Capítulo XIX. [I]

1.1K 129 1
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Comenzaron a correr por aquella pista

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Comenzaron a correr por aquella pista. Todo parecía estar tranquilo hasta que en un punto más adelante los caminos empezaron a separarse y tener rumbos diferentes, todos ellos daban al bosque tenebroso aumentando la tensión entre los participantes. Una vez adentrados, varios picos de piedras aparecieron destanteando a los corredores. Unos cayeron, otros retrocedieron asustados, no había manera de rodearlos pues eran una barrera poderosa.

Eileen recordó que había vivido una experiencia similar en los enteramientos con Crystal y estaba lista para poner en práctica lo que había aprendido.

― ¿Qué rayos es eso? ―preguntó Aixa mientras se acercaban a esos imponentes picos.

―Descuida, yo me encargo ―dijo Eileen aumentando la marcha y apareciendo sus símbolos.

Aixa se apartó observando con atención.

El rayo hizo acto de presencia y partió en miles de pedazos aquellos obstáculos abriéndose paso entre la espesura del bosque.

― ¿También lanzas rayos? ―preguntó asombrada.

―Y aprendí a usar el fuego blanco y ser más habilidosa con la espada ―dijo orgullosa.

―Excelente, has cambiado mucho desde la última vez que te vi...

―Hace cinco meses fue la diosa Selene a ponernos en sobre aviso de esta prueba, así que todos los guardines y Aurán me pusieron a trabajar exhaustivamente para estar preparada, pero fue emocionante debo admitir. Cada día a lado de ellos es muy especial para mí. Y aunque la última vez que estuve aquí casi muero... ya me siento más conectada con este lugar.

―Es bueno saberlo, serás la siguiente diosa ―Aixa sonrió y continuaron con el camino.

Bajaron una colina y atravesaron un pequeño arroyo, las piedras de bola eran resbalosas y les costó un poco de trabajo llegar al otro lado. Se ayudaron la una a la otra y fue más fácil. Una vez ahí la pista apareció de nuevo ante sus ojos y siguieron corriendo.

Escucharon ruidos extraños proveniente del subsuelo. De detuvieron y vieron como miles de ramas salían entrelazándose con los árboles y creando un túnel que servía como una barrera impidiendo el paso.

CYELITY. La elegida. [Libro I] [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora