Capítulo 2

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Les cuento sobre mi enamorado del pasillo, y de repente comienzan a entrar los jugadores del equipo contrario...

-¡MIRAD! ES ESE, ¡¡EL TERCERO!! ¡¡ES DEL CRESTY!! ¿Habéis visto que guapo es?

-Eh, bájate de las nubes que ha pasado de ti. -Me suelta mi queridísima amiga.

-Gracias, pero eso está por verse.

-¿¡Qué!? ¿Cómo que está por verse? Lo viste de casualidad, dudo mucho que te lo encuentres de nuevo amiguita mía.

Le suelto una risita y le digo:

-Parece que no me conoces...

No soy una chica a la que le guste cualquiera, me cuesta engancharme a las personas, y además, nunca me he enamorado con 25 años de vida que llevo. Me ha bastado que el chico no me mire para tener curiosidad. Ah, y respecto a lo que os dije antes, que no podía pedir nada más, sí, puedo pedir encontrar al amor de mi vida, aunque quizás no sea el momento perfecto, pero si llega, no debo cerrarle la puerta ¿o sí?

Una vez acabado el partido, me despido de mis amigos por un momento y les digo que me esperen en la salida, voy al vestuario de donde salió antes el famoso jugador y entro, raramente la puerta está abierta y no hay nadie, así que espero a que llegue, deseando que llegue antes que ninguno.

Al cabo de unos 5 minutos esperando, entran tres chicos, pero ninguno es él, me escondo en una de las duchas y escucho lo contentos que están comentando el partido que acaban de ganar. De repente, con mucho cuidado, veo que entra el famoso jugador. Se empieza a desvestir, coge la toalla y solo en calzoncillos abre la puerta de la ducha y se queda pasmado al verme ahí parada.

-Pero ¿qué haces aquí? ¿Tú quién eres? ¿Cómo has entrado? -Me intoxica con tantas preguntas...

-Joder, chaval, cuantas preguntas, si te fijaras al caminar por los pasillos y no estuvieras metido en el móvil, me hubieras visto, y quizás nos hubiéramos presentado.

-Si querías verme desnudo y como me ducho podías habérmelo pedido, ¿sabes?

-¿Hubieras aceptado mi propuesta indecente? -le pregunto con una sonrisilla bastante pícara.

-Quizás, con una condición...

-¿Condición? Suena interesante. -Le contesto mientras lo acorralo haciendo que su espalda choque con una de las paredes de la ducha.- Haber, me interesa escucharte.

-¿Por qué no te duchas conmigo... -se queda unos segundos intentando intimidarme- ...desnuda?-Al escuchar eso por acto reflejo me sorprendo y se me queda la boca entreabierta.

-¿Pero qué dices? ¿Tengo pinta de ser tan rápida y fácil?- le suelto algo sorprendida pero sé que en el fondo me encantaría.

-No lo sé, acláramelo tú, pero si te encuentro en mi ducha, pues tampoco me queda muchas opciones, y no te voy a hacer el feo de echarte...

-Claro, por no hacerme el feo, ¿me propones que nos duchemos juntos? -Me acerco bastante a su boca- suena tentador -abro la puerta de la ducha y salgo, mientras veo que me sigue.

-¿A dónde te crees que vas, bonita? -No sé por qué pero noto que el ambiente se tensa. - ¿piensas dejarme así?

-Así, ¿cómo?

-Así de caliente, ahora ven y por lo menos déjame comerte la boca. -en otra situación y con otras palabras quizá me lo hubiera pensado... Pero ¿así? No.

-Se ve que lo que tienes de guapo es igual a lo que tienes de idiota... - quiero irme pero no me deja, con una mano rodea mi cintura y con la otra me quita el móvil del bolsillo y veo que esta escribiendo... Sí, definitivamente soy estúpida, no tengo clave, y fácilmente puede hacer lo que quiera... Suena su móvil y me devuelve el mío. -¿Qué has escrito?

No Te EsperabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora