Prohibido

Quiero intentarlo

Adam mandó la dirección del lugar donde tenía que ir esta noche. Christian accedió acompañarme –más bien a cuidarme– y yo no puedo entender cómo es que todavía sigo haciendo lo que Adam me pide.

Es la última vez.

Estamos esperando a que entren todos los invitados y la prensa para la presentación de Deavon, estoy segura que no sabe que estoy aquí. Lo miro desde lejos y veo que está un poco nervioso, camina de un lado para el otro con impaciencia, cada dos segundos se toca el cabello o la nariz su señal de alerta estoy nervio y se ve increíblemente guapo con ese smoking color gris que lleva y su camisa un poco abierta antes de llegar a su cuello. Justo unos botones antes. Christian fue arreglar un tema de sonido y yo bueno, yo sigo aquí esperando a su señal.

Mi decisión está tomada. Sí quiero conocer más a Deavon y aunque es un poco loco que en poco tiempo sienta tantas cosas por él creo que no hay sensación más única que la que siento cuando me mira. Eso es algo que hace mucho perdí con Adam. A veces, las relaciones solo se vuelven costumbres, se vuelve monotonía y yo no quiero ni costumbre ni monotonía en mi vida, más por qué me gusta el control pero de a veces es bueno salirse un poco de la rutina y Adam no se merece nada de mi parte. De hecho, estoy segura de que ahora mismo debe de estar con alguna mujer de esas que está acostumbrado.

En fin ni siquiera vale la pena que yo este pensando en esto. -Siempre creyendo en él. - Digo en voz alta una vez que siento esa sensación ya antes conocida y que generalmente me vuelve cuando me acuerdo de todo lo que he pasado con Adam, sí, decepción.

"Hermanita está todo listo"

El mensaje de Christian me da la señal y una vez que veo que cierran las puertas puedo hacer mi gran aparición detrás del escenario. Les doy mi mejor sonrisa mientras Christian se queda del lado del DJ. La mirada de Deavon la siento latente en todo mi cuerpo, no pierde la magia que tiene cuando me mira. Sonrío a todo el público, periodistas e invitados.

- Buenas noches a todos. –Los flashes de las cámaras comienzan a encandilarme y trato de concentrarme para no entrar en pánico.- Mi nombre es Alice Town

¿Jamás han visto una periodista con pánico escénico? Bueno, ¡Hola, mucho gusto... Alice Town! Respiro profundo y continuo.

- Sé que todos estaban esperando Adam O'well pero tuvo unas complicaciones en su viaje así que yo los remplazare esta noche.

Las personas a mi alrededor comienzan a murmurar y no hay nada que me choque más. En fin, concentración.

- Esta noche, no solo vamos a disfrutar de la música de nuestro nuevo artista Deavon Hunter sino que también los vamos a deleitar con lo próximo que se viene en Universal Music. -Deavon se muerde el labio y me ve con una ternura disfrazada de su deseo habitual por mí. Creo. Sus ojos están en mis piernas y bueno, yo tampoco quiero dejar de mirarlo aunque no es el mejor lugar. –Sin más que decir, los dejo con Deavon Hunter y su single de lanzamiento volver a creer.

Deavon se sube rápidamente al escenario junto con sus músicos, lo hace tan rápido que no me da tiempo de huir de él. Ahora mismo está enfrente de mí con una sonrisa ensanchada en su rostro y su perfume penetra fuertemente mis fosas nasales, ese olor que llevo en mi cuerpo en más de una ocasión. Me sostiene con sus manos deslizándolas por el vestido negro que llevo puesto ceñido a la piel y se moja los labios con su lengua antes de besar mi mejilla y susurrarme al oído: -Te ves hermosa.- Sus palabras recorren todo mi cuerpo y siento mi rostro arder, estoy por ponerme roja, lo sé. Miro a mi alrededor y le doy gracias a Dios que toda esta gente está aquí por puro compromiso y cada quien está en lo suyo.