Creo que me he enamorado. [Completa]

32.

Querido diario:

Quizás sea un golpe duro para mi madre, pero he decidido comenzar a ser independiente. No quiero que ella interfiera en mi relación con Samanta ni que a mi padre se le dé por darme una paliza luego de saber que no he acatado sus órdenes. ¿Y sabes qué? Debería de haber escuchado a mi padre, quizás así no esté con el corazón roto.

Idiota de mí al entregarle mi corazón a una chica que no estaba a la altura de mis sentimientos, una detestable persona que se dedicó a herirme de varias formas. Supongo que a raíz de esto he aprendido una valiosa lección para el resto de mi vida y es que el amor es un amargo y cruel sentimiento.

En fin, debía deshacerme de la cabeza de Brandon, así que comencé a enumerar las cosas que debía llevar a cabo antes de que llegase el amanecer. Regresé la cabeza a la bolsa para luego guardarla otra vez a mi mochila, luego observé a Samanta quien aún sollozaba y con amabilidad acaricié su mejilla, pero tan pronto como ella parpadeó, coloqué una almohada sobre su rostro y presioné hasta que perdió la conciencia.

En cuanto comprobé que seguía respirando, la tapé con sus sabanas y comencé con el objetivo número uno de mi lista. Con rapidez me coloqué la mochila y comencé a bajar por el árbol para luego comenzar a correr hacia el bosque. Si, quizás no era tan original al dejar cadáveres allí y que había una alta posibilidad de que alguien hallará los cadáveres, pero conocía el lugar como la palma de mi mano y conocía todas y cada una de las ubicaciones de cuevas inhóspitas a las que ningún campista o explorador se atrevería a entrar, o que en cierta área se hallaban animales salvajes y peligrosos. Sin embargo, el lugar elegido para Brandon era el antiguo pozo de agua que usaban los guardabosques y como soy una excelente persona he decidido regalarle a Brandon unos maravillosos acompañantes para el más allá; mis padres.

Supongo que mis padres no lograron ver mi ambicioso plan.

Ni tampoco el hacha.

Como sea, tan pronto me deshice de todas las manchas de sangre en mi ropa, regresé hacia la habitación de Samanta, pero en cuanto mis manos tocaron el tronco del árbol, supe que debía encargarme de Shannon y su esposo. A pesar de que estaba completamente exhausto, no tenía más remedio que encargarme de ellos dos, pero era consciente de que mi energía estaba llegando a su límite y que aún la necesitaba para acompañar a Samanta hasta mi casa.

Con sigilo logré llegar hasta la habitación de sus padres, quienes dormían como un par de bebés, y un macabro plan se formó en mi mente en cuestión de segundos. Obviamente necesitaba un culpable al que los oficiales puedan señalar como el autor de todas las desapariciones y el padre de Samanta era el idiota perfecto para llegar esa carga sobre sus hombros.

Con rapidez corté la garganta de Shannon y en cuestión de minutos ella se encontraba en camino de acompañar a todas mis víctimas. Obviamente y como era de esperar, él continuó durmiendo como si nada, fue entonces en donde limpié mis huellas y coloqué el cuchillo en su mano. También coloqué ropa interior de mi madre a los pies de la cama.

Al final de todo el circo que había montado, cerré la puerta y me dirigí hacia el árbol para finalmente llevar a cabo el ante-último objetivo de mi lista. Con cuidado arrastré a Samanta hacia mi casa, la apoyé sobre la mesa de pool que se hallaba en el sótano y até sus manos con un alambre oxidado. Su siesta reparadora me dio el tiempo necesario para terminar de limpiar la casa, quemar mi ropa repleta de sangre e increíblemente también logré terminar de organizar su habitación.

Al cabo un rato ella recuperó la consciencia y con lujo de detalle, le he explicado todo lo que había sucedido. Brandon se hallaba en un antiguo pozo en compañía de mis padres, mientras que su madre se hallaba degollada en su cama matrimonial y que al final del día la justicia iba a condenar a su padre por homicidio múltiple.

Oh, querido amigo... al final le he comentado que aun la sigo amando como la amé desde el momento en que nuestros caminos se cruzaron y a pesar de que sigo dolido por sus acciones, la necesito en mi vida y ella me necesita en la suya. Sé que tomará tiempo sanar, pero estoy seguro de seremos muy felices juntos. Al escuchar mis palabras, Sam comenzó a llorar y supe que era de alegría al saber que su novio era realmente una buena persona y que la había perdonado por todos sus errores.

Ella sollozo hasta quedarse dormida.