CYELITY. La elegida. [Libro I] [En edición]

Capítulo VI. [III]

Fueron solo segundos y dos figuras se proyectaron en la sala de juntas. Estaba un tercer individuo en ese lugar sentado leyendo un poco de literatura. Al ver quieres eran sonrió.

―Bienvenidas ―dijo Eril a lo lejos.

―Hola Eril ―saludó Eileen con las dos manos.

―Qué bueno que estés bien pequeña ¿A qué se debe tu visita?

―Seguiremos practicando el escudo, al menos para que se mantenga mejor protegida ―contestó el ángel sonriendo.

― ¿Las puedo acompañar?

Aurán asintió y los tres se dirigieron a su siguiente destino pasando por el sendero rumbo a la torre. El lugar estaba teñido de naranja a pesar de la ausencia del sol. Eso hacia el ambiente muy agradable, muy tranquilo. Eileen esta vez puso atención a su alrededor visualizando el gran castillo de Ingrid, también el jardín que parecía destellar y a lo lejos vio otros edificios. Lo único que no observaba era a más personas, solo eran ellos tres y las luciérnagas que hicieron su acto de presencia como siempre iluminando el camino. Eril comenzó a entablar una conversación con la pequeña y Aurán solo se limitaba a escuchar.

― ¿Te ha gustado este lugar, pequeña?

―No lo conozco del todo... pero me ha parecido muy bonito

―Ya habrá tiempo para que lo conozcas a la perfección ―dijo guiñándole el ojo.

Eileen le sonrió y miró al ángel recordando a los amigos imaginarios que Janice le mencionó que tuvo alguna vez.

―Por cierto, Aurán ―dijo y la diosa le puso atención―. ¿Ya nos conocíamos de antes?

Aurán sonrió y la miró con ternura.

―Yo te conozco desde que naciste. Sentí aquel día hace doce años una sensación diferente... Algo muy especial en ti y supe que serías la indicada para tomar mi puesto, por lo general esto sucede cada quinientos años.

Eileen estaba muy concentrada en las palabras. Cuando comprendió lo último, pasaron solo segundos para que ella palideciera completamente.

― ¡¿Quinientos años?! ―gritó la pequeña consternada―. Tie... ¿Tienes quinientos años?