capitulo 23

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THINKING OUT LOUD- EDD SHEERAN

Las 3:01

Ya todo estaba listo, el rugido de la moto de Diego resonó en el silencio del lugar, todo estaba en calma, todo estaba perfecto, parecía que el destino estaba preparando para nosotros la mejor tarde de nuestras existencias.

Escuche el ruido sordo de sus botas cuando chocaban sobre la piedra, nos encontrábamos en un jardín. Este lugar es mi favorito en el mundo, lo siento como el paraíso, yo estaba en el centro del jardín, rodeada de flores rosadas y amarillas de temporada, parecía estar en el Edén o al menos así creo que se vería, estoy parada sobre una pequeña manta, a un lado, se encuentra un columpio hecho de madera y laso y plenamente lleno de flores, me encanta este lugar.

Y ahora, quiero que este lugar sea de Diego también.

-hola-

-hola- Dije caminando hacia él. El también camino hacia mí y me tomo en brazos haciéndome girar.

-este lugar es... maravilloso-

-lo es- dije mirándolo a los ojos- por eso quise traerte aquí- me solté de su amarre y camine hacia la manta- SORPRESA!!! Te invito a tomar un café ¿aceptas mi invitación?- dije extendiendo mi mano hacia él.

Diego rio, su risa aun me sigue cautivando, se irguió, camino hacia mí con mucha elegancia, hizo una reverencia tomando mi mano y brindándole un pequeño beso que apenas roso mi piel, sentí una descarga eléctrica en todo mi cuerpo con ese simple gesto.

-Acepto tu invitación amor-

...

...

...

Me quede de piedra, escuchar por primera vez salir esa palabra de sus labios me resulto hermoso y a la ves alucinante, nadie nunca me había llamado "amor", Diego era el primero... y me encanta que así sea.

-vuelve a decirlo- dije en un susurro- quiero escucharlo de nuevo-

Diego elevo la vista hacia mi regalándome una sonrisa, se levantó lentamente tomando entre sus manos una de mis mejillas.

-"Amor", Amor, Amor, amor- dijo susurrándome, acercándose a mis labios y arrastrando cada una de las letras. Mi cuerpo se llenó de sensaciones, sentía una luz florecer en mi ser, tome su cabello entre mis dedos con fuerza, sentía que si no lo hacía me derrumbaría, nuestros labios se juntaron en un beso lento, pausado, pude deleitarme de su boca, de su aliento a canela y menta, saboree cada uno de sus labios, Diego me pego más a su cuerpo y un gemido salió de mí, mis brazos aprisionaron más su cuello, mis dedos jalaron con más fuerza de su cabello, quería, deseaba unirme a su cuerpo, a él.

El tiempo se detuvo, todo se paró, parecía que ninguno de los dos dejaría al otro, el beso comenzó a intensificarse, Diego parecía contenerse, gruñía en mis labios y eso provocaba que mi cuerpo se pegara más al suyo, no sabía que estaba pasando, mi mente no razonaba, ya no pensaba, solo podía sentir, solo sentía los labios de Diego en los míos, solo sentía sus manos viajar por mi espalda.

-No...-

La voz de Diego parecía distorsionada, era ronca, como si necesitara de lo que estaba a punto de pasar pero sabe que no es tiempo, lo sé, se, que aún no lo es.

Nuestros labios aun estaban pegados, aun estábamos unidos, nuestros alientos se chocaban, apenas perceptibles, no nos besábamos, solo... nos sentíamos, nos Calmábamos, porque aún, necesitábamos sentirnos cerca, pero sabíamos lo que pasaría si íbamos más allá.

Es frustrante necesitar de algo que la conciencia te dicta que no es correcto y que el alma y cuerpo te piden como si se tratase de agua, de esa manera me sentía... lo quería, en ese momento lo quería, lo necesitaba pero sabía que no debía tenerlo, hay decisiones que son difíciles de tomar pero sabes que son las correctas.

-No...lo sé- no sé cuánto tiempo paso hasta que logre articular esa pequeña palabra.

- lo siento es que...-

-shhhh- coloque un dedo sobre sus labios- no digas nada, sé que aún no es tiempo-

Nos miramos durante mucho tiempo, analizando, procesando, pero sobre todo, calmando la sed que teníamos el uno del otro, y ahí, en ese preciso instante, me di cuenta que nunca podría calmar la sed, me di cuenta que nunca podre saciarme de Diego Montesano.

<3


Un Café Por la Tarde©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora