Capítulo IV. [I]

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Pasaron dos días desde su encuentro con Aurán y Eileen seguía su rutina habitual

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Pasaron dos días desde su encuentro con Aurán y Eileen seguía su rutina habitual. Aún estaba la duda entre la realidad y la fantasía. Era un hilo muy delgado para saber lo que estaba pasando en realidad. Tenía como prueba el collar, pero que alguien le creyera que un ser alado se le apareció y la llevó por un paseo por las nubles conociendo el Cielo y un gran jardín con bellas flores sonaba demasiado descabellado, como si ella hubiera leído miles de libros de fantasía en una sola noche y gracias a ellos se inventara una historia de tal magnitud. Así que prefirió ocultarlo a su familia hasta no tener clara la manera de afrontar con ellos aquella fantástica aventura. Todo eso sucedió un viernes, el fin de semana salió a pasear por los alrededores de su ciudad, la cual no era muy grande, pero sí muy hermosa y antigua.

Adornada con doble fila de edificios viejos, y pequeños jardines en el centro de la ciudad. La gente no estaba de acuerdo con la construcción de nuevos edificios que le quitaran esa imagen peculiar, mantenía caminatas largas por el lugar y a pesar de sus doce años no se quejaba tan fácilmente. También hizo todos sus deberes escolares y de ratos fantaseaba de nuevo con ese lugar.

Sin poderlo evitar llegó el lunes, entró al salón. Se sentó a lado de Gaeni su mejor amiga, una chica menor de edad por tres meses. Cuando estaban en tercero de primaria las confundían a cada rato por su parecido físicamente, en ese entonces tenían la misma estatura solo que Eileen se estiró unos centímetros con el paso de los meses, pero eran casi como hermanas gemelas, Gaeni tiene el cabello color negro y largo, ojos miel como Eileen, pero había un pequeño detalle que la diferenciaba: una capa de pecas que adornaba su nariz y mejillas.

Las clases comenzaron y eran impartidas por una sola maestra, primero era la clase de matemáticas, posteriormente español y así se siguió hasta llegar el receso, pero en ninguna de las clases Eileen puso atención ni tomó apuntes. Sin querer su mirada escapaba por la ventana y miraba al cielo.

―Estos días he soñado raro ―dijo.

― ¿Qué has soñado? ―preguntó Gaeni curiosa.

―En mis sueños aparece un ángel muy hermoso y junto con ella hay un chico, pero no sé con exactitud quien es, lo extraño es que sé el nombre del ángel. Se llama Aurán.

CYELITY. La elegida. [Libro I] [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora