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Querido diario:

Estoy a punto de terminar de fabricar las últimas bombas de tubería y en cuanto rectifique algunos detalles de mi plan para que el instituto, sus estudiantes y profesores exploten en pedazos, comenzaré a plantar las bombas. Desgraciadamente cuando suceda la explosión, no podré estar presente o mi cuartada se verá afectada, pero me encantaría poder presenciar como la fragmentación de la tubería que crea una metralla potencialmente mortal, perforara los cuerpos de los que alguna vez fueron mis "compañeros" de clase.

¿Por qué es tanto el enojo que invade mi mente? Alessia me ha contado que ha escuchado rumores sobre mí y sé perfectamente que quienes juegan al "teléfono descompuesto" no son más que los idiotas del instituto; compañeros de que estuvieron en mi clase para ser más preciso. ¿Acaso no tienen algo mejor que hacer? Odio estar en boca de tantos imbéciles.

Comentan y aseguran con sus patéticas vidas, que soy un psicópata o una clase de asesino serial y que mató a cualquier persona que se cruza en mi camino. También hay rumores que me relación con las desapariciones de Frank, Dylan, Julieta y por si no fuera poco, me inculpan de ser el responsable de la desaparición de Samanta y la muerte de su madre; Shannon.

Antes que nada, ellos no saben una puta mierda sobre qué es lo que realmente ha sucedido con todas esas personas y aunque lo supieran, sé que les daría absolutamente igual. Dylan era el maldito obsesionado por el sexo en el instituto y hasta podría adivinar que tenía un cuaderno o un diario en dónde anotaba con cuantas chicas se había acostado, clasificadas por rango social y edades; creo que he contribuido con el estado al eliminar a un posible violador.

En cuanto a Julieta, era una completa envidiosa que tan solo quería arruinar las vidas de las personas que la rodeaban, además en todo momento interfirió en mis planes para conquistar a Samanta, ¿interferir en la felicidad de las demás personas? Creo que he hecho un gran trabajo al salvar a hombres y mujeres que hubiesen sufrido a manos de Julieta Spencer.

Y Frank... Bueno, estoy seguro que de la mayoría de estudiantes y profesores agradecen con creces la desaparición de ese maldito abusivo. ¿Y sabes qué? Una vez más he salvado al maldito país de un evidente asesino serial, uno que quizás llegaba a rozar los talones de Theodore Robert Bundy.

En cuanto a la familia Wilcox, solo diré que uno de sus integrantes me ha lastimado de formas muy perversas y al final cada uno ha tenido su merecido.

De todas formas, le he dicho que no se dejé llevar por los mentirosos rumores que salen de bocas perversas y embusteras. También le he dicho que confiará en mí y que no era aquello de lo que se me acusaba. Ella comenzó a reír y me explicó que hace mucho tiempo había dejado de escuchar los rumores y que ella solamente ella podía descubrir qué clase de persona quiere tener a su lado.

Oh, querido amigo... la mirada en sus ojos me aseguró que ella confiaba en mí, hasta me atrevo a decir que, en poco tiempo, creerá más en mí que en sus padres... Y eso me encanta.

Creo que me he enamorado. [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora