Part.Two.+18

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Ambos se dirigían a la habitación común andar tambaleante, Nicolás se desvestía con torpeza a la vez que Jaime lo cargaba, Nicolás se aferró mas del alto joven que se dejaba llevar, sentía que se derretirían por  el calor que hacia, la ropa los sofocaba, el muchacho ,mas joven se apoyo en la cama a la vez que depositaba delicadamente a su amante compañero, se besaban de forma frenética, roces y caricias un tanto desesperadas por parte del joven inexperto que era Nicolás, quería sentirle, en lo mas profundo de su ser, quería de manera urgente descubrir ese fuego interno que le nacía por el y que le quemaba a flor de piel, días enteros de sofocamientos y que su voz tanto proclamaba su nombre en voz alta, y se preguntaba donde estaría...

Jaime con lo poco y nada de conciencia que le quedaba se dio cuenta de lo que estaba haciendo, y no podía ser, mientras veía a Nicolás besarle y reflexionaba sobre todo, no podía ahora no, ese estado en el que se encontraba y de la forma en que se encontraba no podía ser, todo su esfuerzo que durante tanto tiempo se abstuvo de saltarle al mas pequeño se irían por la borda si lo hacían justo ahora, pero su cuerpo era honesto al igual que sus sentidos, que se perdían por el envolvente aroma dulzón que emanaba todo el cuerpo del joven omega... Esa era una baja jugada por parte del, sabia que de ese modo no podría decirle que no, no seduciéndolo de esa manera.

Tomo a Nicolás de su torso y lo empujo con toda su determinación y convicción, era lo correcto, no caería después de todo, no quería echarlo a perder, no le podía hacer eso a ambos, se sentó en la orilla de la gran cama americana, apoyando sus  brazos en su regazo con la cabeza gacha.

- Lo siento...- repitió un par de veces por lo bajo, pero Nicolás no se daría por vencido, sabía que esa era su única oportunidad y no la dejaría pasar, pero aún así le dolía el rechazo por parte del otro, no le quedaba más que insistir, era un omega en celo, que muchos alfas matarían por el, pero el solo quería uno solo...

Con valor se armo e insistió al  abrazarle por la espalda y besarle la nuca, el Jaime solo se estiraba para atrás respondiendo de manera natural a los mimos del otro, pero luego se levanto empujando al mas pequeño a la cama, Jaime lo miro ahí semi desnudó todo vulnerable que su cuerpo honesto respondía quedando ahí inmóvil, con una erección entre las piernas, Nicolás vio ese bulto que le prendió, como echarle bencina a las llamas.

Separo sus piernas desabrochaba sus pantalones y colar su mano por debajo de la ropa interior, tocando su parte más erógena, estaba muy húmedo y al rosarse con sus dedos un placer indescriptible le invadía, estaba más que preparado, tantas pero tantas veces se tocaba en nombre del barbón, se imaginaba tal cual la escena que ahora les describo.

Jaime yacía ahí con expresión deforme, Nicolás estaba agotando sus cartas, pero trataba se resistir, Nicolás levanto un poco sus pantalón de pijama y se acomodó una vez para introducir un dedo de manera fácil estiro su cuello por tal placer, quería sentir al Jaime  dentro suya.

Para la sorpresa de ambos jamas pensaron que podía ser tan osado, pero Nicolás poco le importaba viendo que de apoco se le iba la templanza y compostura al Jaime, le quedaba solo una cosa, gemir, su orgullo junto con su dignidad se fueron cuando gimió y mustio el nombre del segundo en la habitación quien observaba inquebrantable todo ese espectáculo que le brindaba su acompañante.

- ja-jaime... aquí... Por favor.... Por favor...!- decía al tener dentro ya los 3 dedos que chapoteaban de manera desvergonzada, Nicolás gimió al correrse, Jaime tenía la mirada muy oscura por lo caliente  que estaba, avanzó de apoco a la cama donde reposaba agitado el menor, apoyo una rodilla en el costado lateral de la cama, Nicolás lo espero, Jaime se desabrocho los pantalones, bajo la cremallera de apoco y sin apuro, sacó de su ropa interior su virilidad erecta, era bastante grande, Nicolás se acobardó un poco, pero sólo se mordió el labio inferior.

El de barbas se masturbaba lento y despacio mientras Nicolás se arrodillaba delante sacándose lo que le restaba de ropa, posó su mano en el miembro del contrario, un poco húmedo, algo venoso y caliente al tacto, abajo se contrajo ansioso, le besó en la boca y se permitió degustar por primera vez, inexperto como tal a hacerle un oral, con dificultad le cabía solo menos que la mitad en su cavidad bucal, el roce de los dientes le hería al Jaime sacándolo, pero Nicolás no lo soltó y solo se dedico a lamerle en tronco y darle pequeños besos en la cabeza... Como lo había visto en las porno.

Jaime sabia que si seguía así se vendría pronto... Haló de Nicolás y lo beso, mientras este se enganchaba de su cuello, ambos cayeron de espalda a la cama, Jaime de nuevo beso a Nicolás que ansiaba por el ya, lo quería dentro suyo lo mas pronto posible, Jaime volteo a Nicolás, de manera abrupta, estaba demasiado excitado para ser delicado, Nicolás abrió los ojos al sentir como lentamente entraba la punta, le dolió, pero nada que no pudiera aguantar, lento cada vez se hacia paso dentro del joven Nicolás, tan suave y caliente era por dentro que Jaime creía que se derretiría, comenzó a moverse de apoco y el pequeño arqueaba a la espalda mientras gemía por lo bajo.

Sus caderas se movían por si solas, antes las frenéticas embestidas del joven alfa experto, a ese paso Nicolás duraría la nada misma y así fue, se vino en gloria y majestad, manchando todo el futon con ese liquido blanquecino, pero Jaime aún no terminaba, se acomodo dando vuelta al joven y pudiendo penetrar de forma mas onda dentro del joven que pedía a gritos que no parara, pidiendo que siguiera mas fuerte y profunda.

El joven logró tocar dentro de él un punto culmine que le permitiera gozar más provocando que el sensitivo joven se corriera por tercera vez en las madrugada...

Jaime también estaba en su limite, queriendo salirse dentro de el, Nicolás no se lo permitió aferrándose a el cabalgandole encima de manera rápida permitiendo que le llenara por dentro.

Si, Jaime se vino dentro se Nicolás, provocando en el su lujuria máxima, cayó rendido abraza por el Jaime, no se había percatado de algo, en toda la noche Nicolás no paro de llorar, ahora sollozaba contento en el silencio. Jaime sabia que eso no fue sexo cualquiera pero que también no fue para nada lo que el quería para Nicolás, y esperaba que para la mañana siguiente, todo haya sido un sueño de esos que tanto le oponían en sí.

 Ω∑εの∂verseツ~ Jainicø&Ędnaikø Donde viven las historias. Descúbrelo ahora