Cara a cara

1.7K 141 21
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No he sabido nada de Adam desde hace una semana, le he llamado mil veces, le he escrito sin respuesta por todas las redes sociales y hasta por el correo, voy dos veces por día a su casa y siempre la señora Tomson me dice que no está. Lo peor es que paso vigilando su entrada para ver cuando sale y entra, pero nunca lo hace. También he intentado entrar por la ventana de su cuarto, pero esta permanece cerrada y con seguro.

Esto me está matando, planeé tantas cosas para disfrutar mis vacaciones, pero en mi mente no pasó ni por un segundo de que serían así. Extraño demasiado a Adam y lo necesito más que nunca. Al parecer las cosas en mi familia se alocaron justo en estos momentos. No sé qué le ocurre a mi madre, temo que esté pasando una etapa de depresión, no come, no sale de su cuarto, no deja de llorar, y lo más exasperante. No dice que le pasa. Y para empeorar la situación, mi padre desapareció. Casi me muero cuando no llegó a casa ese día, así que llamé a su oficina y la secretaria me aseguró que le tocó viajar por urgencia de trabajo a Argentina. ¡Pero claro! No responde el celular y no tenemos como comunicarnos con él. Y mi hermoso hermano solo me dice que salga de su cuarto y que no lo moleste, lo de siempre.

De algo estoy segura, es por él que mi madre esta así y esa tal reunión es solo una excusa para irse. No sé qué paso entre ellos, pero me decepciona que mi papá no esté aquí con su familia afrontando la situación.

Estoy sentada en las escaleras, reposando mi cabeza en la pared y estoy a punto de cerrar los ojos y descansar unos segundos cuando una voz me sobresalta.

— ¡Eh! ¿Qué haces aquí? —Julian no puede molestar en otro momento. Abro mis ojos y me levanto para quedar en frente de él.

—Nada, intentaba descansar un poco, pero al parecer es imposible —tuerzo mis ojos y cruzo los brazos, él me mira extrañado.

— ¿Por qué no duermes en tu habitación? —mi rostro se entristece y esto sirve como respuesta para mi hermano—. Eh... relájate, todo estará bien ¿Si? —asiento en modo de respuesta.

—Creo que saldré un momento, a tomar aire —le digo. Julian me lanza una mirada extraña.

—No te tardes —ordena y se retira.

Algo no me gusta en su tono de voz. ¿Acaso está mandándome? La verdad no tengo ganas de pelear ahora.

Salgo de la casa a paso rápido y me doy tiempo de respirar el aire fresco que se siente a estas horas. El cielo está estrellado y es una noche hermosa. Me siento en las escaleritas de la entrada de mi casa, esperando tener un poquito de paz. Justo cuando voy a cerrar los ojos, una persona aparece en mi campo de visión, indudablemente sé quién es.

Me levanto sin pensarlo y corro hacia él, apenas me ve se queda inmóvil y eso me permite acercarme a él. Cuando estoy al frente, exploto sin medidas.

— ¡Que te pasa! —grito, la rabia es notable, estoy demasiado molesta—. No has respondido, solo desapareces, no sabes lo que me he preocupado por ti.

No quiero perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora