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Querido diario:

Supongo que Alessia es de aquellas personas que una vez que entran en confianza, nada ni nadie puede detenerlas, porque desde esa noche en la que he intentado estrangularla, las cosas entre nosotros han cambiado bastante. Cuando pasamos tiempo juntos yo soy le blanco de sus infantiles bromas y a pesar de mis sutiles advertencias porque se detenga, ella continua de todas formas. ¿Sabes? Comienzo a pensar que ella intenta hacerme enojar, pero no entiendo por qué busca eso y a pesar de preguntarle ella evade todas y cada una de mis preguntas sobre ese tema.

Como sea, a raíz de todas sus infantiles bromas pesadas, he estado todo el maldito día en la cama. He estado con algo de fiebre, he sufrido de una dolorosa tos y de mis fosas nasales salen asquerosos litros de mucosidades. Un puto virus ha invadido mi cuerpo y puedo hacer nada para evitarlo, pero sé que mi venidera gripe es culpa de Alessia y sus estúpidas bromas con agua fría.

Es evidente que estoy a pocas horas o días de enfermare y también soy consciente de que si eso sucede deberé ingerir asquerosas píldoras para bajar la fiebre, pero eso no es lo que me tiene realmente preocupado. Mi única preocupación es tener que comer una asquerosa, nauseabunda y para nada sabrosa sopa de pollo; receta de mi abuela.

Por todos los cielos... creo que es la única cosa que detesto más que a los seres humanos.

Por otro lado, he tenido un buen día, ya que Alessia me ha sorprendido con varias llamadas telefónicas en las cuales se preocupaba por mi salud y se ofrecía a ayudarme en lo que necesite. ¿Y sabes qué? Tanto Alessia como su madre, me han ofrecido para cuidar de mí, ¿no es algo extraño? No he podido evitar tener pensamientos sobre que los Fuentes son sospechosamente amables conmigo y no saber cuáles son los motivos detrás de su bondadosa actitud me molesta.

Como sea, luego de dejar a lado mis conspirativos pensamientos, he pensado en lo adorable que es Alessia al enviarme varios mensajes dónde me comenta que espera que me recupere pronto y así poder tener nuestras noches de terror y misterio. Increíblemente también me ha enviado fotos enseñándome el uniforme militar y la colección de cuchillos de su padre.

Oh, querido amigo... si tan solo pudiera tener la mitad de toda esa colección de hermosuras filosas, sería el hombre más feliz sobre la faz de la tierra. Ella me ha comentado que su padre tiene varias medallas del ejército y que cada domingo a la madrugada, él le enseña defensa personal con la condición de que ella solo utilice esos conocimientos para defenderse y no para atacar.

No puedo creer lo que voy a decirte, pero estaría encantado de poder aprender técnicas de combate de un ex militar. Eso junto a mi gran inteligencia, me harían ser una persona demasiado peligrosa, o al menos alguien con quién nadie quisiera tener la mala suerte de enfrentarse.

Creo que me he enamorado. [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora