Creo que mama sospecho lo que había hecho, pero no dijo nada.
Me encuentro en mi cuarto, tengo los papeles frente a mí, no tengo el valor de verlos.
Respiro hondo varias veces y decido leerlos.
10 minutos después las lágrimas vuelven a rodar por mis mejillas, según los documentos, Diego nació con una malformación en el corazón que no fue detectada hasta los 3 años, desde ese entonces a tomado infinidad de medicamentos y han realizado 3 operaciones pero no fue hasta que cumplió 10 años que se enteraron que era necesario un trasplante de corazón... y han esperado desde entonces.
Siento un dolor interminable, nunca pensé que se podía sentir de esta manera, me recuesto en el suelo y me coloco en posición fetal, sosteniendo mi pecho, la sola idea de perder a Diego me hace querer gritar, arrancar mi cabello desaparecer, regresar el tiempo... ahora no se si quiero saber o nunca haberlo averiguado.
Los rayos de sol me hacen abrir los ojos con dificultad, tengo el cuerpo dolorido por dormir en el suelo.
Los recuerdos del dia anterior llenan mi mente, lo recuerdos regresan como la peor de las películas y no puedo evitar llorar, vuelvo a llorar con fuerzas renovadas, mi pecho quema y me siento molesta con migo por no poder hacer nada.
Las palabras de Elena aun brincan en mi mente, "no se puede hacer nada, nadie puede hacer nada, mucho menos tu", no la culpo estaba dolida por como la trate y además tiene razón, no puedo hacer nada, lo único que pude hacer fue robar su expediente médico, me siento como esos ladrones súper experimentados que roban cosas súper valiosas, nunca te mencionan lo mal que te sientes después.
El reflejo que me regresaba el espejo parecía sacado de una película de terror, mi rostro estaba completamente hinchado y rojo, parecía una gran luz roja brillante, como si me la hubiera pasado toda la noche puliéndome la cara.
Es el efecto colateral de llorar.
Mi mente no deja de pensar en cómo podría ayudar a Diego, los documentos dicen que necesita un corazón.
"solo recuerda que pase lo que pase, tu eres mi corazón"
"te amo Amelia no lo olvides"
"nunca olvides que solo soy un caminante, que de momento se quedara aquí, con tigo"
Las señales siempre estuvieron pero no quise verlas, no quise prestarle atención, fui tan idiota!!!.
¿Cuántas veces necesito de mí y yo no estuve para él? ¿Cuántas veces el me ayudo a superar lo que paso y yo no pude estar con él en sus tratamientos?
¿Qué clase de persona soy?
Las lágrimas volvieron a salir con mas fuerza, mi rostro ardía y lo merecía, todo es mi culpa, si hubiera estado con Diego tal vez él no me hubiera alejado de su vida tal vez estuviera mejor, tal vez... todo estaría igual pero no dejaría que estuviera triste.
Ya han pasado cuatro días desde que se toda la verdad, no he salido de mi habitación, no sé cómo explicar lo que siento, ¿y como hacerlo?, no existen palabras para describir como cada parte de tu cuerpo muere sin poder evitarlo, sabiendo que la persona que amas también lo hace.
Elena me ha llamado miles de veces, no he querido contestar. No quiero nada, solo quiero encontrar una solución.
Necesito verlo, necesito de él, necesito hundirme en sus brazos, y sin pensarlo dos veces corro al baño y me doy una ducha rápida, salgo y me visto con unos jeans y una sudadera, me pongo mis convers y salgo directo al hospital.
<>
Estoy nerviosa, hoy es día de visita, y de nuevo, no me atrevo a tocar, no quiero incomodarlo como la última vez, yo solo quiero verlo. Una semana hace desde que solo me quedo frente a la puerta y las fuerzas se van de mi cuerpo, no puedo tocar, no me atrevo.
-Amelia-
Mi pecho da un brinco dentro de mí y siento las piernas enflaquecer, cosquillear, mis manos tiemblan y no sé qué hacer.
Giro lentamente sobre mis talones y lo encuentro mucho mejor que la última vez.
Mi corazón brinca de alegría y no puedo evitar sonreír, las lágrimas salen irritando más mi rostro, aún tiene la bata de paciente, aun se ve algo cansado... pero aún está aquí con migo.
-Diego-
-hola-
-hola... yo solo quería...enserio me alegra verte mejor- sentía que el corazón lo tenía palpitándome en la boca, no sabía si estaba feliz o nerviosa o tal vez, estaba felinerviosa, nunca he sido buena inventando nuevas palabras.
De repente sentía una profunda felicidad naciendo en mí, como una luz, como si una estrella estuviera estallando en mi interior convirtiéndose en una súper nova.
-Gracias... yo también quería hablar con tigo- dijo acercándose a mí, mi respiración se aceleró y sentí perder el equilibrio, no podía moverme y además no quería moverme, lo único que quería era congelar ese momento.
-si, bueno te, te escucho-
Sus ojos buscaron los míos y por primera vez en muchos días, que me parecieron eternos, sus hermosos ojos azules atraparon los míos, y esta vez me deje embriagar de su sabor, deje que todas las sensaciones me llenaran.
-Quiero pedirte perdón por lo que te dije...-
Camine la corta distancia que nos separaba y coloque un dedo sobre sus labios, sentí que ese contacto estaba prohibido, sentí como mis mejillas se calentaron y lo quite.
-No tienes por qué disculparte, era tu decisión mantenerlo en secreto y yo no lo supe ver, solo por favor, no me alejes de ti, no quiero separarme de ti, aunque ya no seamos... pareja, quiero ser tu amiga- hice todo lo que estaba en mis manos para que las lágrimas no dejaran mi ojos.
Diego solo me miraba, parecía estar analizándolo todo.
Cuando decidió darle fin a nuestra relación parecía muy decidido, me encantaría regresar con él, de hecho estoy reteniendo las ganas de lanzarme a él y decirle que todo estará bien, de decirle que nada nos va a separar, de tomar su rostro en mis manos y acariciarlo.
-te extraño- lo dije despacio, casi en un susurro imperceptible.
Diego me sonrió, de una manera muy triste y luego sin esperarlo camino los pocos centímetros que nos separaban y me tomo entre sus brazos, en un fuerte abrazo, lleno de espera, de amor, de dolor, de tristeza, de lágrimas.
Enrolle mis brazos alrededor de su cuello y lo acerque a mí, sentí su aroma, sentí sus brazos en mi cintura, sentí su cercanía y nunca me había sentido más completa que en este momento estando en los brazos de Diego.
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Un Café Por la Tarde©
Teen Fictionsi tuviera que describir el amor... ahora, que han pasado tantos años, diría que es inusual, mágico, inesperado, doloroso.... pero nunca diría que es complicado. ahora que lo pienso, siempre fue el destino o tal vez la casualidad, la que me llevo es...