Salí del hospital, el cielo parecía que comprendía lo que me pasaba, se encontraba obscurecido, parecía que se venía la tormenta perfecta, camine sin rumbo mientras en mi cabeza se terminaba de procesar la información, las lágrimas no paraban de rodar. ¿Porque no me lo dijo?, ¿porque no lo hizo?
Porque no confió en mí, ahora podía entender las fatigas extrañas y que sus manos la mayoría de las veces estos últimos días estuvieran muy frías, ahora puedo entender la palidez en su rostro y que pareciera todo el tiempo cansado.
La lluvia empezó a golpear mi cabeza y no me importo, me senté en una banqueta y solté todo mi dolor en un pequeño grito mortífero, mi pecho dolía, ¿Porque tenía que ser el?, ¿porque Diego?, ¿porque la persona que Amo?
Mi celular comenzó a vibrar y sin pensarlo dos veces conteste.
"Diego..." dije con la voz entrecortada a causa de las lágrimas cerré los parpados rezando que fuera él.
"lo siento Amelia, soy Elena"
"tú lo sabias verdad, lo sabias y no me lo dijiste, tu viste lo preocupada que estaba y no me lo dijiste" dije casi gritándole, me sentía furiosa, me sentía dolida.
"Lo siento Amelia, pero me hizo prometer que no te diría nada"
"debiste decirme, él está mal, yo hubiera podido..."
"hubieras hecho que? Amelia" dijo Elena llorando "ya no podemos hacer nada, y tu menos"
Las palabras de Elena trazaron mi alma y mi cuerpo como cuchillos trazándolo y marcándolo sin piedad. Olvide como respirar, sentí mis pulmones colapsar. ¿Cómo podía estar pasando esto?
Sin pensarlo dos veces colgué la llamada y corrí de regreso al hospital.
Estaba totalmente empapada y no me importo, corrí y corrí, no espere a que el ascensor bajara, tome las escaleras hasta llegar a la oficina de mama.
Entre y ella se encontraba allí.
-mama, necesito tu ayuda-
Mama levanto la vista y al verme totalmente empapada abrió los ojos como platos y camino hacia mi.
-¿pero que te sucedió Amelia? ¿acaso alguien te hizo algo?-
-no mama- dije tratando de contener las lagrimas- necesito que me hagas un favor-
-claro lo que tu quieras, pero ahora ve a casa a cambiarte y...
-no mama, necesito que sea ahora- la voz se fue, las lagrimas comenzaron a rodar de nuevo por mi rostro- por favor, solo... investiga que le pasa a Diego-
Me miro extrañada y sin encontrarle sentido a mis palabras.
-¿Diego?-
-si mama, Diego esta aca en el hospital... por eso no había podido verlo, por eso no había llegado a la secundaria, por eso... mama necesito saber que le pasa-
Ella me tomo entre sus brazos y me acaricio
-Amelia, él es quien debe decírtelo, si yo te lo digo, estaría violando sus derechos como paciente de este establecimiento-
-Él no quiere decirme mama, termino con migo-
-Siento mucho escuchar eso querida, y se cuánto te duele, y te Amo pero no puedo decirte que es lo que le sucede, es contra las reglas, va contra mi ética profesional-
Ya no tenía fuerza para enfurecerme, ella tenía razón, no podía pedirle algo así, no lo pensé, solo quiero saber qué es lo que tiene.
Me dio un beso en la cien.
-iré a buscarte algo de ropa seca y un poco de chocolate-
-si-
Aun no logro entender porque Diego solo...decidió alejarme de su vida, creí que compartíamos todo, tal vez, ese fue el plan desde un principio. Una lágrima de realidad se escurrió por mi mejilla. Si eso es cierto, ahora ya no puedo hacer nada por cambiar mis sentimientos hacia el, ya no pueda y no quiero... no quiero dejar de amarlo.
La idea broto en mi mente, se encendió como un foco en mi cerebro.
Me levante de un brinco de la silla y camine hacia el escritorio de mi mama, una sonrisa se abrió paso en mi rostro al darme cuenta que estaba abierto el archivo de pacientes.
Sé que lo que estaba a punto de hacer estaba mal, pero era la única forma que tenia de saber la verdad, a veces, si en verdad lo deseas debes tomar muchas decisiones que son difíciles.
NOMBRE DEL PACIENTE:
Diego Montesano
El archivo medico de Diego apareció ante mis ojos, lo envié a la impresora, luego lo guarde en la bolsa.
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Un Café Por la Tarde©
Teen Fictionsi tuviera que describir el amor... ahora, que han pasado tantos años, diría que es inusual, mágico, inesperado, doloroso.... pero nunca diría que es complicado. ahora que lo pienso, siempre fue el destino o tal vez la casualidad, la que me llevo es...