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Querido diario:

Últimamente he estado mucho más tiempo en la casa de los Fuentes que en mi propio hogar y eso se debe a que cuatro o cinco veces a la semana, ellos aparecen mágicamente en mi puerta y me entre suplicas me llevan hacia su casa. ¿Y sabes qué? Luego de tantas veces que les he preguntado porque quieren que esté casi siempre en su casa, ellos finalmente se sinceraron y me explicaron que, gracias a mí, Alessia está mejorando e incluso la han escuchado reírse con sus pequeños hermanos

Puedes imaginar la expresión confusa de mi rostro, ¿Yo soy la razón por la cual su hija depresiva está mejorando? Tiene que ser una absurda y estúpida broma.

Como sea, debo admitir que estoy bastante nervioso por la cena con ellos, ya que hace bastante tiempo que no ceno con alguien. Si, si he de cenar todas las noches mientras intento decidir que películas de terror mirar, pero siento que podría llegar a cometer alguna clase de error durante la cena, además lamentablemente estoy demasiado adolorido de la pierna.

Si ese idiota de Jake Parton no hubiese intentado ser un héroe, mi pierna izquierda no hubiese sufrido quemaduras.

Obviamente sé lo que es perder a alguien que amas y no poder hacer nada para evitarlo, pero ese imbécil tan solo tenía que quedarse quieto mientras el fuego consumía su carne y quemaba sus órganos. ¿Y sabes que es la peor parte? Que el culpable del inconveniente he sido yo. En un imperdonable descuido no he amarrado correctamente las muñecas de Jake y eso le facilito las cosas a la hora de escaparse. Es más, creo que estoy algo deprimido por la forma en que las cosas terminaron, porque ciertamente mi plan era que ambos hermanos tengan una magnifica, lenta y dolorosa muerte.

Pero no, las cosas no han salido como quise y Jake Parton terminó con un maldito fierro en la cabeza y una aburrida, lenta e indolora muerte... maldita sea. Quizás la próxima vez no debería ser un maldito confiado y debería revisar cuidadosamente las sogas y así evite que mis planes sean arruinados por mí mismo.

Como sea, en cuanto la cena terminó Alessia me invitó a ver una película de terror y obviamente acepte su invitación. En mis dieciochos años nunca he rechazado una invitación para ver una película de terror, excepto las invitaciones que provenían de los vecinos Mullins; esa familia si era traficante de órganos.

En cuanto la película dio inició, Alessia entro a su habitación con una gran fuente de palomitas caramelizadas y con una confusa expresión en su rostro me observó. Ella indicó que no tenía problemas en que apoyara mi trasero en su cama y que no sienta vergüenza, pero obviamente el dolor que me causaba el roce del pantalón sobre la quemadura, era insoportable que no esperaba la hora de regresar a mi casa y quedarme en ropa interior.

¿Pero sabes una cosa? Creo que ella se dio cuenta de lo que sucedía, ya que sin decir una sola palabra ella me lanzó una crema para quemaduras. ¿Acaso es una maldita adivina y sabe lo que he hecho? ¿O puede leer mi mente? Espero que sea lo primero... no me gustaría que supiera lo que hay en mi cabeza.

De todas formas, ella comento que, si estaba lastimado entre las piernas, esa crema iba a servir para aliviar mi dolor y que a su madre no le importaría si yo decidiera cambiar los pantalones por unos cortos.

Gracias a dios Alessia cree que sufro una irritación entre las piernas. 

Creo que me he enamorado. [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora