El amor florece

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Adam me da una camisa larga y una pantaloneta para que me quite la ropa destrozada. Y aunque sus prendas me quedan gigantes me siento más cubierta y más protegida.

Decido darme un baño para quitarme tanta suciedad de encima y cuando el agua cae sobre mi piel siento un ardor insoportable debido a las heridas, luego me visto y recojo mi cabello en una coleta. Mi ropa la pongo en una bolsa la cual botaré apenas tenga oportunidad.

Cuando estoy lista decido echarme por fin un vistazo en el espejo y cuando lo hago retrocedo varios pasos ante la sorpresa. Tengo la cara con un arañazo de seguro de cuando me caí al suelo y las ramas me golpearon. Y también pequeños morados por todas partes.

Decido dejar de mirarme ya que solo me causa terror mi propia imagen y rápidamente salgo de la habitación. Adam me hace una mueca para que haga silencio y cierra con rapidez la cortina. Al acercarme y ver por un orificio me doy cuenta el por qué. Mi hermano está en mi habitación y está buscando algo... de seguro a mí.

Me alejo de la ventana y me dirijo a Adam.

— ¿Que haré ahora? —le pregunto preocupada. Julian se volverá loco y no tengo mi celular, decidí dejarlo en mi casa para que nadie me molestara.

—Llama a Monica —responde Adam lanzándome con rapidez su celular.

—Buenos reflejos —dice cuando lo atrapo. Su tono de voz es tierno, pero es para ocultar que esta tan preocupado como yo—. Dile que llame a Julián y le diga que te quedarás a dormir con ella.

—Bueno —respondo sin renegar, la verdad es que es lo mejor—, pero no sé su número y deje el celular en mi habitación.

—La tengo registrada —dice en tono serio e inmediatamente voltea la cara para no verme a los ojos.

Me sorprendo por un milisegundo, pero cambio la expresión. Aunque Monica es como mi mejor amiga, y Adam como mi mejor amigo, ninguno de los dos se llevaba bien, creo que hasta se detestaban, por eso me parece raro que él tenga su número, pero es mejor no preguntar. No en estos momentos. Busco en los contactos y le marco a la única Monica que hay registrada.

En pocos segundos Monica contesta.

— ¡Adam! —dice sorprendida.

Al parecer ella tiene registrado a Adam. No Lena, no pienses en eso ahora, no debo preguntar, debo concentrarme en lo que debo hacer. ¡Concéntrate Lena!

—No, soy yo, Lena.

— ¡Lena! —grita preocupada—. Lo siento mucho, no sabía qué hacer. Jeison me obligó a irme y dejarlos solos y yo no quería, pero...

—Monica necesito pedirte algo —interrumpo sin escuchar sus palabras—, llama a mi hermano y dile que me quedaré a dormir contigo.

—Pe-pe-pero.

No quiero perderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora