoria se despierta y almorzamos juntos. Domitila prepara unos ricos espaguetis con albóndigas.

—La salida no se cancela. Íremos en la noche, así que deben ponerse más hermosas de lo que son —le sonrío.

Luego de comer nos ponemos a jugar con Victoria, le hacernos cosquillas y nos metemos un rato en la piscina. Como a las 5:00 p.m. dejamos de jugar, y baño a Victoria.

Le pongo un hermoso vestido rojo con un lazo blanco en la cintura, unas zapatillas blancas y una diadema blanca, le dejo su lindo cabello suelto y Domitila se queda con ella mientras yo me cambio. Voy al cuarto y Fernando se está poniendo los zapatos. Entro al baño y me baño, salgo y me pongo un vestido negro sin mangas que tiene un lazo rojo debajo de mis pechos, unas zapatillas rojas y me maquillo (polvo, rubor, delineador, rímel, sombra negra, y un labial rojo pasión), me hago un tomate y dejo que caigan unos cuantos mechones de cabello. Voy al cuarto de victoria y bajo con ella.

—Wow se ven hermosas, preciosas, bellísimas. No encuentro palabra para describirlas —dice al vernos bajar.

Me río haciendo que Victoria ría también.

—Que exagerado eres. Pero se te agradecen los piropos —digo sonriendo y llegamos a su lado.

—¿Nos vamos? —pregunta y asiento.

Carga a victoria y me da su brazo para salir. Nos metemos al carro y Fernando arranca, en menos de una hora llegamos a nuestro destino; un restaurante muy lujoso. Entramos y el mesero nos guía a nuestra mesa, nos da la carta. Ordenamos y nos ponemos a hablar hasta que nos traen nuestra comida y comemos tranquilamente.

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Hola espero les guste, voten y comenten, ¿cual creen que sea el plan de leo y camila?

Besos.