💪magnetic✌

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- Buaah-buaah... hip.. waaaaa.. Hip hip-
El edgar estaba muy nervioso, no sabía como calmar a su pequeño, estaba cambiado de paño y recién había tomado su biberón... El pequeño de 6 meses lloraba y lloraba, edgar lo acunaba en sus brazos y mecía al tratar de calmarlo, Laura ya no daba más con los llantos del pequeño, se cruzó de brazos y equilibro su peso en su pierna derecha, impaciente esperaba a que llegara nikolas, quién había salido temprano en la mañana dejando a cargo a al edgar de su pequeño.

El niño inquieto chupaba sus dedos, con fuerza en ocaciones y al sentir que no salía nada lloraba más, el edgar le había pasado su chupete pero lo escupía al cabo de un rato.

...

Naiko miraba las vitrinas los atuendos de bebé y sonreía con ternura, su aura maternal lo hacía lucir encantador y adorable, algunas personas les llamaba la atención y volteaban a observarlo.

Caminaban con varias bolsas cargadas de cosas para pequeños, juguetes la mayoría, alzó el brazo y el joven alto le abrió la puerta para qué ingresara dentro del auto, se sentía muy raro, cada vez que quería salir solo de aquel depto que llamaba hogar, no lo hacia realmente, siempre iba acompañado del chófer y que de todo ese tiempo nunca tranzaron alguna palabra más que buen día, que tenga buena tarde y buenas noches.

Pensante en su bebe y su amor suspiraba algo ansioso por llegar luego.

Cuando llegaron subió la cosas con el joven de negro y hasta la puerta de la casa fue cuando recién su bebé lo escucho entrar, cuando alfin se había apaciguado, comenzó a llorar por su mamá, naiko soltó todas las bolsas a la par que los llantos del bebe llegaban a sus oídos y casi instintivo fue a por el, lo cargo y pasó del edgar caminando hasta la mecedora y descubriendo su pecho para darle de amamantar.

Laura quedo observando la escena en contemplación, vio la manera de actuar del naiko, vio al edgar quien boquiabierto miraba embobado a su naiko le importo una mierda si no lo saludaba solo lo emocionaba la simple idea de ver a sus mas preciados amores juntos así.

Una vez el bebé calmado lo dejaron descansar tranquilo en su cuna. Edgar llevó toda la ropa sucia del bebé a lavar, mantitas, piluchos*, gorritos y calcetitas del porte de su dedo, se enterneció al ponerlo dentro de su indice, el olor a bebé era maravilloso despertaba en él su lado protector, sonrió por lo que se venia a futuro y lo hermoso y caótica que sería su vida de hoy a futuro.

...

De noche una vez ya en la cama los chicos descansaban, de una vez después de tanto tiempo desde que el bebe se quedo dormido, naiko camino delicadamente en puntillas para no meter ni un ruido para no despertar a su retoño, edgar contemplaba en silencio lo cuidadoso y amoroso que era con lo que respectaba con su hijo, eso nunca lo había visto pero debía ser el instinto, algo innato en él, ¿...será que siempre fue así de dedicado, amoroso y delicado? era obvio que no había nada que decir en el momento de el y su hijo, adoraba eso, pero como siempre cuando el caos del día, entre el trabajo y la familia, terminaban llegaba a su cabeza casi instantánea la idea de que hace cuanto tiempo no tocaba esa piel que exudaba hermosura y maternidad, verle tan sereno le daban ganas de amarlo así, pero su lado perverso siempre quería corromperlo, verle debajo de el quejándose y llorando de no poder soportar mas el calor de ambos sentir como se queman al rose.

Cerca de la cama ya, lo jaló contra así, cayendo encima de el, apoyado en su pecho y mirandolo sorprendido naiko recibio un beso tierno y exploratorio, su boca se movia al compas de ese beso mietras miraba al edgar, una vez separados el edgar lo abrazo cotra si, sintiendo el ritmo de sus pulsaciones, naiko se sonrojo hasta las orejas y enterro su cabeza en su pecho de solo vergüenza, ese acto tan repentino lo tomo por sorpresa, el Edgar notó su clara vergüenza. Su estómago se sintió atolondrado, una eufórica sensación lo invadió.

Invirtió sus posiciones en la cama, el naiko ahora lo miraba desde abajo con los ojos llorosos, el Edgar lo miraba con una linda sonrisa mientras que sus rulos colgaban de manera graciosa desde los costados de su rostro.

Naiko sin dejar de mirarlo a los ojos acarició la mejilla de su contrarió y lo besó tiernamente, con amor y cariño el Edgar besuqueaba sin pudor alguno al naiko desde su barbilla pasando por el cuello y clavículas, proporcionándole al naiko cosquilleos, reía bajito mientras apretaba su cuello, Edgar desvistió su pecho y vió sus pezones maternales, algo hinchados y colorados, la lactancia estropeaba su linda piel alrededor de esa zona, pero no cabía duda, lo hacían ver se cierta manera sexy... Besó entremedio de sus pechos y bajo lentamente dónde estaba su estómago, delicadamente con la yema de los dedos acarició su abdomen llegando a la cicatriz de cesárea, naiko al sentir como se detenía ahí , la inquietud lo invadió, tal vez el motivo de que ya no lo tocara era ese, le daba asco su cuerpo, su abdomen ya no era tan plano y su pecho estaba delicado e hinchado por la leche... Talvez ya no tenían sexo era porque ya no le era atractivo y no le llamaba la atención como antes.

En una fracción de segundos todos esos pensamiento invadieron su cabeza haciéndole temer, pero un beso allí abajo lo dejó sin habla.

-¿sabes?- dijo el Edgar pensante, aún acariciando su abdomen. - Esta parte de tu cuerpo es la mas linda, todo tu, es hermoso pero esta en especial... Porque aquí fue donde por casi 10 meses cargaste a mi hijo, a nuestro hijo, fruto de nuestra unión, ...la marca de nuestro amor, Nicolás...- soltó sin más.

Edgar repodaba su cabeza en el costado del torso del naiko mientras dibujaba círculos en su pancita, naikolas mientras, tapaba su boca en silencio con ganas de llorar, el silencio que reinaba en la habitación se hizo cálido y apacible.

Edgar escuchó sollozar al naiko y de inmediato se incorporó en la cama preguntandole que le pasaba a la cuál, respondió- gracias.. - el Edgar pareció entender el mensaje y solo lo abrazo haciéndolo sentir seguro, seguro es sus brazos.

En medió de esa fría noche podía sentirse en calor junto al amor.

 Ω∑εの∂verseツ~ Jainicø&Ędnaikø Donde viven las historias. Descúbrelo ahora