Ω∑εの∂verseツ~ Jainicø&Ędnaikø

Simplemente perfecto.

Advertencia: Bestia & Pesho, Besho.

Esta es una amistad especial porque tu y yo solamente sabemos lo que sentimos.

A solas los dos, en esa fría y oscura noche de otoño, se pasaban la colilla, un buen par de amigos, sentados en una vacía plaza, repleta de arboles, con un cielo difuso de ver, por las hojas arriba de ellos, cubriéndoles la cabeza, el olor a marihuana se hacia agradable para el olfato de ambos chicos que acostumbraban hacer eso cada vez que podían, su infaltable porrito, compartido, mejor entre amigos, se disfruta mas con buena compañía- pasaba por la cabeza de ambos chicos que no decían nada, ya que no era necesario ya habían aprendido de disfrutar de la compañía de ambos en silencio, un cómodo  e inmutable silencio.

De vez en cuando su manos rozaban y entre su vola' se miraban y se reían despacio y lento y se quedaban pegados, concentrados en el sonido del pasar de los coches a lo lejos, parecía un sonido super sonico, casi mágico y cuando terminaba y pasaban mas se reían nuevamente. 

Decidieron tirarse en la tierna yerba y observar el difuso cielo, el frió se hacia presente de apoco y el bueno del pecho, tiritaba un poquito, de esto se percato el bestia y le pregunto.

-teni' frio wueon?- mientras el otro tapadito con su gorrito del poleron solo asentía un poco apenado.

El bestia que era mas corpulento y tenia su poleron ancho y blanco, aprovecho esto para acercarlo y rodearlo con el brazo mientra el en silencio se acomodaba en su costado enterrando su rostro, en su pecho que aun miraba al cielo estrellado con su mano desocupada tras la nuca, pensaba lo lindo que era su amigo cuando se avergonzaba de esa manera, que hueá mas maricona pero... era su amigo de toda la vida, su hermano y su primer amor, cuando pensó aquello una sonrisa se dibujo en su rostro que luego fue borrada por su lado serio y recto, el pecho lo único que hacia era respirar el aroma del otro que lo llenaba.

Un color rojo teñían sus orejas su nariz y pómulos, miraba el bestia a su amigo, sera por el frió  pensaba el Bestia desde la altura y apretándolo mas para acercarlo mas contra si sobandole el borde del brazo en un intento de que entrara en calor, al apretarlo, escucho que su amigo gimió de manera bajita, este solo cubrio su rostro con las mangas de su poleron.

El bestia lo dejó pasar, pasaron así facil una media hora, ya se hacia tarde y decidieron ir a casa, ambos vivían cerca, eran vecinos de hecho.

Entraron a la casa del pecho que vivía con su abuelita, eran ellos dos, el bestia sabia que la viejita tomaba sus pastillas para dormir y no despertaba más hasta el otro día.

Y sabía muy bien como aprovechar esto. Mientras subían la escalera para llegar a la pieza del pecho, estos dos llevaban comida para el bajón, el pecho caminaba espacio detras de su amigo.

Entraron a la pieza y cerraron, pusieron musica y empezaron a comer en silenció metidos en la canción, al bestia se le habia pasado un poquito la volah pero a su amigo parecía que no.

Y con malicia se ha cerco, mientras que este comía un pedazo de pan lento, desprevenido sintió que le besaban el cuello, su parte mas sensible, este solo se estiro hacia atrás tratando de negarse en un intento fallido, balbuceaba.

- Bestia... wueon... que eatay' haciendo?- decía con clara dificultad, mientras que el otro le subía la polera y lo acariciaba por debajo de la ropa.

- ¿yo? Nada...- decía sin ningún pudor, el pecho volteo un poco su rostro para encontrarse con el del Bestia y se besaron lento y apasionadamente, mientras el otro le corría mano como quería.

- Be... mmh- bestia- decia rojo y totalmente pasivo.

El bestia se detuvo a mirarlo y se acomodaron ambos quedando de frente, el pecho tenia sus piernas arriba de las del bestia que les paban por debajo, quedando así  cara a cara, el bestia se desabrochó el pantalón acto seguido por un dudoso pecho quien no paraba de ser besado y ayudado de una mano “amiga”.

-Vamoh' a repetir lo del otro día- dijo el bestia con cierta malicia en esa linda y pequeña sonrisa, ambos besándose y tocando las los miembros del otro, se respiraban en la cara con cierta agitacion y sudor en sus frentes y cuellos.

El bestia tomaba del cuello al pecho para así  poderle besar mejor, mientras que el otro con ambos miembros en sus manos masturbaba flojamente, estaba aún volao y sentía que no tenía fuerza, que desfalleceria en cualquier momento.

Pero eran los besos se su amigo cuales lo mantenían ahí aún, el bestia se calentó más comenzó a masturbarse a ambos con la manos del pecho ahí aún, arriba y abajo de manera rápida y furiosa, hacia que el pecho le respirara y gimiera en el cuello al otro, necesitaba más  y lo abrazó por el cuello mientras el bestia seguía en lo suyo.

Ambos Jadeantes estaban por terminar, y llegando a au punto máximo de excitación,  al fin lograron correrse manchando sus manos su ropa y alfo del futón.

El pecho descanso rendido en el hombro del bestia quién aun repiraba agitadamente, este solo lo tiró para atras y lo limpio seguido por el.

Se a como al lado de su amigo en esa no tan pequeña cama, que era testigo de muchas cosas entre ese par.

Ambos chicos descansaron de aquél día agotador, el bestia siempre recuerda eso de cuando eran más pequeños siempre juntos, esos dias de calor extrema en verano pasándolo en esa pieza mientra qie la abuela le llevaba de esos cubitos de hielo saborizados con jugo en polvo, o cuando llegaban de jugar a la pelota a la casa del bestia con los papas que los retaban en buena y les hacían bañarse y luego les servían almuerzo, o esos días domingos en que hacian asado e invitaban a la abuelita del pecho y a él  a comer asadito rico.

Tantas vivencias juntos, en el mismo colegió y mismo liceo, donde por  primera vez veían porno y se tocaron, solo por inocencia y curiosidad, todo tan nuevo y se sentía bien. Épocas donde tenían sus primeras pololar y discutían de quien tenía mejores notas en ingles o educación fisica.

Luego de todo esas cosas pequeñas y a la vez grandes en sus vidas como su primer porritos juntos y la entrada a la Universidad a la misma carrera, Todo juntos, como primera vez.

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