Creo que me he enamorado. [Completa]

27.

Querido diario:

He estado toda la semana pensando en lugares dónde nuestras almas se conecten, pero por más concentrado que esté en esta búsqueda, no puedo evitar pensar en que ella se irá de campamento y a pesar de mis reiteradas suplicas por que desista de alejarse de mí, ella está decidida a asistir a ese estúpido campamento.

Realmente no puedo evitar pensar que Samanta quiere alejarse de mí, ¿Por qué quiere alejarse de mí? Todavía no encuentro razones de sus decisiones, pero si es lo que ella quiere, supongo que debo cerrar la boca y aceptar su decisión; una muy mala.

¿Pero sabes cuál ha sido mi decisión? Por más que intente darle su espacio, no he podido evitar sentirme preocupado por su bienestar, es decir, ¿y si el campamento es atacado por un oso? ¿Y si comienza a extrañarme? ¿Y si en medio de la noche un campista degenerado invade su carpa e intenta lastimarla? No, no, no puedo permitir que un degenerado coloque sus sucias y asquerosas manos sobre mi ángel. Como su novio, debo protegerla de cualquiera que quiera aprovecharse de ella.

Es por eso que he estado oculto entre las ramas de un gran árbol, vigilando que nadie la lastime. Por otro me siento aliviado de saber que la mayoría de campistas son mujeres, si hay algunos chicos, pero puedo contarlos con los dedos. Sin embargo, he escuchado a algunas chicas hablar sobre un juego llamado "La liebre y el Lobo". Jamás he escuchado sobre ese juego, pero por la manera en la que hablaban, supongo que debe ser uno lascivo.

En fin, la noche transcurrió entre bromas, comida asada, canciones e historias de terror. También he conocido a los encargados del campamento. Una mujer de unos veinticinco de complexión delgada, ojos marrones y cabello negro, mientras que el hombre de aspecto raro, debe rondar por los cuarenta y tantos, de complexión grande, ojos marrones y cabello castaño. No lo sé, me resulta un par extraño... quizás sean padre e hija.

También podrían ser unos malditos vendedores de órganos en el mercado negro, pero me alegra de estar aquí para evitar que hagan daño a Samanta.

Pasada la medianoche, las chicas comenzaron a explicar el juego.

Básicamente las chicas que quieran participar debían colocarse unas orejas de conejo, mientras que los chicos debían colocarse un antifaz de lobo gris. Ellas correrían hacia el bosque y se ocultarían, mientras que luego de unos dos o tres minutos, los chicos comenzarían con la búsqueda de las "liebres", quienes fueran encontradas por los lobos debían pagar por su vida con un beso.

Un maldito juego de adolescentes con las hormonas alborotadas.

¿Sabes que es la peor parte de ese juego? Samanta ha recibido un par de orejas de conejo y desde el momento en que se las colocó, un idiota de cabello castaño la ha estado observando de manera maliciosa. ¿Sabes? No me importa mucho que juege a un absurdo juego de niños, pero si de algo puede estar seguro ese castaño es que esta noche no besara a mi novia. No, no señor... ella me pertenece y nadie robara un solo beso de mi ángel y es por eso que he decidido jugar.

Y debo admitir, que ya he visto quién será el amable campista que me obsequiará su antifaz de lobo.

Si alguien recibirá losbesos de ella, seré solamente yo y nadie más.