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Segundo capítulo del maratón<3

Capítulo dedicado a Ali0409 <3 

~*~

—Hel, no veo una sola gaviota en el agua. —Daen se queja, por lo que parece la quinta vez, haciéndome sentir más irritada de lo normal. Estábamos solos en el auto, custodiados por los hombres de Cabo quienes vigilaban desde una distancia prudente. Si Killer estaba en este lugar, no podría llegar a mí sin pasar por ellos.

—Las gaviotas de pico negro solo pesca de noche, Daen —Quería golpearlo, pero lo que sentía por el me mantenía tranquila, al menos un poco—. Pareces un niño quejándote.

—Esto es estúpido y lo sabes, podía mantenerte a salvo en Palm Beach, pero preferiste seguir el acertijo de tu padre.

—No es solo el acertijo —Lo observo por un segundo. Su ceño está fruncido y sé que está enojado—. Si mi padre me quería en esa cabaña es por algo. Debe esconder información que nos ayudará a encontrar a Killer.

—No lo creo —murmura—. La última vez que vi a tu padre con vida él no tenía idea de quién era Killer. Estaba igual que nosotros.

—Mi padre no sabía que Yerik estaba con vida, Daen —Sueno a la defensiva, pero era un punto importante. Teníamos más información que mi padre, lo que nos facilitaba el camino para llegar a ese asesino—. Sé que podemos encontrarlo, Daen. Solo necesitamos un poco más de información.

—Sabemos que va detrás de ti —Su voz suena dura y no puedo evitar sentirme enojada. Solo quería que todo esto acabase—. Mató a tu padre, probablemente mató al padre de Mila y tal vez ella sea la siguiente. ¿Qué te hace pensar que puedes con todo esto tu sola?

—Mi padre necesita descansar, Daen —Tengo un nudo en la garganta, y deseo no tener mi pierna enyesada—. Yo no descansaré hasta dar con la identidad de ese mal nacido. Mató a toda mi familia.

—¿Por eso pones en peligro tu vida? —Sus ojos azules me observan con enojo—. ¿Crees que todo esto valdrá la pena si mueres?

Lo escucho soltar una maldición y el motor del auto cobra vida. Nos estaba alejando de la playa.

—No podemos irnos, Daen.

—Le prometí a tu padre mantenerte a salvo y es lo que haré aunque me toque atarte a la cama. —Sé que tal vez tenga razón, pero no era capaz de dársela. No cuando estaba a punto de saber que escondía mi padre con aquel acertijo.

—Los hombres de Cabo están por toda la playa —Una de mis manos se desliza en su pierna, apretando con suavidad—. Estaré bien, tú estás conmigo.

—Yo vendré esta noche a revisar el lugar —Me observa, y no puedo hacer más que asentir. Iría, aun cuando podía poner en peligro mi vida. Esa cabaña era un regalo de mi padre, tenía derecho a saber que escondía. ¿Qué podía ser tan importante para que mi padre escogiera ese lugar? Daen observa el camino con cuidado, como si fuera capaz de ver algo que yo no—. Necesito que inclines el asiento, Hel, todo lo que puedas.

—¿Qué?

—Solo hazlo —susurra. El maneja con rapidez y suelta un gruñido cuando no hago lo que me pide, su mano zigzaguea por mi cuerpo hasta que da con la palanca del asiento. Soy arrastrada con él mismo, escondiéndome de la vista de las personas en la playa—. Había un tipo escuchándonos.

—Daen... estábamos solos —intento levantarme, pero este me detiene, colocando su mano sobre mi pecho. Sin ninguna intención sexual, cabe recalcar—. Deja de ser paranoico.

KILLER © |SIN EDITAR|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora