Ω∑εの∂verseツ~ Jainicø&Ędnaikø

Esto es sólo un...

No recuerdo cuando fue la ultima vez que miré al cielo azul y me sentí así de libre.

Un joven de tez trigueña miraba nostálgico por la ventana, era de mañana y otra vez tuvo que pasar la noche en casa de un amigo, estaba harto de todo pero no podía hacer nada mas que agachar la cabeza resignado y obedecer. Ante un Alfa no podía hacer nada mas.

Era medio día y tenia clases, no podía fallarles, se incorporo en la silla con pesadez y sin animo alguno, comenzó a recoger sus ropas y unas toallas, camino descalzo por todo el departamento hasta el baño solo en calzoncillos y una polera 2 tallas mas grandes que la de el.

Puso el pestillo y se dio media vuelta para acercarse al lavabo, se apoyó en el y luego levanto la vista, encontrándose con su pálido reflejo, observó detalladamente su silueta y su rostro. No era del todo negro y feo como solía llamarlo el Jaime, aparte de decirle "inútil omega".

No podía creer que con el se tendría que casar, una oleada de sentimientos lo invadieron de la nada provocando el quiebre de sus piernas, era muy débil en temas "sentimentales", lo que menos queria en la faz de la tierra era a él y el también se lo hacía notar, no hacía nada mejor que hacerlo sentir una verdadera basura.

Luego de un rato en el frío piso de cerámico, se levanto para poder darse una ducha rápida, ya había perdido tiempo en esa pequeña escena melodramática para el, pero vaya que lo hacía con gracia.

Se depojo de su poca ropa y cerro la puerta corrediza, largo el agua y se entrego al placer de un baño "pseudo matutino" se relajo de sobremanera, eso si que le gustaba, el agua corriendo le por el cuerpo como suaves caricias, se sentía... erótico.

Luego de un rato, cortó el agua y se dispuso salir del baño, se colocó la toalla al rededor de su cintura, cruzó todo el depto semidesnudo en busca de la ropa de ayer, se sentó en una esquina de la gran cama americana y comenzó a vestirse.

Miro la hora y eran las una y cuarto, tendríaun poco de tiempo para ir por sus cosas al depto, pero... se encontraría con él.

Había una cosa que no quería en el mundo en ese momento era verlo, hoy no era la segunda vez en la semana que le hacía lo mismo.

Refunfuño y con pocas ganas se levanto para irse de aquel lugar, se le estaba haciendo costumbre y a la vez familiar, no debía olvidarse de darle las gracias a aquel "amigo en común" del Jaime y el.

Cogió su bolsa y en la puerta miro antes de ir, cerró con llaves, bajo las escaleras y le entrego las llaves al conserje.

Era un día bastante agradable, pero para ser ya hora de almuerzo estaba bastante frío, caminaba un poco incomdo por alquel lugar tan "clase alta", el estaba más que enterado que no pertenecía ahí pero ya estaba acostumbrado a la mirada jusgadora de los que habitaban aquellos lugares tan bonitos y bien cuidados, se había criado en ese ambiente, desde pequeño junto a la familia Navarro, su padre y el del Jaime eran muy buenos amigos lo siguen siendo en la actualidad, pero el Nicolas jamas llegó a entender esa rara relacion entre un alfa y un omega, quién era su padre, era muy correcto que gracias a la ayuda económica de la familia Navarro el vivió bien y pudo estudiar, ya que la mayoría de los omegas eran clase baja como el pero solo corrió la suerte de ser apadrinado por los Navarro, gracias a ellos vivió muy bien y criado de una buena manera junto a su familia, esta oportunidad de estudiar era lo mas importante para el y debía cumplirles, no debía hacer nada mas podía hacer lo que quería, siempre estaría agradecidos con ellos, les debía todo, por eso el haría lo que fuera y por eso mismo sabía su lugar al lado del único hijo de ellos.

Su celular sonó en tono de mensaje, era Iván, le preguntaba si había comido algo y si había dormido bien, el Iván siempre había sido una persona considerada y buena con los demás, era muy empático con la gente, siendo un alfa era realmente "humilde" entre comillas. Era muy pretencioso a simple vista y muy niñato, pero era porque fue criado así, era egoista, Nicolas no lo creía aunque lo decia todo el tiempo, no creía que una persona así de buena como el fuera egoista.