Alejense de mí

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Me quedo parada enfrente de Deavon esperando a que diga algo, creo que él también está esperando a que yo diga algo. Yo no tengo nada que decir, él tiene que explicarme. No sé si quiero escucharlo, no quiero oír cómo negociaron conmigo.

—Tienes cinco minutos antes de que llame a al policía y te denuncie por acoso. –Le digo y el deja salir el aire que parecía estar conteniendo.

—Cinco minutos es suficiente.

Deavon camina hasta el sofá y toma unas carpetas que estaban ahí. Me mira y espera a que pregunte pero no lo hago, ¿Qué se supone que quiere que haga?

—Ese es mi registro bancario desde hace un año. –Dice por fin.

—¿Qué queres que haga con esto?

—Pues para que me creas primero tienes que tenerlo.

—No voy a ver nada, te quedan cuatro minutos.

Deavon suspira y se sienta sobre el sofá.

—Conocí a Adam y a Christian dos días antes de que me propusiera que me acostara contigo. –Dice sin ningún tipo de filtro– Él consiguió que yo tocará en las Vegas a cambio de que me acostara contigo como un favor que se regresa. Me negué, así que lanzó una contraoferta depositando 1000$ en mi cuenta.

—¿Eso valgo? –Lo interrumpo y el sacude la cabeza.

—Déjame terminar. –Se levanta y camina hacia mi pero yo retrocedo y él se detiene– No. Yo no tenía como traspasar el dinero que él depósito así que le dije que al día siguiente le regresaba su dinero porque no haría algo como eso. –Sus ojos están tan clavados en los míos que me duele.

Simplemente no le creo.

—Alice, a pesar de conocer a Adam de dos días atrás, ya para mí se consideraba alguien a quien le debía confianza así que mi respuesta siguió siendo no y nosotros le pagamos gastos de representación por la excelente noche que nos regalo en Las Vegas. –Pasa su mano por el cabello y suspira. Yo solo puedo sentir los latidos de mi corazón en mis oídos.

—Vete. –Le digo– No puedo escucharte, no quiero hacerlo. –Le digo intentando abrir la estúpida puerta pero no abría.– Solo vete y déjame en paz Deavon.

—Sé qué dijiste cinco minutos pero aún no termino.

—Lastima. –Respondo intentando tragarme el nudo de mi garganta—Tuviste meses para decírmelo, para explicármelo, para evitar que te odiara pero es tarde Hunter, ahora solo vete.

La puerta suena sobresaltandonos a los dos y la voz de Ellen nos atraviesa en este momento. Mery está con ella y si ven a Deavon aquí son capaces de matarlo.

—Pequeña abre. –Dice Mery con Dulzura.

—Vete por la ventana. –Le digo bajito a Deavon.

No puedo creer que haga esto por él todavía.

—No tengo nada que esconder. –Responde con soberbia–Si no me quieres escuchar tú no tengo por qué esconderme de nadie.

—Si te cortan la cabeza no me responsabilizo. –Es tan absurdo que haga esto por él.

Estúpidos sentimientos, arruinan todo siempre.

—Es que no estás entendiéndome Alice.

—¿Tendría que entenderte? -Y sí, regresa la rabia de nuevo y ahora la que quiere sacarle la cabeza soy yo.

—Tendrías que escucharme.

—Abre la maldita puerta. –Lo empujo intentando apartarlo de mí a pesar de que esta lo suficientemente lejos de mi cuerpo.

ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora