CAPITULO 31

9 1 0
                                    

-también te he extrañado mucho- dijo susurrándome al oído

Los días posteriores a ese fueron duros, para ambos, yo no quería separarme en ningún momento de el, pero debía hacerlo durante las mañanas para poder asistir a la secundaria.

Los roces y miradas con Diego era lo más difícil de todo, trataba de todas las maneras posibles de evitar su mirada pero no podía, siempre lo buscaba sin darme cuenta y mis manos buscaban rozar su piel, esos eran los momentos más incomodos de todos.

Tenía que controlarme si deseaba seguir a lado de Diego, pero no podía, era imposible estar lejos de él, necesitaba tocarlo.

Hoy es día de visita y oficialmente inician las vacaciones de medio año de la secundaria, toda una semana para disfrutar de la belleza de la vida.

-hola-

-hola, escuche que hoy inicia la liberación- dijo Diego con una sonrisa en su rostro, hoy se veía decaído, mama me explico que es el medicamento que está ingiriendo ahora, es demasiado fuerte y su cuerpo tiene que asimilarlo de alguna manera.

Tiene la mascarilla, su piel se ve demasiado pálida, como si nunca hubiera tocado la luz del sol, el nudo en la garganta se hace notorio y solo puedo sonreir.

-si quieres llamarle liberación a tener tareas en algunas materias, incluyendo geografía- ambos nos miramos y sonreímos.

-que crueldad- dijo Diego con falsa indignación.

-lo mismo pienso-

Un aparato comenzó a realizar ruidos extraños, recordé lo que la enfermera había hecho días atrás y lo realice, Diego miraba cada uno de mis movimientos sin decir nada, solo... mirándome.

Me sente a su lado y sin esperarlo tomo mi mano y la coloco en su pecho.

-te extraño- dijo en un susurro

-estoy aquí con tigo- dije acercándome aun mas a el.

-lo se, pero sabes de que estoy hablando-

-también te extraño y no quiero hacerte daño ni provocar que vuelvas a alejarme de ti-

-ya no soy capaz de alejarme de ti, crei que lo era, pero no puedo-

-no lo hagas- dije acercándome lentamente a sus labios, cerciorándome de todos su movimientos.

Diego sujeto mi mejilla y acerco sus labios, primero a la punta de mi nariz y luego, mirándome fijamente a los ojos, acerco sus labios a los mios.

Sentí como cada una de las abejas explotaba dentro de mí con fuegos artificiales, sentí que mi pecho retumbaba en mis oídos, sentía que todo era un sueño y que se derrumbaría cerre los ojos y deje que sus labios acariciaran los mios, me deleite de sentir de nuevo su sabor, de sentir sus suaves y carnosos labios.

Se separó de mi.

-lo... siento... no puedo respirar- dijo colocándose la mascarilla y sonriéndome.

-literalmente te deje sin aliento- dije sonriendo.

diego rio un poco fuerte.

-yo sería capaz de darte mi aliento, mi último suspiro... te amo- dije mientras lo miraba de la manera más intensa que pude.

>.<

Un Café Por la Tarde©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora