Un café por la tarde©

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Capítulo 1

Dicen que el amor es el sentimiento más dulce y doloroso del mundo, y creo que aún estoy en la parte de lo dulce. No se confundan, no tengo novio, bueno aun no, solo pensar en mi plan me hace sonreír como tonta y sonrojarme, los tres meses de vacaciones solo estuve pensando en cómo acercarme y entablar una conversación, y confirmar lo que yo ya sabía, que somos el uno para el otro. Pero ¿y si no le agrado?, ¿y si huye sin decirme nada o peor aún al ver que yo quiero hablar con él me ignora dejándome parada con el corazón oprimido?, solo de pensar en eso me hizo temblar y removerme en el asiento del autobús escolar, no me haría para atrás, no hoy, lo había hecho durante toda la semana pero hoy no, hablaría con el, hablaría de cosas triviales, de libros y las materias que serian complicadas este año, y luego tal vez me invite al parque y nos volvamos amigos y luego me pida ser su novia... eso seria genial y además esta dentro de lo planeado y que según mi lista de pasos este seria el ultimo de 4 pasos y pasara en al menos unas 3 semanas, pensar en eso me hizo sentir mejor, escribir siempre me hace sentir mejor y mas cuando lo hago en la libreta que me regalo papá. Recordarlo siempre me hace pensar en el vacío que dejo en casa, él era el mejor y por eso nunca suelto la libreta.

Ya había pasado toda la mañana, y la hora del almuerzo, solo faltaba una clase para que el día acabara y no había hablado con él, al bajar del bus y caminar hacia la escuela toda mi fuerza de voluntad se había quedado en el asiento... no podía hacerlo, y ahora estoy aquí dentro del cuarto de limpieza en completa oscuridad tratando de no hiperventilarme o peor aun tratando de evitar que me de una especie de taquicardia, pero estaba en todo mi derecho, era el, por fin me había decidido en hablar con el chico de la secundaria, el que me gustaba, el que me había gustado desde el primer día de clases, el chico lindo he inteligente, siempre con un libro en las manos y arreglando sobre su nariz sus enormes anteojos para poder ver mejor, el chico de cabello cobrizo y ojos café, el chico que tenia en su rostro salpicado de la manera mas hermosa y tiernamente posible pequitas, el chico que me hacia querer espiar cada día durante la hora del almuerzo y que cada vez que nuestras miradas se cruzaban era tener una descarga de electricidad en mi cuerpo y sentir mi pulso llegar a cien, el fue mi primera ilusión lo quise durante dos años desde el séptimo grado pero, ahora, en noveno estaba, al fin decidida a dejar de avergonzarme con su mirada y poder enfrentarlo.

Salí decidida de mi refugio y... lo vi.

Agarrado de la mano de una chica que compartía la clase de biología con migo y que ese preciso día le había prestado mi lápiz con muñecos de panda para poder realizar el examen. Me quede de piedra, no lo podía creer, no podía ser el, no el, cuando al fin estaba dispuesta a hablar y conocerlo aun mas, ella se me había adelantado, ella no era miedosa y además era muy atractiva, ella era para el, y el parecía saberlo, le sonreía de la forma en la que yo había soñado mil veces iría dirigida hacia mí. Un nudo se formo en mi garganta y no podía quitarlo de ahí, sabía que tenía que huir, salir corriendo pero no podía, mi cuerpo aun no asimilaba lo que estaba ocurriendo, sentí mi corazón romperse en mil pedazos cayendo uno por uno en el suelo, sentí mi alma llorar y desgarrarse dentro de mi, mi vista se nublo y supe que las lagrimas empezaban a salir, no podía llorar, no mientras estuviera parada en el pasillo, obligue a mi cuerpo a reaccionar y a mis piernas moverse y por algún extraño motivo me obedecieron y pude dar un paso hacia tras... y luego otro... y otro... y otro... hasta que me encontré corriendo por el pasillo de la secundaria limpiando las lagrimas con un brazo y abriéndome paso con el otro ante la mirada atenta de mis compañeros que algunos ponían cara de preocupación mientras que otros me observaban con rabia y me insultaban entre dientes... no les preste atención solo corrí y corrí hasta dar con las puertas de salida, solté un sollozo y deje que las lagrimas salieran de mis ojos y mojaran mis mejillas sin ningún tipo de obstáculo, solo quería sacar todo el dolor que sentía bullir en mi cuerpo, sentía deshacerme.

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