Un aullido se escuchó cerca de donde estaban.
―No puede ser cierto ―espetó Aixa.
― ¿De nuevo lobos?
Aumentaron la velocidad y empezaron a descender por la empinada pendiente que se toparon metros adelante. Muchas piedras se atravesaron en su camino haciéndolas tropezar. Mientras el aullido sonó en eco. El sonido era más siniestro que los lobos de hielo. Vieron una sombra que las estaba persiguiendo y una vez estando de regreso en el bosque comenzaron a correr a todo pulmón.
Las sombras y aullidos fueron aumentando sintiéndose cada vez más cerca. Eileen activó sus sellos y Aixa sus alistó espadas. Fueron en total cuatro lobos negros de ojos rojos que las rodearon sin dejarles escapatorias.
―Son...pero si son...
―Sí Eileen, son lobos de Nyxla... esto no creo que sean parte de la prueba ―completó Aixa.
Los lobos se arrojaron sobre ellas y Eileen accionó el escudo repeliendo a los cuatro los más lejos que pudo. Uso el rayo y paralizó a dos. No sabía por cuanto tiempo aguantaría esa situación. Otro lobo se puso en marcha y al momento de saltar la rama de un árbol lo detuvo.
― ¡Las ninfas! ―gritó Aixa aliviada.
Urso también apareció para ayudar.
―Me temo que te han descubierto Eileen a pesar de que yo he estado a tu lado ―dijo el guardián.
― ¿Cómo es posible? ―preguntó.
―No tengo idea, pero ten cuidado son muy peligrosos.
Vigiló al otro lobo que las estaba asechando. El efecto del rayo estaba cesando y los dos lobos se estaban liberando.
El cuarto intentó soltarse de las ramas del árbol. Este empezó a apretarlo con una gran fuerza logrando romperle los huesos. Aixa se defendió de uno de los lobos y con la espada le cortó una de las patas, así sería más difícil que se moviera. Urso alejaba a otro y el árbol provechó para atrapar al tercero dándole la misma muerte.
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CYELITY. La elegida. [Libro I] [En edición]
FantasyPrimero fue la Oscuridad... Después la Luz... Ahora una maldición... "La Luz fue creada para acompañar a la Oscuridad". Eileen tiene un encuentro con el ser alado que le habla en sus sueños, comprendiendo así que los seres humanos no son los únicos...