Prohibido

Más de ti. - I

Llegamos a mi casa y no pude evitar sentir esta sensación de que las cosas no van a salir tan bien como creo o como quisiera. Nunca me gusto mentir, de pequeña cada vez que hacia algo mal y no lo decía terminaban por descubrirme. Ya no quiero entender que fue lo que paso hace unas horas, solo necesito no pensar, así mi consciencia no molesta más en lo mal que esta y en lo penoso que es esto.

-              Tierra llamando a Alice. –Mi hermano chasquea los dedos rápidamente. Pongo mi atención en él y sonrió.

-              Así te habrá dejado... -Seguramente si mi mirada pulverizara Ellen estaría muerta ahora mismo, tomo un poco del refresco que me serví mientras ellos siguen hablando.

-              ¿Adam? –pregunta Christian con interés y esa sonrisa estúpida se dibuja en su rostro.

-              Hunter. –Dice y escupo el refresco al mismo tiempo que me ahogo y comienzo a toser, no puedo creer que haya dicho eso. Ellen revienta en una sonrisa y Christian está dándome palmadas en la espalda mientras yo intento recobrar el aliento.

Me pide perdón y juro que en cuanto se vaya Christian la cocino al horno.

-              ¿Estás bien? –Asiento. Christian no termina de creerme pero no pregunta, vuelve a su asiento y comienzan hablar de la fiesta de Mery

¿Qué estará haciendo? Es una completa locura que esté pensando en él en estos momentos. Tengo muchas ganas de verlo, saber de él, es una sensación extraña que tengo desde el primer día que lo vi, es la combinación de misterio e intriga, es adictivo, como que solo se su nombre y sus palabras diciéndome: "No es necesario conocer a una persona para tener sexo" me intriga aun más, debe tener un pasado, todos lo tenemos y quiero saber de él, soy periodista, soy curiosa, la información tiene que fluir si o si.

"¿Te parece si mañana desayunamos y escuchas a la banda?, quisiera mostrarte algo. Fue divertido lo de hoy y en este momento tengo muchas ganas de verte, entiendo que tienes visita así que me contengo igual me gustaría que habláramos.

Deavon."

Leo y releo el mensaje unas dos veces intentando descifrar que hay detrás de cada palabra, pero he llegado a la conclusión que Deavon es así; directo, sincero, sin mucho rodeo va al grano, a lo que quiere y eso es de admirar, en estos tiempos nadie es así.

-              ¿Por qué estas roja? –Pregunta Ellen y me doy cuenta de que Christian no está en la habitación.

-              ¿Christian?

-              Fue al baño, ¿Qué paso? –Pregunta mirándome a través de sus pestañas largas y con esa sonrisa que dice: se porque estas así.

-              Deavon quiere que desayunemos mañana. –Susurro y Ellen suelta una sonrisa parecida al gato rizón de Alicia en el País de las Maravillas.

-              ¿Vas a ir? –Asiento- ¡Ay, me encanta!

-              Tengo muchas cosas de que hablar con él. –Aunque técnicamente no sé si pueda decirle todo lo que quiero.

-              Pues me parece que será el momento oportuno. –Alza ambas cejas y no logro contener mi risa.

Camine hasta la cocina a buscar el pote de helado de vainilla que había comprado Christian y dos cucharaditas para Ellen y para mí, Chris odia el helado de vainilla así que encendí la televisión y comenzamos a ver Harry Potter y las reliquias de la muerte iba a ser una maratón de las dos películas así que de aquí no me mueve nadie.