No Te Esperaba

Capítulo 13

Entra un hombre y por el mandil que lleva, entiendo que es un camarero, por suerte estamos vestidos, un poco agitados pero separados.

-No pueden estar aquí, lo siento.

-No se preocupe, queríamos un poco de privacidad para hablar nada más -dice Jason, aunque creo que él no le cree.

-Sí, ya íbamos a salir.

Estamos afuera de la fiesta, son las una de la mañana, le escribo a Sasha para saber con quien está y me dice que se ha encontrado con una amiga suya así que me quedo tranquila. Jason y yo estamos paseando de camino a casa, la fiesta no está tan lejos.

-Aunque no haya podido cumplir tu deseo ahora, lo haré más adelante.

-¿De qué hablas, Jason?

-Me suplicaste que te hiciera el amor.

-No te preocupes, solo estaba jugando -miento.

-¿Qué? ¿de qué juego hablas?

-Estaba calentándote, pero obviamente no iba a dejar que me hicieras tuya, sigo sin querer saber nada de ti. -vuelvo a mentir.

-No te creo, me besabas con muchas ganas, me tocabas como nunca nadie lo había hecho.

-Jajaja, se trataba de que me creyeras y dejarte caliente tirado en la cama, lo iba a conseguir si no fuese por el hombre que nos interrumpió.

-¿De verdad no te gustó nada? Aunque haya empezado como un juego, ¿después no te dieron ganas de que realmente te hiciera mía?

-Obviamente no, no te arrastres Jason.

-Has conseguido lo que querías, pero no por dejarme caliente, porque caliente puede dejarme cualquier chica medianamente linda, has conseguido que deseara y suplicara hacerte el amor, hacerte mía y demostrarte lo mucho que te amo, pero no te preocupes, ya te has vengado, espero que ahora estés tranquila, de mi parte no vas a recibir más molestias. -le noto decepcionado, se está yendo, no quiero que se vaya, o bueno, realmente eso es lo que quería conseguir, pero siento más dolor ahora que antes, debería sentirme bien, debería sentirme satisfecha sin embargo no es así.

Han pasado dos meses desde la última vez que vi a Jason, desde que casi hacemos el amor. Acabo de llegar del atelier, ya esta la nueva colección completa, y estoy agotada. Tenía una carta en el buzón, me dispongo a abrirla y leer.

"Hola Pía, soy Karol, la hermana de Jason, ¿podemos vernos? Es importante, de verdad. Te dejo mi número para que me llames y quedemos en algún sitio".

La llamo y me coge una chica con una encantadora voz:

-Hola, ¿quién es?

-Soy Pía, ¿eres Karol?

-Sí, que alegría Pía, ¿nos podemos ver en el almuerzo?

-Sí, ¿Sabes donde está el restaurante Truck?

-Sí, nos vemos allí sobre las tres, ¿te parece?

-Perfecto, hasta luego.

-Hasta luego - cuelga.

Estoy nerviosa, ¿Qué me querrá decir la hermana de Jason después de dos meses sin saber de él? ¿le habrá pasado algo? No por dios, por favor, que nada malo le haya pasado... Estoy muy ansiosa, quiero que llegue la hora y escuchar a Karol...

-Hola, Pía.

-¿Eres Karol, no?

-Sí, te reconozco porque mi hermano me enseñó fotos.

-Tu hermano... ¿sabe que estás aquí hablando conmigo?

-No, no tiene ni idea, si lo supiera no me dejaría seguro.

-¿Ya se olvidó de mi no? Que pregunta más tonta... bueno, ¿qué querías decirme? Te escucho.

-No, no se olvidó de ti - sonríe consolándome- sé que le amas, igual que él te ama a ti, de eso no tengo dudas ya, no sabía si tu lo amabas tanto como él, pero en tus ojos no hay ni un poco de dudas. Entendí que estaba y está enamorado porque el tiene mínimo dos rollos al día, y desde hace dos meses, no quiere saber nada de nadie, sospechaba que estaba enganchado a alguna chica, pero cuando fui a su casa, lo vi acostado en su cama y con algo entre las manos, parecía una foto, cuando se dio cuenta que entré guardo rápidamente la foto debajo de la almohada y se secó las lágrimas.

-¿Estaba llorando por alguien? -le interrumpo- ¿habéis perdido a algún familiar?

-Sí, estaba llorando por alguien, pero no por un familiar. -ni puedo ni quiero imaginarme su imagen llorando, no quiero que le hagan daño, solo quiero que sea feliz...- me acerqué a él y le abracé, entro al baño a lavarse la cara y yo fui a su almohada para verte a ti reflejada en la foto.

-¿A mi? ¿Estaba llorando por mi? -Digo y se me caen las lágrimas, no puedo evitar sentirme como una mala persona.

-Me contó todo, absolutamente todo, como una historia pasada y terminada, pero eso solo lo decían sus palabras, sus ojos pedían a gritos que estuvieras tú con él, que estuvierais juntos. Te digo todo esto porque pienso que es importante que lo sepas, él te hizo daño, y quizás yo también hubiera actuado como tú, pero es mi hermano y le veo realmente afectado, si tú lo hubieras olvidado, si en tus ojos no hubiera visto ese brillo al hablar de él, no te hubiera dicho nada y hubiera hecho lo posible porque te olvidara, pero sentís lo mismo, y sería genial que pudierais hablar.

-Voy a ir a su casa, quiero hablar con él.

-Ahora mismo no está, llega sobre las seis de la tarde de un partido.

-Vale, muchas gracias Karol.

-Cuentas conmigo para lo que necesites Pía -nos despedimos y cada una se va por su camino.

Son las cinco, necesito que sean las seis ya. No puedo esperar más, cojo el bolso y voy a su casa, en este estado no puedo conducir, así que voy andando y así hago tiempo.

Llego a las cinco y veinte, me siento en las escaleras y espero a que sean las seis. Pasa una media hora y lo veo aparecer, por acto reflejo me levanto.

-¿Pía? ¿Qué haces aquí?

No puedo evitar abrazarle, le noto cálido, me envuelve en sus brazos.

-Hablé con tu hermana hace unas horas, me contó como estás, y sabiendo como estoy yo, quizás deberíamos no ser tan estúpidos e intentarlo de verdad una vez al menos.

-Pasa, ven. -entramos a su casa y nos sentamos en el sofá.

-Te he echado de menos, muchísimo.

-Y yo a ti, no sabes cuanto...

-Jason... yo también te amo. -se sorprende y me besa, nos besamos tan apasionadamente... Incluso más que la última vez, pero esta vez para antes de llegar a tocarme y no entiendo por qué.

-Vamos despacio Pía, no quiero arruinarlo, de verdad quiero que esto funcione.

-Va a funcionar, créeme, cuéntame, ¿qué ha pasado todo este tiempo?