― ¿Qué pasa? ―preguntó Eileen.
―Maldición ―gruñó Oráculo y tomó a Eileen en brazos haciendo aparecer sus alas doradas.
Salieron de la torre volando a gran velocidad. Eileen se sujetó de él cómo un gato asustado mientras que el suelo de Cyelity se estaba tornando rojo asustándola.
― ¿Qué ocurre? ―preguntó angustiada.
―Varias bestias vienen hacia acá, es mejor que estemos a salvo.
Volaron a la torre más cercana en donde vive Oráculo. Se adentraron y llegaron a un gran salón. Oráculo bajó a Eileen de sus brazos apurado. Ella observaba todo y se dio cuenta de la presencia de una persona en silla de ruedas.
―Gran sabio, debo mantenerlo a salvo ―dijo Oráculo cerrando el ventanal con una gran puerta metálica.
Dejó en verdadera oscuridad la habitación espantando a Eileen. Se escuchó un chasquido y varias velas de la estancia se prendieron iluminando un poco el lugar.
―Oráculo, ten cuidado...son muy poderosos ―dijo susurrando el sabio.
―Lo sé, pero tengo que mantenerlo a salvo.
Oráculo manejó la silla de ruedas llevando al sabio dentro de otra habitación y de igual manera cubrió el cuarto con una puerta metálica.
―Vamos Eileen a ti te tengo que llevar al castillo, allá estarás a salvo con los demás guardianes yo tendré que regresar para cuidar del sabio ―dijo y a continuación cargó a Eileen en brazos.
Sobrevolaron el lugar escuchando estallidos a los lejos y alterando más los nervios de la pequeña, por más que trataba de ver a su alrededor no divisaba algún peligro.
― ¿Qué son? ―preguntó Eileen asustada.
―Esas bestias son peores que el lobo que te atacó. Son bestias de tipo quimera. Tienen una cabeza de león y la otra de cabra. De gran tamaño y muy peligrosas. Además, pueden volar. Son muy fuertes y si no me equivoco son cuatro ―dijo preocupado de mantener ahora a salvo a la sucesora.
ESTÁS LEYENDO
CYELITY. La elegida. [Libro I] [En edición]
FantasíaPrimero fue la Oscuridad... Después la Luz... Ahora una maldición... "La Luz fue creada para acompañar a la Oscuridad". Eileen tiene un encuentro con el ser alado que le habla en sus sueños, comprendiendo así que los seres humanos no son los únicos...