23.

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¡Espero que les guste el capítulo! 

Pueden dejar su voto y un comentario, no les tomará más de un minuto<3


Instagram: DenisseGBellamy


~*~

—¿Qué se supone que es esto? —Daen pregunta, pero noto la sonrisa que se desliza en sus labios. Me encojo de hombros, colocando el pastel de chocolate sobre sus piernas cuando se sienta—. No es mi cumpleaños, Hel.

—Lo sé —Aseguro, encendiendo las velas—. Ese día Zoe... —Niego con la cabeza, alejando aquel recuerdo—. Pasó lo que pasó y no pude hacerte un pastel.

—¿Qué? —Suelta nuevamente. Parece realmente confundido, pero aun así no elimina la sonrisa de su rostro—. ¿Por qué?

Me encojo de hombros, tratando de no sentirme tan avergonzada, pero ciertamente, así me sentía.

—Ella iba a ayudarme —Explico, sentándome frente a él. Daen sujeta el pastel cuando este se mueve, tratando de que no caiga sobre las sabanas—. Te iba a dar la sorpresa, pero ya sabes.

El castaño niega algo divertido y me fijo en cada uno de sus movimientos. Con mucho cuidado coloca el pastel sobre la mesita de noche, para luego tirar de mi cuerpo, haciendo que termine sobre él.

Sus labios entran en contacto con los míos, y su lengua no tarda en entrar en mi boca, tomando tanto como era capaz de dar. Sus manos están acariciando mi espalda, haciendo que mi piel arda bajo su toque, logrando estremecerme de pies a cabeza.

La sonrisa que se desliza en mis labios hace reír a Daen. Se separa un poco, enfocando sus ojos en los míos.

—Cuando eras niñas amabas que te cargara —Menciona, paseando sus dedos por mi mejilla—. Tu padre estar a punto de tener un ataque cuando lo hacía, y tu sólo reías. Amo tu risa.

Siento que debo decir algo, pero aquello no estaba en mi mente. Los recuerdos de mi niñez son muy pocos, y Daen no hacía acto de presencia en muchos.

—Lo siento —susurro, no sabiendo exactamente que decir—. Tu recuerdas eso... no sé qué decirte.

—No es tu culpa —Su ceño se frunce, haciendo que mi mano se levanta y presione uno de mis dedos contra las arrugas de su frente—. Tal vez no estoy presente en tus recuerdos, pero sientes que lo estuve. Es lo único que necesito.

—¿Cómo era mi madre? —La pregunta sale tan rápido que no logro darme a explicar. Daen me observa por un segundo, parece no querer responder la pregunta, por lo que agrego: —Nunca he visto fotos de ella, papá parece que se deshizo de todas.

—Lo hizo luego de lo que ocurrió —Él indica. Sus ojos se enfocan en otro punto, paseando inconscientemente sus dedos por mi espalda—. Ella era pelirroja, mucho más que ti. Tenía esos enormes ojos verdes, como los tuyos. Aunque ciertamente, era desagradable.

>>Nunca logré llevarme bien con ella, por más que lo intentará o me esforzará, siempre terminé siendo el bastardo adoptado por su esposo. Cuando intentaba acercarme a ti, se alejaba diciendo que no tenía derecho a tocar a una Petrov.

—Suena horrible —susurro, sintiendo algo de enojo hacia esa mujer—. Recuerdo a papá diciendo que no perdiera mi tiempo recordándola, que no valía le pena gasta un pensamiento en ella.

—Era tu madre —Me interrumpe, tomando mi barbilla entre sus dedos. Los ojos azules de Daen se enfocan en los míos y me observa con intensidad—. Puede que haya cometido errores, pero quiero pensar que detrás de todo te amaba.

KILLER © |SIN EDITAR|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora