Capítulo 36

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Luego de terminar nuestra comida nos vamos a la casa y nos acostamos a dormir, hoy ha sido un dia muy cansado.

* * *

—Fernando apurate o llegarás tarde —le digo y voy al cuarto de mi hija.

Cuando llego al cuarto de mi hija, ella está durmiendo tan tranquilamente que me da pesar despertarla, pero si no lo hago perderemos la cita con el doctor.

—Victoria mi amor despierta —comienzo a moverla —bebé, se nos hace tarde —ella empieza a moverse.

Le doy un beso en la mejilla y abre los ojos. La tomo en mis brazos y la llevo al baño, le lavo la carita, los dientes y luego la baño. Luego de bañarla la cambio y bajamos a desayunar.

—¿Todavía estás aquí? —le pregunto a Fernando y mi hija se baja para correr hacia su papá.

—¡Papá! —grita, corre a él y Fernando la carga.

—Mi princesita, ¿cómo estás? —le da un beso en la mejilla.

—Ben —responde Victoria y él la baja.

—Ya me voy —dice y lo beso en la mejilla.

—Adiós —me besa y después se va.

—A ver bebé, vamos a comer, se nos hace tarde —ella camina hacía la cocina.

Abraza a Domitila, quién la carga y besa su mejilla.

—Domitila, ¿le das de comer?, por favor. Me tengo que maquillar —digo suplicante y ella asiente.

Voy a mi cuarto y me termino de arreglar, luego bajo las escaleras y ya mi hija ha desayunado.

—Má, ya—se toca el vientre y yo sonrío.

Tomo mi bolso, nos despedimos de Domitila y nos vamos por el auto. Llegamos al hospital y lo estaciono, entramos y esperamos a que llamen a Victoria, la llaman y entramos al consultorio.

—Buenos días señora Miller —dice el doctor dándome la mano —Hola nena —mi hija le sonríe y también le da la mano.

El doctor se la recibe y yo me río.

—Buenos días doctor —nos sentamos.

Le da un juguete a Victoria para que se distraiga.

—¿A qué se debe su visita? —Pregunta y revisa el historial de mi hija.

—Pues, por control —me encojo de hombros.

—Bueno, vamos a revisar a esta preciosura de niña —mi hija se ríe.

Comienza a revisarla. Le hace todo lo básico, pesarla, tallarla, etc... Luego me da la orden para venir en dos meses. Le agradezco y tomo a Vicky de las manos para irnos a la casa, nos Subimos al auto y nos dirigimos a recoger a Laura quien me pidió que le diera un aventón. Llegamos, toco la bocina del auto y ella sale con otras dos chicas. Una es su hermana, a la otra no la conozco.

—Hola Aby, no te molesta que vengan mi hermana y una amiga, ¿cierto? —pregunta.

—Claro que no, entren —ellas entran y se sientan con Victoria, Laura va de copiloto.

Arranco y vamos hablando por todo el camino. Vamos por una carretera peligrosa así que me quede callada para concentrarme, pero Victoria me llama.

—Mamá, tete —la volteo a ver, tiene carita triste.

Le voy a responder pero una camioneta negra sale de no sé donde y hace que nos salgamos de la carretera, haciendo que frene de golpe. Del otro auto salen dos hombres con capucha.

—Entreguenme a la niña —dice uno de los hombres.

Abre la puerta donde está Victoria, la cual llora por el susto.

—No por favor, llevese lo que sea, pero a mi hija no —digo alterada.

Él nos apunta a Laura y a mí con una pistola y hace un tiro al aire asustándonos y llevándose a Victoria.

—¡No! —grito y me ponen una cosa en la nariz que tiene un olor muy fuerte.

Forcejeo pero todo se va poniendo negro, poco a poco.

Fernando Miller

Estoy trabajando y de pronto mi celular comienza a sonar como loco, así que contesto.

¡Fernando! —grita la voz de Laura por el telefono.

Laura, ¿qué pasa? —pregunto.

Fernando... Abigail y Victoria... —trata de decirme, pero está muy alterada.

¿Qué pasó con mi familia Laura? —pregunto asustado y comienzo a alterarme.

¡Las raptaron! —grita ¿llorando?

¿¡Qué!? ¿Cómo que las raptaron? —pregunto preocupado y comienzo a recoger mis cosas.

¡Sí! Aby venia manejando, se nos atravesaron y... —no termina de hablar por el llanto.

Calmate Laura por favor, voy para la casa allá me cuentas —salgo del consultorio.

Pido un permiso y gracias a Dios me lo dan. Si a Abigail o a Victoria les pasa algo, no me lo perdonaría, con ese pensamiento salgo del hospital.

Un Pedacito De Mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora