Aurán se posicionó en el centro, Eril en cambio se recargó en una pared y Eileen esperó atenta. La diosa apareció los símbolos en su mano y eran un poco diferentes. Tres de las cuatro puntas más grandes estaban completamente iluminadas.
―Hace ya tiempo te dije que los símbolos llegaban a cambiar dependiendo del poder que uses ¿Recuerdas?, mira con atención―acercó sus manos ―. La punta de arriba representa a la luz, la de la izquierda al viento y la derecha al agua. Esta combinación hace posible la creación del rayo. Capaz de matar al individuo que se enfrente a él. Por eso estamos en este lugar, así el rayo no revotará ni se conducirá dañando a los que estamos aquí presentes.
>>Será más difícil aprenderlo pues tú tienes que hacer que las tres puntas se activen al mismo tiempo.
―Lo intentaré ―dijo un poco insegura.
Le dieron la espalda a Eril y Eileen accionó el símbolo.
―Igual que el escudo debes tratar de imaginar que el rayo emana de tu mano para protegerte del enemigo ―dijo accionándolo y mostrando el rayo que chocó con la pared desapareciendo―. Recuerda imagina aquellos seres que te atacaban y ahora en vez de defenderte de ellos te muestras ofensiva y los atacas. Sé que puedes hacerlo Eileen... ―la animó.
Eileen estiró muy bien sus manos y cerró los ojos para concentrarse mejor. Aparecieron esos ojos rojos, << ¿Quién eres?>>, se preguntó y trató de centrarse en el poder rayo. Le resultó difícil al principio. Calmó su respiración y él símbolo comenzó a brillar, pero las tres puntas aún no resaltaban.
―Tú puedes hacerlo Eileen, concéntrate...
Ahora su pensamiento la guio hacia un lugar muy oscuro, donde el ambiente se sentía pesado. Miró a todos lados tratando de ubicarse. Una luz roja apareció al fondo de aquel extraño lugar. La siguió poco a poco frunciendo su ceño y preocupando a la diosa.
Continuó caminando hasta que se dio cuenta que estaba en el mismo lugar que soñó la vez que cayó a Nurtonal. Todo el ambiente se pintaba de un rojo sangre. No estaba siendo nada agradable el panorama. Una sensación recorrió su espalda y volteó a ver de quién o de qué se trataba. Ahí estaba de nuevo ella, con el cabello más largo y ojos rojos. Retrocedió con cuidado porque estaba en un puente de piedra delgado que se desmoronaba fácilmente. Ese ser se aproximaba cada vez y Eileen en defensa estiró su brazo y pudo usar el rayo.
― ¿Eileen? ―preguntó Aurán.
Abrió los ojos y vio en las palmas de su mano pequeñas cantidades de energía acumulada.
―Lo estás haciendo bien. Hace un momento lanzaste una chispa, ¿en qué estaba pensando? Te noté más allá de Cyelity.
―No lo recuerdo con claridad ―confesó―. Entonces ¿Lo hice bien?
―Sí, pero fue muy leve. Inténtalo una vez más.
Cerró de nuevo los ojos e hizo de nuevo todo el procedimiento, esta vez no pensó en aquel lugar ni su subconsciente le engañó. Ahora era el lobo gigante. Estaba enfrente de ella de manera amenazante y sus piernas se le paralizaron para correr. Una vez que el lobo saltó estiró sus manos y de sus manos emanó por segunda ocasión aquel rayo. Abrió los ojos y se sorprendió pues un rayo blanco fue directo a la pared de madera hiriendo una parte.
― ¡Impresionante! ―dijo Eril―. ¡Lo has hecho muy bien! Solo que las próximas veces que uses tu poder abre tus ojos para ver al enemigo y saber hacia dónde apuntar. La ventaja de esta habitación es que no revotará el poder y no lastimará a nadie más, pero no siempre debes confiarte.
Sintió un cosquilleó en sus manos y sus símbolos desaparecieron.
―Descansa un poco, iré a traerte un postre como recompensa―dijo el ángel sonriendo y saliendo de la habitación.
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CYELITY. La elegida. [Libro I] [En edición]
FantasyPrimero fue la Oscuridad... Después la Luz... Ahora una maldición... "La Luz fue creada para acompañar a la Oscuridad". Eileen tiene un encuentro con el ser alado que le habla en sus sueños, comprendiendo así que los seres humanos no son los únicos...