Capítulo 26

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-No, no puedo. -me rodea con sus brazos, y me besa apasionadamente. Al principio me quedo en shock, pero después no puedo evitarlo, le beso con muchas ganas- te he echado mucho de menos, necesitaba tus besos, necesitaba esta adrenalina que solo siento contigo... te amo, y desde que me enamoré de ti, no he dejado de amarte ni un solo segundo.

-Basta Jason, no sé cuantas veces te he dicho que me dejes en paz...

No me deja irme, solo me coge por la cintura y me mira con rabia.

-Joder Pía, basta tú, podemos ser felices, por favor...

-Como no me dejes en paz, soy capaz de denunciarte a la policía. Ve y hazle el amor a tu novia.

No os equivoquéis no es orgullo, simplemente no le creo y no quiero sufrir más. Voy de camino a la empresa, necesito trabajar, quiero añadir colores nuevos para la colección básica. Sobretodo colores pasteles ya que empieza la primavera.

Quizás valga la pena intentarlo una vez más, al fin y al cabo, si sufro que sea porque lo intenté y no por arrepentirme de no intentarlo, le escribo un mensaje: 'Te amo Jason'.

Han pasado tres días desde mi último mensaje y no hay respuestas, quizá se haya cansado de esperarme, quizá él esté ahora harto de mi. De repente suena el timbre y al abrir veo su hermosa cara delante de mi.

-Hola.

-Hola.

No hace falta más, entra, cierra la puerta con fuerza y comienza a besarme como si no hubiera mañana.

-Tengo tantas ganas de desnudarte y que me desnudes...

-Jason, me tengo que ir a trabajar...

-No, me da miedo. Mejor quedémonos haciendo el amor.

-¿Miedo? -sonrío.- ¿A qué le tendría miedo un chico como tú?

-Miedo a que vuelvas al trabajo y cuando nos veamos estemos distanciados otra vez.

-No, eso no pasará. Ya sabes que te amo, nos amamos.

-¿Te espero sobre las cinco en mi casa?

-Sí, me parece perfecto.

Llego a casa y rápidamente me cambio, me pongo lencería sexy que compré en mi largo viaje de vacaciones y ropa bastante sexy.

Llamo al timbre y me abre, al verme con una bata se queda sorprendido.

-¿Qué pasó?

-No hagas preguntas señor Jason, solo quítese de mi camino, -le empujo suavemente para entrar y cerrar la puerta- si no quiere problemas con la ley.

-¿Ley? ¿Una policía en bata? -entra en risas...

-Hey, señorito, -le paso el dedo por el pecho- no se pase ni un pelo, siéntese. -pongo el pen con la música en su altavoz y empieza a sonar una melodía sexy perfecta para un striptease, comienzo quitándome la bata suavemente, se queda sorprendido al ver lo que hay debajo de ella, quiere levantarse pero se lo impido con mi porra comprada de un chino, por cierto- no puede moverse hasta que yo no le de permiso, ¿le queda claro? -asiente y yo sigo. Me quito sensualmente el top ajustado y las mallas de policía, que más que de policía parecía de guar... pero bueno, para usarlo en pareja esta muy bien.- Puede usted levantarse y hacer conmigo lo que usted quiera.

-¿Me está dando libertad?

-Totalmente.

-Eso es muy peligroso.

-Me encanta el peligro.

Se levanta, se quita la camisa y el vaquero, me empuja duro contra una pared, me besa con mucha pasión, me quita el sujetador y me besa el pecho, yo gimo, me quita lo que queda de ropa en mi, le quito lo que le queda a él y quedamos desnudos. No me da tiempo a reaccionar. Me coge levantando mis muslos y me sienta en uno de sus muebles, se agacha, empieza a besar la parte interior de mis muslos hasta llegar a la zona más íntima. No pude evitar volver a gemir.

-Oh Jason, necesito que me penetres ya, te necesito.

Se levantó, me besó, y me penetró con ganas, pero poco a poco, necesitaba sentirle, hacia demasiado tiempo que no me hacia el amor...

-Oh, Pía, eres increíble, me encantas. Cada vez que hacemos el amor me sorprendes más...

No Te EsperabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora