Capitulo 13

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Estamos tumbados uno al lado del otro, sobre la manta del picnic, hace ya 15 minutos que hemos terminado de comer nuestros sándwiches, intercambiamos, yo le di uno de mis favoritos y el me dio uno de crema de maní y jalea, a diferencia de el, a mi me encanto el sándwich, Diego me lo devolvió argumentando que debo de ser la única persona que come eso. Solo sonreí, no es el primero que me lo dice.

Llevamos 15 minutos de estar tan cerca y nunca había sido tan consciente de su ser como lo estoy ahora, por la punta del ojo puedo ver su perfil, tiene los ojos cerrados y el viento mueve su cabello haciéndolo ver mas desordenado que nunca, puedo ver sus pestañas, largas y un poco curvadas, veo su nariz, un poco torcida, y aun así lo hace ver perfecto, elevo la vista y veo sus brazos reposando en la parte de atrás de su cabeza, y luego, puedo ver sus labios, y me imagino todas las veces que ha utilizado sus labios para pronunciar mi nombre, para hablar con migo, para decirme adiós, noto un leve rubor en su mejilla y de inmediato elevo la vista y me encuentro con sus profundos ojos azules, y por primera vez puedo ver que en la orilla se ven como verdes, es tan raro.

Un calor recorre mi cara y me doy cuenta que me ha descubierto observándole, observando sus labios, siento mi cara arder de la vergüenza y vuelvo la vista al cielo, coloco mis brazos en mi regazo por que no puedo controlar la ansiedad de tocarlo. No se que me pasa, que esta ocurriendo con migo. Es Diego, quiero decir, como puedo mirarlo todos los días y ahora mirarlo diferente, como puedo ahora notar cada parte de el aun siendo imperfecta y verlo de la manera mas hermosa. La imagen de su rostro, de su nariz aparecen en mi mente y el rubor vuelve a mis mejillas.

-Mira eso- dirijo mi vista ha donde me esta señalando el dedo de Diego y en una nube se esta formando un perrito de largas orejas y larga cola.

-Si!!! Tiene forma de perro-

-¿Qué? No, claro que no tiene forma de perro, tiene forma de Dragón-

-Como puedes verle forma de Dragón si definitivamente tiene forma de perro. ¿Acaso no ves sus largas orejas?-

-Claro que las veo, y también veo su gran cola, por eso es un Dragón, mira, hasta esta abriendo la boca para lanzar sus llamas-

No pude contenerme y reí tan fuerte y tanto que salieron lagrimas de mis ojos. El me miraba con una ceja levantada y media sonrisa.

-¿Quieres apostar a que es un Dragón, Amelia?-

-Y ¿Cómo se supone que seria la apuesta?- Achique los ojos a su dirección y puse mi mejor rostro de gánster. Los ojos de Diego se abrieron como platos y una pequeña risa salió de sus labios.

-te diré, si dejas de hacer tus caras terroríficas-

-mis caras no son terroríficas- dije haciendo un mohín- esta bien, lo prometo-

-OK. Ves a esa señora de allá- Asentí- iré a preguntarle que forma le encuentra y si...-

-Si dice que tiene forma de perro gano y haces mi tarea de geografía que es para el miércoles-

Su sonrisa se agrando y sus ojos se llenaron de suspicacia.

-Pero... si yo gano- me vio directamente a los ojos y un leve rubor empapo sus mejillas. Mi corazón dio un bote en mi pecho y sentí que el aire se hacia mas ligero, que me elevaba- Saldrás con migo mañana por la tarde-

Mis ojos se abrieron como platos y mi respiración paro, literalmente no estaba respirando, volví a olvidar como hacerlo.

¿acaso Diego acababa de invitarme a salir?¿Qué se supone que debo decir? ¿Cómo se supone que debo actuar? Nunca nadie me había invitado antes a salir, y ¿si hay alguna palabra clave que debo decir después de ser invitada?

-No-no te preocupes si no quieres, yo... bueno es que yo... bueno sabes mejor...-

-No!!! Quiero decir si... bueno, lo que... lo que quiero decir es que... acepto, acepto la apuesta- mi cara parecía un gran faro rojo, sentía mi cara hervir, y la vergüenza invadía mi cuerpo. Miraba mis manos estrujarse en mi regazo, no tenia el valor de mirarlo, no podía mirarlo después de lo que había dicho, pero ¿como podía reaccionar? Diego acababa de invitarme a salir. A mi mente regreso la conversación y ahora que lo analizaba bien, Diego aun no me había invitado a salir, era una apuesta, primero debía ganar, y luego...

-Creo que ambos perdimos- la voz de Diego me saco de mis pensamientos retrospectivos, que me llenaban mas de vergüenza, por el simple hecho de haber mal interpretado la situación.

-¿Porque lo dices?- dije en un susurro, levantando lentamente la mirada. Mis ojos se posaron en sus perfectos estanques azules que me miraban llenos de suavidad, de ternura. Mi corazón recupero un trozo más y dio un brinco de felicidad en mi pecho.

-Mira- dijo levantando su dedo, su largo y delgado dedo, lo seguí con la mirada- la nube se ha disipado, bueno al menos sabemos que era un Dragón y no un perro-

Baje la vista y el me miraba con una sonrisa en el rostro.

-¿Qué dic...-

-Yo he ganado. Paso por ti mañana-

No sabia que decir, mi mente se había desconectado de mi cuerpo, de mi boca, y no podía volver a conectarla

"habla, Amelia, no te quedes ahí sin decir nada, dile que si"

-Claro... Pero que quede claro que sigo pensando que es un perro-

-Bueno, entonces es un empate, ¿que te parece eso? Yo hare tu tarea de geografía-

-Eso suena justo-

Ambos nos sonreímos.

Karol Arriola <3


Un Café Por la Tarde©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora