Advertencia: contenido explicito, sexo y eso.
En los baños de la universidad, se encontraba un joven con malestar, mas que físicos eran psicológicos.
No podía dejar de pensar que la había cagado y mucho, sus padres le habían dicho ya mil y un veces que no asistiera a la universidad en esas fechas pero que más íba a hacer si ya había pospuesto sus estudios anteriormente por su "condición", le aterraba pedir un traslado nuevamente. Eso si que no.
Por esa razón y muchas más no podías dejar de lado practicamente su Vida.
Con las manos temblorosas sostenía una pastilla y en la otra una botella de agua que no paraba de tiritar, esas pastillas deberían de oprimir durante el día el celo, atrasando lo inevitable, estaba estático y temblando como nunca.
No podía reaccionar, estaba paralizado, pero un estruendo lo hizo salir de aquél trance, alcanzó a discernir parloteos y risas, tomo su pastilla con un poco de agua otra vez su garganta rapaba, eran muy fuerte esas pastillas.
Salió del baño con la intención de lavarse las manos y mojarse un poco el rostro. Salió de ahí los mas rápido que sus piernas le dieron.
Se refugio en la parte trasera de unos departamentos de la U. Su lugar no tan secreto por la intromisión de un ser que lo descubrió por su aroma.
Apareció detrás se unos arbustos y acechó al naiko con la mirada cargada.
El naiko se dió cuenta de su error al dejarse seguir, pero se relajo de manera casi idónea, miro al edgar quién lo observaba desde el silencio.
Este se acercó lentamente, como queriendo no invadirlo, el naiko solo se incorporo, sabía que el edgar solo se preocupaba pero en estos momentos no podían estar cerca del uno del otro,por el propio bien de ambos, pero algo lo atraía inevitablemente hacia el naiko, y este no podía negarse por mas que quisiera.
El naiko abrazaba sus rodillas, escondía la mitad de su rostro y lo hacia aun mas cuando el edgar se acercaba, este solo se sentó junto el apoyándose en sus manos, la fría brisa otoñal se hizo presente helando a ambos cuerpos, el mas alto ni se inmuto, el mas pequeño sintió escalofríos erizandole la piel al tacto de esa fría sensación.
El edgar se percato de ello, el niako sentia como el castaño lo observaba miro la punta de sus zapatos apretando los puños por su adolorido vientre, abrió los ojos de golpe cuando se encontró cara cara con el mas alto, estando debajo de aquel cuerpo mas grande que el suyo encerrándolo y dejándolo sin escapatoria.
Ambos sentían el respirar de cada uno en sus rostros, el edgar parecía estar tan sorprendido como el naiko. No sabia que pasaba, algo lo empujo a hacer aquel tan osado acto, sorprendiéndose de el mismo pero es que ese aroma que emanaba el naiko era irresistible, como si algo se activase dentro de el, algo de lo mas bajo comenzó a buscar mas de ese aroma en ese cuerpo tan menudo.
Pasaba sin ninguna vergüenza su nariz alrededor de su cuello y rostro, como animales reconociéndose, el naiko estaba ahí inmóvil, no podía negarse por mas que luchara por ello, ese algo no lo dejaba, su instinto le ponía en alerta pero su cuerpo entero no podía moverse y por mas que lo negara el sentir el resonar pesado de la nariz del edgar le causaba un placer toxico que no conocía, esas ansias en su estomago incrementaron de sobre manera cuando el mas alto se atrevió a lamer su clavícula.
No podía gritar por auxilio ni escapar, estaban en una zona poco frecuentada de la universidad y paso por su cabeza su peor terror, y si las pastillas no habían hecho su efecto? esa poca cordura acabo cuando sus ansias incrementaron de manera exponencial y ese calor le vino mareandolo de sobre manera, el edgar había mordido su clavícula delicadamente, esas locas ganas que le invadieron de la nada le ganaron.
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Ω∑εの∂verseツ~ Jainicø&Ędnaikø
General Fiction¨En el mundo actual en el que vivimos aún esta esta maldita jerarquía que queda latente, es un alivio pensar que algunas cosas han cambiado pero aún queda mucho por ser libres de ataduras sociales predispuestas, gracias a esto puedo estudiar y trat...